jueves 18 abril 2024

Tercer cadena, la decisión es política

por Laura Islas Reyes



Existen las condiciones técnicas para que haya una tercera cadena de televisión abierta en nuestro país. La decisión al respecto es, fundamentalmente, política, y el tiempo para ello no es mucho, pues están cerca ya los primeros cien días de gobierno y, con ello, el cumplimiento del tiempo para que el gobierno federal cumpla el compromiso que se echó a cuestas, sobre permisos y concesiones de radio y televisión.

De acuerdo con un estudio que elaboró la administración pasada y que es revisado por la SCT y la Cofetel , se determinó que hay espectro radioeléctrico para concesionar 110 frecuencias (70 en la banda UHF y 40 en VHF, además de los canales necesarios para la digitalización).

La subasta pública en paquete de dichas frecuencias es la única vía para una tercera cadena, pues de otra forma se estaría cerrando la puerta para que exista una alternativa en televisión abierta en los próximos 14 años (periodo dispuesto en la Política Digital para Televisión para que las señales análogas lleven a cabo su conversión). Y aunque no existe algún mandato legal que disponga la forma en que las concesiones deban ser licitadas, la decisión de no hacerlo en un solo paquete provocaría que la posibilidad de la tercera cadena se diluya y surjan varias redes regionales, en caso de que se subasten en grupos.

A últimas fechas, el presidente Felipe Calderón ha subrayado el papel de la Cofetel como “un órgano regulador en la materia (…) y tiene que generar un programa que parta de la detección de las frecuencias de telecomunicaciones que haya disponibles en el territorio nacional, y a partir de ese diagnóstico, generar un programa que, en cumplimiento de la ley y si así lo considera, ordene los procedimientos de licitación correspondientes” (Reforma, 17/I/07).

No obstante que el Presidente ha sido cauteloso al referir que la Cofetel es la autoridad responsable en la materia, también ha dado señales alentadoras que permiten pensar que podría diluirse el duopolio televisivo. Durante una conversación que Calderón sostuvo con Reforma, a pregunta expresa de si veía con buenos ojos una tercera cadena, el mandatario respondió: “Soy alguien que cree en la competencia, pero me parece que eso debe ser determinado por las circunstancias técnicas prevalecientes, y por las autoridades competentes que han sido establecidas, y, en este caso, son autónomas del gobierno federal”.

Si bien es cierto que la Cofetel será la que determine cómo se llevará a cabo este proceso, el Ejecutivo puede, a través del Plan Nacional de Desarrollo, definir la forma en que se otorgarán las concesiones.

Las condiciones técnicas son favorables para la existencia de una tercera cadena y el Presidente ha expresado en varias ocasiones su convicción por la libre competencia. El asunto es una decisión de voluntad política que el gobierno deberá tomar con la responsabilidad de tener en sus manos y no es exagerado decirlo una oportunidad única e histórica para abrir el mercado de la televisión y romper la concentración que ha resultado tan perniciosa para el desarrollo democrático del país.

Eslabones millonarios

El estudio realizado por la Dirección General de Radio y Televisión (DGRTV), otrora dependiente de la SCT y actualmente de la Cofetel, muestra que las 110 frecuencias disponibles se encuentran distribuidas a lo largo de todo el país y que aún hay espacio para un canal más en plazas como Guadalajara, Monterrey y la ciudad de México.

El enlace de esas 110 frecuencias permitiría crear una cadena nacional de televisión que podría competir, por ejemplo, con el canal 2 la señal con mayor cobertura en México que cuenta con 128 repetidoras que le permiten llegar a 19.9 millones de hogares y cubrir 99% del país. (Las otras cadenas nacionales son los canales 13, 7 y 5 que cuentan cada una con 99, 80 y 66 repetidoras, respectivamente.)

Al respecto, a finales de 2006, TV Azteca y Televisa mostraron una combativa reticencia a tener un competidor, y lo hicieron a partir de una intensa campaña que desplegaron a través de sus noticieros, en la que se dedicaron a atacar a Isaac Saba y General Electric, quienes ya habían manifestado su interés por operar una cadena de televisión. (Por aquellos días también, la Comisión Federal de Competencia se pronunció por la apertura del sector para “crear oportunidades para el desarrollo de canales de televisión abierta alternativos que introduzcan mayor competencia en las actividades comerciales de los operadores establecidos, al tiempo que contribuyan a la pluralidad y diversidad de voces y contenidos en beneficio de la sociedad”, ver etcétera, enero 2007.)

Las dos televisoras defendieron el control que tienen sobre el sector, que de abrirse les representaría una pérdida de mil 500 millones de pesos. Según un análisis del Grupo Financiero Ixe, la operación de una nueva televisora provocaría que Azteca y Televisa perdieran 5% del mercado publicitario (La Jornada, 5 de enero).

El análisis señala que “hay varias partes interesadas en ingresar al mercado publicitario de televisión, uno de los cuales recientemente compró un canal local, el Canal 28 (Grupo Empresarial ángeles). Aunque es pronto para medir el impacto de estos nuevos participantes potenciales, encontramos razonable asumir una mayor competencia en este negocio (nuevos participantes y otros canales de medios) a largo plazo. Nuestras cifras algo agresivas asumen que los nuevos participantes podrían capturar aproximadamente 5 por ciento del mercado hacia 2009”.

Y añade que Grupo Empresarial ángeles de Olegario Vázquez Raña estaría interesado por adquirir canales locales mientras que Palmas 26 de GE e Isaac Saba buscaría “concesiones regionales”.

Eslabón por eslabón

Hasta el cierre de esta edición, la Cofetel no había manifestado postura respecto a la forma en que se licitarán las 110 frecuencias disponibles en televisión abierta.

El presidente de la comisión, Héctor Osuna, ha sido cuestionado en varias entrevistas sobre la tercera cadena. Su respuesta ha sido la misma en todos los casos: no existe figura legal que hable de una cadena de televisión y será hasta que el Plan Nacional de Desarrollo esté listo cuando la Cofetel determine la manera en que se subastarán las concesiones.

Entrevistado por Alberto Padilla de CNN en español, el pasado 18 de enero, el presidente de la Cofetel respondió que “No existe como tal la figura de una cadena de televisión, existe la figura legal de la concesión con una ubicación geográfica específica y con una cobertura y una potencia definida, de tal manera que estamos analizando y evaluando la información de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que transfirió todas estas funciones a la Cofetel (…) Y de una manera muy importante también estamos esperando la validación de un documento que para nosotros es muy importante que es el Plan Nacional de Desarrollo, que de alguna manera es un mandato hacia las autoridades”.

No obstante, a pregunta expresa sobre si existe inconveniente para que haya una tercera cadena, el titular de la comisión dijo que no. Y tiene razón, no hay impedimentos técnicos para crear una nueva opción nacional en televisión.


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