martes 16 abril 2024

Tú, periodista

por Mario A. Campos

En el mundo hay más de 20 millones de blogs: esta cifra documenta la tendencia creciente de ciudadanos que se convierten en emisores de información y la necesidad de que el periodismo comprenda y aproveche las nuevas herramientas tecnológicas. Este paquete de lectura ofrece un análisis muy completo de ambos temas.

“Ahora en Primero Noticias, además de seguir recibiendo lo que tú consideras noticias, nosotros te proponemos el tema y tú lo informas. Tus reportajes, tus entrevistas, tus denuncias, tus opiniones, lo que sea. (…) Sé parte activa de tu noticiero”. Con ese promocional, Carlos Loret de Mola invita todas las mañanas al público de Televisa a formar parte, aunque sea de la manera más elemental, de lo que algunos llaman periodismo ciudadano o periodismo 3.0. Concepto que se ha vuelto una realidad con el surgimiento de los blogs y de los cientos de sitios de Internet en los que ciudadanos –entendidos como personas que no se dedican de tiempo completo a la información– difunden noticias, análisis y opiniones sobre los más variados temas.

El punto de partida de esta historia resulta difícil de ubicar, sin embargo, es claro que el sitio de noticias coreano Ohmynews.com, ocupa un lugar importante. Fundado por Yeon Ho en el año 2000 se convirtió en noticia por su concepto: un diario alimentado mayoritariamente con los textos enviados por personas comunes y corrientes que llegó a tener más de un millón de visitas al día, y hasta tres millones en tiempos electorales según declaró su fundador en el año 2005 en una entrevista con el periódico El País. La fórmula: un equipo de periodistas profesionales seleccionando, filtrando y verificando la veracidad de los materiales recibidos antes de ser publicados.

Todo un concepto basado en la premisa de que para lanzar un proyecto así: “Lo primero (que hay que hacer) es abandonar el orgullo de que un periodista profesional es mejor que uno ciudadano”. O al menos, con tanto derecho como el primero para identificar y enviar información que considera importante.

Una revisión en Internet muestra casos concretos de cómo se ha aplicado esta idea. Desde El Tiempo de Bogotá, pasando por medios de África y Europa. Como ejemplo ahí está Yoperiodista, la iniciativa de El País (elpais.com/yoperiodista) q u e invita a los lectores del diario a construir el sitio: “Si has sido testigo de alguna noticia, envíanosla y nosotros la publicamos. Ahora los lectores de ELPAIS.com se convierten en periodistas”.

Un espacio autodefinido como de periodismo ciudadano en el que quedan fuera las opiniones para enfocarse en la difusión de información, misma que puede enviarse como video, fotografía, audio o texto. Pero ¿de qué se habla en Yoperiodista? Según sus organizadores son 15 los grandes temas que agrupan la mayoría de las colaboraciones: problemas municipales, accidentes, manifestaciones y protestas, desastres meteorológicos, corrupción y medio ambiente son algunas de las categorías.

Tienen sentido si tomamos en cuenta que la idea detrás de estas iniciativas es que los consumidores de medios tienen una presencia mucho más amplia que la de cualquier redacción profesional. Por eso competir en velocidad y oportunidad augura una derrota segura. En su lugar, se apuesta por convertir en cómplices a los testigos de las noticias. Como ejemplo ahí está la cobertura de los atentados terroristas en Londres, el 7 de julio de 2005.

Si bien los medios tradicionales acudieron al lugar con cámaras y micrófonos, el primer y mayor flujo de información se originó por los sitios de Internet que de inmediato empezaron a reproducir imágenes y testimonios captados por las cámaras de los teléfonos celulares (como muestra www.time. com/time/2005/london/eyewitness/ material que impidió el control de la información no sólo por parte de los medios sino de las autoridades que se vieron rebasadas.

Realidad que se impone sobre las dos visiones de periodismo previo según ha explicado en su blog (periodistas21. blogspot.com) el consultor de medios Juan Varela: el 1.0 o periodismo tradicional que sólo llevó los contenidos tradicionales al ciberespacio; el 2.0 con la creación de contenidos específicos para la red, y el periodismo 3.0, con la “socialización de la información y conversión del discurso informativo en una conversación de muchos a muchos.”

Concepto que ha pasado de verse como un rival de los medios tradicionales para convertirse en una más de sus herramientas, e incluso, en un tema cada vez más especializado objeto de varios espacios en la red. Periodismo ciudadano. com, por ejemplo, es un blog que plantea que el “objetivo es ser un punto de referencia en el mundo Hispano”, en el que se encuentran ligas a bitácoras de toda la región, al tiempo que se difunde información sobre el tema..

No obstante este crecimiento, el concepto no está libre de críticas: por la ausencia de los referentes que tradicionalmente definen a la actividad periodística. En estos sitios no hay estándares de calidad ni ética, salvo aquéllos que definan los autores o gestores de los contenidos.

A esto se suma el uso del periodismo ciudadano como una herramienta más para el activismo. Bitácoras como el Sendero del Peje (senderodelpeje.blogspot.com) así lo confirman. Surgido como una herramienta de apoyo político, el blog asegura haber recibido más de cuatro millones de visitas desde su fundación a finales de 2004 y se ha convertido en una demostración de todo lo que pueden ser estos

espacios: gestor de información mediante la recopilación de notas y columnas que considera de interés para los seguidores de Andrés Manuel López Obrador; canal de distribución de información propia a través de post, audios y videos generados por los usuarios y los organizadores; espacio de encuentro de diversos proyectos como radioamlo.org y radiobembafm.org, y punto de convergencia para la organización de actos de protesta lo mismo en el ciberespacio que en el mundo físico.

Todo marcado por una visión política que obliga a repensar dónde termina la propaganda y la organización política y dónde empieza el concepto de periodismo ciudadano.

Sitios de redes sociales como MySpace.com y Facebook. com hoy reúnen a millones de usuarios por todo el mundo que lo mismo intercambian artículos, videos o fotografías.

El grupo de Facebook “Sólo en México” fundado por José Sánchez Zolliker (autor de realidadnovelada.com) ha reunido en pocas semanas a cerca de nueve mil usuarios que han subido a la red más de mil 800 fotografías con escenas que los usuarios creen que sólo en México se podrían encontrar como puentes peatonales recién construidos que se ven a punto de colapsar, casas con techos de lámina con antenas de Sky, y un prostíbulo llamado el Tigre Toño; imágenes que en muchos casos podrían aparecer al menos como nota de color en las portadas de los diarios nacionales, y que bien podrían formar parte de “Primero tu Imagen”, el espacio de Primero Noticias con el que iniciamos este recorrido.

No hay duda de que el llamado periodismo ciudadano en sus múltiples manifestaciones está creciendo: desde los celulares entregados por José Gutiérrez Vivó a taxistas, hasta las crónicas de la vida en la cárcel contadas por un reo a los lectores del periódico Reforma, pasando por los blogs que se han ganado un lugar en la historia por sus relatos desde Irak o Birmania.

No obstante, en su carácter de periodismo ciudadano –además de tener que enfrentar los problemas de credibilidad– tiene que superar los mismos desafíos que el periodismo tradicional, fundamentalmente la falta de un contexto en la oferta que permita poner en perspectiva la información presentada.

Imágenes, audios y textos se generan todos los días sin que necesariamente contribuyan a un mejor entendimiento de los temas, ni trasciendan la anécdota o el color.

Cómo afectará esta dinámica a los medios y qué cambios de fondo provocarán al monopolio laboral de los periodistas, son sólo dos de las preguntas que el tiempo se encargará de resolver.

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