viernes 19 abril 2024

Xóchitl Gálvez: “No tengo un pelo de pendeja”

por Ruth Esparza Carvajal

¿Cuáles son tus mejores recuerdos de la infancia en el Valle del Mezquital?

La libertad, que mis hijos no tienen en esta ciudad; el irnos al cerro a sacar chimicuiles, a disfrutar de la naturaleza. De regreso bajábamos al canal de aguas negras y nadábamos. Ahora que paso por ahí digo “no puede ser que aquí nos echáramos nuestros clavados”, creo que no iba tan contaminada el agua como ahora.

También las cosas se ven distintas cuando es uno niño.

Sí, y muy rápido tuve que tomar responsabilidades, esa es quizá la parte más complicada. La parte negativa es el alcoholismo de mi padre, vivir esa infancia de violencia doméstica, ese padre alcoholizado golpeando a tu madre, es muy dura, es para enojarte, para inconformarte. Y pues de ahí me nace una abstemia al alcohol, no poder beber porque me recuerda esa parte tan difícil de mi niñez.

¿En qué escuela estudiaste?

En Tepatepec, en la Francisco I. Madero, y la secundaria la hice en Ixtlahuala.

¿Qué propuesta tendrías para mejorar las condiciones educativas en esa zona?

Creo que es necesario introducir la tecnología, es indispensable que los niños naveguen por Internet, hoy la información está disponible ahí. El otro día se descompuso el Xbox de mi hijo y tenía amigos invitados a jugar y entonces me dijo “tú eres ingeniera, arréglalo”, sentí que me moría, porque yo decía soy ingeniera pero no de Xbox.

Ingeniera, pero no todóloga.

Entonces, lo empecé a mirar y lo volteaba y no veía ni por dónde se abría, me sentí tonta, no tenía tornillos. Entonces abrí el Google y le puse cómo reparar un Xbox y me salieron videos donde me dijeron cómo abrirlo y te llevan completamente de la mano.

Qué maravilla.

Hay todo en la red, la tragedia es que el acceso a la tecnología de la información lo tienen muy pocos mexicanos. Además, creo que es necesario complementar la educación formal con la educación artística, cultural y deportiva.

Ahora tampoco pueden salir a jugar a la calle.

No pueden salir, y si salen van a ser víctimas de que les den una grapa, los metan a la droga; el crecimiento de la cocaína y la marihuana en jóvenes está gravísimo y por algo estamos ocupando el primer lugar en ese tema y, entonces, de alguna manera creo que hoy es otra realidad y necesitamos mantener a nuestros jóvenes sanos, a salvo de la inseguridad, de la delincuencia a través de actividades como clases de computación, acceso a Internet. Creo que el llevar las redes de banda ancha hasta los más remotos rincones, sería como acortar la brecha tecnológica que hoy hay: puedes meterte a un curso gratuito de inglés o francés, hay tanta información y conocimiento que eso sería para mí una propuesta.

¿Cómo se combina la inteligencia cibernética con la política?

Creo que las matemáticas te estructuran la mente y eso te permite ser un político eficaz. En quienes tenemos una formación matemática hay la tendencia a estructurar y hacer cosas. A mí me tocó participar en este edificio hace 14 años: se planeó y está funcionando en tiempo y forma. Entonces, cuando llego a la política me doy cuenta de que la gente no tiene idea de quién paga su salario: es el pueblo. Aquí sí queda claro quién es el patrón y en el gobierno no, entonces yo traigo la sensibilidad de que es muy difícil ganarse el dinero y es muy lamentable t i rar lo, desperdiciarlo en corrupción; el político tiene la obligación de hacer todo con visión social. Esas habilidades matemáticas me enseñan a planear, a decir vamos a electrificar a 3 mil comunidades indígenas y hay un plan para electrificarlas y para tender una red de 200 km sobre la Lacandona y una red de 180 km en la Cora de la Tepehuana.

A propósito de diferencias entre la estructura matemática y la de otras profesiones, por ejemplo, la política, ¿no es contradictorio que César Nava, hace menos de un año declarara a etcétera que era más importante mantener la identidad del partido, antes que los triunfos electorales, y ahora respalde alianzas con partidos de tanta diferencia ideológica?

Pero es que estamos manteniendo la esencia de los partidos, yo creo que hay más coincidencias que diferencias. Sí vería complicada hacer una alianza para la Presidencia entre el PAN y el PRD porque a lo mejor ahí sí se va a definir el destino de la reforma energética, por ejemplo. Pero aquí no estamos debatiendo el modelo económico del país, se debate lo local. Quizá la única parte que pudiera ser contradictoria es el tema del aborto, el de las bodas entre homosexuales, pero en un estado tan pobre como Hidalgo la verdad es que meternos en esos temas cuando no hemos resuelto los temas elementales de comer, de educar, de empleo, de servicios básicos, pues creo que es un suicidio irte a una agenda de ese tipo.

A propósito de transición, ¿quién ha sido mejor Presidente o que estilo de gobierno te gusta más, el de Fox y Calderón?

Son diferentes, les tocaron realidades diferentes. El gobierno de Fox llega con un gran bono democrático, pero yo recuerdo a Fox queriendo pactar con la izquierda reformas que le permitieran a México transitar hacia a la modernidad, no sólo pactar, sino les ofrece la Secretaria de Desarrollo Social y la Contraloría al PRD, y no acepta.

Hay de todo en la red. La tragedia es que el acceso a la tecnología
lo tienen muy pocos mexicanos.

¿Y ahora está contra las alianzas?

Está en su derecho y a mí, que cada quien diga lo que piensa me parece espléndido, que Aguirre diga que es un desmadre el país, qué bueno que lo diga, yo no sé por qué nos cortamos las vestiduras cuando la gente tiene derecho a decir lo que piensa.

Pero como político tendrías que darle un contexto a tus cambios de posición.

Bueno, la vida es cambiante.

Sí, pero habría que contextualizar.

Está bien, lo dice en el contexto de un estado en el que el PAN tiene bastantes años, habría que ver si al rato no hay una alianza contra éste. Pero regresando al tema, Fox no concreta la transición democrática porque no logra las reformas estructurales, y al presidente Calderón le toca un sexenio tremendamente malo, o sea llega en una condición muy complicada políticamente, llega con una crisis económica brutal, ya se le fue la mitad de gobierno, sí creo que el meollo del asunto tiene que ver con la reforma política, sí creo que los políticos no quieren que el país avance.

Cómo se vive el hecho de ser mujer abierta, ingeniera, líder, mal hablada en esta sociedad mexicana, entre los políticos, entre las demás mujeres, entre la gente de tu pueblo.

Al principio decían “¿y ésta que onda?”, después me vieron con respeto y admiración. Al principio sí dijeron “está rompiendo los cánones, se está saliendo del huacal”, en donde las mujeres se casan y se hacen cargo de sus maridos y de sus hijos. Ahora hay quien cree que no tengo los suficientes méritos porque no pertenezco a esta clase política gobernante y no cuenta toda esta historia desde la sociedad civil, construir un proyecto ciudadano de transformación. Como si lo único que se tomara en cuenta es tu paso por la política y y yo creo que está demostrado que los políticos de carrera no le han hecho bien a este país. Yo creo que hay ciudadanos dignos de reconocerse, respetarse, que tienen credibilidad, y que podrían darles la oportunidad de ser alcaldes, gobernadores y hasta Presidente de la República. Ante esta situación, para mí no está siendo sencillo, lo estoy haciendo con herramientas muy precarias, no tengo el poder económico detrás de mí, no tengo alguien que mueva mis estructuras y me controle y me diga “tú vas a llegar aquí y ya vas a tener 100 promotoras del voto, tú tienes que sentarte, ellas operan solitas”. Todo hay que construirlo de cero, tienes que moverte con tus propios recursos, cual debe de ser, pero si es como una competencia bien desigual, porque ellos se mueven con el presupuesto público, con los medios de comunicación a su favor, ese es un tema la democratización de los medios locales. Desafortunadamente los medios tienen que sobrevivir y hay un mal entendido: que la publicidad que les dan es a cambio de que hablen bien del gobernador, y eso no es cierto, la publicidad es un bien ganado del medio, punto, va a hacer su trabajo y la línea editorial del medio es otra. Eso a nivel nacional como que queda claro, a nivel local no.

¿Hay que actuar como hombre para abrirse paso?

No, siempre defendí lo femenino, y quizá tiene que ver mi educación. A mí me educaron para servir a mi marido, y esos atavismos los arrastré mucho años. Fue pasando el tiempo, crecí profesionalmente, entré a la política, y siempre he mantenido esa división entre mi vida pública y mi vida privada. Mi marido es súper trabajador, súper buen esposo, buen papá, con su genio, es celoso, pero entendió que tenía una esposa diferente. Ahora él no quiere que yo me vaya a Hidalgo.

Pero sé que me va a respetar, que me va a querer siempre y que vamos a estar juntos hasta morirnos de viejos. Pero nunca he actuado como hombre, hago cosas diferentes y sí hablo de fútbol y soy consejera de un equipo de fútbol de primera división, y sí estoy en la industria de la construcción, pero, por ejemplo, soy muy buena para hacer collares, soy muy buena para cosas muy domésticas de casa, de mamá, de hijos…

¿Por qué las mujeres tenemos muy poca presencia en la política y en los mandos?

Yo creo que tiene que ver con un tema de autoestima. Yo crecí con esta visión de que sólo servimos para el petate y para el metate, así y hasta la prepa yo pensé que sólo servimos para el petate.

¿Y qué cambió esa idea?

Qué pasó, hubo una escena donde estábamos en Pachuca, jovencitas, una amiga y yo. En mi pueblo era muy común la charrería, y entonces acabó la charreada y eran como las 7 u 8 de la noche y ya todos los hombres estaban súper borrachos, las señoras tenían una cara de estar hasta la madre. Yo tenía como 16 años y estábamos platicando con los charros, todavía no estaban tan borrachos, y de repente volteé y vi la escena y me imaginé yo ahí en 20 años y fue como un impulso que me dijo pélate del pueblo y me vine a México, a buscarme el futuro. Y así hubo momentos aquí en la ciudad donde dije regrésate, está cabrón, no se puede, un tipo quiso abusar de mí, saliendo de mi casa, yo vivía en Iztapalapa en un cuarto de azotea, entraba a mi trabajo a las 6:30 de la mañana, de telefonista, y ese día que me pasó eso me senté a llorar en la entrada del Metro, como tres horas y dije ya vete para el pueblo, imposible, reprobada en matemáticas 3.2, mal comida, no le entendía a la ciudad, me torteaban en el Metro, me volaban mi dinero, puta. Pero en ese momento me imaginé de nuevo la escena de un esposo tomado y mi madre sufriendo los golpes, pensando qué nos iba a dar de comer, y ahí dije, échale ganas y aprende a defenderte y no te dejes, y entonces, dije me la van a pagar toda la bola de cabrones que me hagan algo.

¿Con qué proyecto de nación simpatizas más, con el del PAN o con el del PRD?

Con una mezcla, algo intermedio, yo considero que la parte de la pobreza es fundamental, pero sí creo en la generación de riqueza como factor para reducir la pobreza, yo no creo en la política de subsidios sino en el desarrollo empresarial como vía para resolver la pobreza. Yo trabajé desde vendiendo las gelatinas y luego en la presidencia municipal de Tepatepec, luego de telefonista, de programadora, como directora de una empresa, después como directora de mi propia empresa; estuve muchos años trabajando y me queda claro que el trabajo transforma a la gente. Esta visión de mis amigos (porque yo fui de la liga obrera trosquista), cuando me vengo a las Lomas y tengo mi despacho de ingeniería y me compré un departamento aquí: “pinche Xóchil”. Es como imperdonable el éxito; mientras sea producto de tu trabajo es válido y, además, gran parte de mis recursos los he asignado a una fundación para apoyar a niños indígenas y a mujeres en la generación de empleo.

¿Cuántos amigos tienes en Twiter?

4 mil 300.

¿Y en Facebook?

Cerca de 6 mil.

Está demostrado que los políticos de carrera no le han hecho bien a este país.

¿Y qué otras innovaciones tendrás en tu campaña?

Pues una campaña con una comunicación muy clara y directa, o sea, no tenerle miedo a las palabras, yo le decía a mis amigos “miren, tengo tres características: no soy rata, no soy huevona y no tengo un pelo de pendeja”. Quiero hablarle a la gente así, con una campaña de comunicación clara, totalmente ecológica para que fuera un movimiento social más que otra cosa y si no despierto esa emoción, no merezco llegar, pero estar compitiendo con alguien que llega y les dice aquí van 500 pesos, y en una competencia desleal, yo estoy mandando un mensaje por Twitter.

¿A qué periodistas admiras?

Hay varios. A Miguel Ángel Granados Chapa lo he seguido durante muchos años, me parece un gran maestro del periodismo. Denise Dresser me parece una mujer valiente aunque a veces está muy enojada con el PRI, se le pasa la mano. Leo Zuckerman, Crespo, a Zamarripa, en fin.

¿Quién es tu héroe nacional?

Benito Juárez.

¿Tienes heroína?

Sí, las adelitas, me parece que fueron súper importantes y que todavía no están reconocidas en todo lo que conlleva su participación en la Revolución.

¿Cuál sería el primer cambio que harías si ganaras la gubernatura?

Yo creo que el tema transparencia, hacer un gobierno muchísimo más transparente.

¿Hay que verse sexy para parecer femenina?

No. Para un toque femenino: unos aretes, una mascada; creo que todo es con edad, yo no me voy a poner minifalda a los 47 años.

¿Y por qué el cambio de imagen?

Coincide con la empresaria, y hay otros códigos en el mundo de los negocios, es un poco la combinación de lo étnico con el traje sastre porque aquí tengo que atender a clientes y si voy a hacer el edificio de algún cliente importante a lo mejor si me ven en mi huipil no me cree. Hay estereotipos, yo creo que no pasa nada si respetamos ciertos códigos.

¿De alguna manera has construido tu imagen y tu carrera, rompiendo estereotipos?, ¿Por qué sí respetas estereotipos?

Por que me queda muy claro que en el mundo de los negocios hay códigos muy fuertes y yo tengo que darle de comer a 150 personas, sacar contratos todas las semanas; mis clientes son gente de primer nivel y así funciona esto. Yo creo que no se pueden tener identidades únicas, puedo estar con la camiseta del Cruz Azul y con el traje sastre y puedo estar con el huipil y no pasa nada.

¿Qué opinas del lenguaje de género, de las y los?

Que sí es importante, necesario, porque creo es parte de la exclusión Por ejemplo, candidato a gobernador, ojalá fuese mujer, gobernadora, como que hay espacios en donde las mujeres no participábamos. Pero también es importante la equidad en ambos sentidos, no sólo el tema de las mujeres; también hay que respetar la masculinidad de los hombres, y a mi me tocó mucho ese papel porque mi esposo fue el que se quedó al frente de mis hijos cuando yo me fui al gobierno y hay quien decía “tu marido es como cuando manda la mujer, mandilón”.

¿Cuál fue el último libro que leíste?

Estoy leyendo La Transición, de Carmen Aristegui.

¿Cuál es tu música preferida?

Muchas, pero mi cantante preferida es Mercedes Sosa.

¿Te gusta bailar?

No.

Sé que portas la camiseta del Cruz Azul, ¿qué opinas de sus últimas apariciones?

Que quisiera meterme a la cancha y ayudarles, quisiera jugar fútbol y rematar esos goles que se les van. No sé, algo no está funcionando en el club, algo no esta embonando y hace que no fluyan las cosas, trajeron sus refuerzos y eran muy buenos en sus equipos y cuando llegan acá no funcionan. No puede ser, hemos perdido tres finales. No importa le voy a seguir yendo al Cruz Azul.

Yo también soy aficionada al Cruz Azul, así es que compartimos ese dolor. Te agradezco mucho.

Denisse Dresser me parece una mujer valiente aunque

a veces está muy enojada con el PRI

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