El grito infame
Por extrañas razones, pero también por arraigos ideológicos e históricamente machistas, el grito de ¡putooooo! de los aficionados, cuando despeja un portero la pelota, se arraigó absurdamente en los estadios.
Por extrañas razones, pero también por arraigos ideológicos e históricamente machistas, el grito de ¡putooooo! de los aficionados, cuando despeja un portero la pelota, se arraigó absurdamente en los estadios.