viernes 19 abril 2024

SOPA contra la economía del conocimiento

por Fernando Gutiérrez Cortés

“The medium, or process, of our time -electric technology- is reshaping and restructuring patterns of social interdependence and every aspect of our personal life. It is forcing us to reconsider and re-evaluate practically every thought, every action, and every institution formerly taken for granted. Everything is changing -you, your family, your neighborhood, your education, your job, your government, your relation to the others.”And they’re changing dramatically”. McLuhan y Quentin Fiore (1967, pág. 9).2

Introducción

La Stop Online Piracy Act (Iniciativa de ley para detener la piratería en línea) SOPA, por sus siglas en inglés, es un proyecto de ley que Lamar S. Smith, legislador republicano, presentó a la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 26 de octubre de 2011, y que sería votado el martes 24 de enero.3 Debemos tener presente que con anterioridad han sido presentadas iniciativas similares al congreso de Estados Unidos, destinadas a contener y limitar el desarrollo de Internet, las cuales afortunadamente no prosperaron. Tal fue el caso de COICA (Iniciativa de ley para el combate contra la violación en línea y la falsificación) que se discutió en 2010, y finalmente no fue aprobada. Además algunos gobiernos han expresado particular preocupación por la libre circulación de contenidos en Internet, y decididamente han impulsado iniciativas como la Anti-Counterfeiting Trade Agreement (Acuerdo para la lucha contra la falsificación de comercio) ACTA, por las iniciales, cuyas negociaciones dieron inicio en 2008, y ha sido firmada por los gobiernos de Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda y Singapur; y, en años recientes la Protect Intellectual Property Act, esta última iniciativa de ley para la protección real de amenazas en línea a la creatividad económica y del robo a la propiedad intelectual, mejor conocida por sus siglas PIPA, fue introducida el 12 de mayo de 2011 por el Senador Patrick Leahy, y también su posible aprobación ha sido detonadora de diversas reacciones de los usuarios de Internet.

Esas iniciativas de ley definitivamente responden a los intereses de algunos de los principales sectores y empresas afectadas por el formidable desarrollo de la economía del conocimiento. Los promotores de SOPA justifican la iniciativa de ley argumentando que ésta responde a la necesidad de proteger la propiedad intelectual en Internet y combatir el tráfico de contenidos protegidos por derechos de autor y propiedad intelectual. La iniciativa faculta al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a los propietarios de derechos de propiedad intelectual, a obtener órdenes judiciales contra los sitios en Internet que faciliten o cometan violaciones a los contenidos protegidos por derechos de autor y propiedad intelectual. Entre las posibles acciones persecutorias a los infractores, destacan la posibilidad de bloquear portales en Internet que hospeden sitios que incurran en posibles violaciones contenidos protegidos por derechos de autor y propiedad intelectual; congelar fondos y restringir servicios a empresas de cobro a través de Internet como PayPal -lo que precisamente ocurrió en la furiosa embestida contra Wiki-Leaks-. Además los servicios de publicidad a través de Internet -como AdSense- deberán bloquear aquellos sitios que incurran en posibles violaciones a los derechos de propiedad intelectual, y los motores de búsquedas deberán eliminar enlaces o referencias a tales sitios. También, por supuesto se han contemplado condenas en prisión a los “delincuentes”. El peligro de iniciativas como SOPA o PIPA radica en la posibilidad de asfixiar a Internet en su totalidad. Ello solo conviene a los intereses particulares de algunas de las empresas emblemáticas de los mercados que precedieron a la Economía del Conocimiento, y que definitivamente no consiguieron transitar a ésta. Kodak, por ejemplo, que se declaró en quiebra el jueves 19 de enero, y pueden sumarse otros, como Blockbuster, Borders y Tower Records que también se han acogido al capítulo 11 de protección de quiebra en los Estados Unidos.

Las cinco tesis de Neil Postman relativas al impactocambio tecnológico en las sociedades, nos permitirán comprender mejor el significado histórico de iniciativas que pretenden contener y limitar el desarrollo de la llamada “economía del conocimiento”. En este texto referimos, en primer lugar, las dimensiones de la economía del conocimiento, y enseguida recuperamos las tesis de Postman para ofrecer una explicación más amplia de las batallas que pretenden obstruir el tránsito hacia la sociedad del conocimiento.

1- Dimensiones de la Economía del Conocimiento

De acuerdo con Alvin y Heidi Toffler -reconocidísimos futurólogos- la transición a la economía del conocimiento, en la cual precisamente se inscribe el formidable desarrollo de Internet, dio inicio el 4 de octubre de 1957, cuando la Unión Soviética lanzó al espacio el Sputnik, primer satélite artificial. Ese hecho detonó la carrera espacial entre la URSS y Estados Unidos, lo que aceleró notablemente el desarrollo de un amplio conjunto de avanzadas tecnologías, muchas de las cuales utilizamos hoy todos los días.

“Suele describirse la década de 1950 como una época mortalmente gris. Pero el 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética lanzó el Sputnik, el primer satélite artificial en órbita alrededor de la Tierra, lo que desencadenó una gran carrera espacial con Estados Unidos, que aceleró radicalmente el desarrollo de la teoría de sistemas, las ciencias de la información y el software para programación y formación en tareas de gestión de proyectos” (Toffler 2006, pág. 32).

Los Toffler atinadamente reconocieron que las verdaderas revoluciones reemplazan instituciones y sustituyen tecnologías. Ello efectivamente ha venido ocurriendo en los años recientes:

“Los roles tradicionales están cambiando a gran velocidad en muchos países en transición hacia las economías del conocimiento, con repercusiones a la vez psicológicas y económicas en maridos y esposas, padres e hijos, profesores y estudiantes, jefes y trabajadores, parientes, políticos y activistas, ejecutivos y jefes de equipo. No solo se cuestionan las tareas o funciones de las personas, sino las expectativas sociales que acarrean. En el trabajo y fuera de él, el resultado es una creciente ambigu%u0308edad, gran incertidumbre, complejidad y conflicto, a medida que tareas y títulos son continuamente renegociados. Vemos estrés y desgaste cuando los roles de médicos, enfermeras, abogados y pasantes, policías y asistentes sociales son puestos en duda y redefinidos de un modo jamás visto desde la eclosión de la revolución industrial. Las revoluciones también destruyen límites. La sociedad industrial estableció una frontera nítida entre la vida doméstica y la vida laboral. Para los millones de personas que hoy trabajan desde su casa, la línea se ha difuminado. Incluso el quién trabaja para quién se vuelve menos claro” (Toffler 2006, pág. 34).

El número de usuarios de Internet aumenta cada año, como podremos advertir en nuestra primera tabla, en la cual recuperamos información de la Internet World

Stats. Vale la pena destacar que la referida fuente estimó más de dos mil millones de usuarios de Internet, en marzo de 2011.

2- Neil Postman y las cinco leyes sobre el cambio tecnológico

El 27 de marzo de 1998, Neil Postman, entonces decano del Departamento de Cultura y Comunicación de la Universidad de Nueva York (NYU), en Denver, Colorado dictó una de las conferencias magistrales en el “Congreso Internacional sobre Nuevas Tecnologías y Persona Humana: Comunicando la fe en el Nuevo Milenio, o NewTech’98”. El título de la conferencia de Postman fue Five Things We Need to Know About Technological Change -en castellano: Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico-. Las cinco tesis que Postman explicó en su conferencia magistral permiten comprender la fenomenología de los cambios tecnológicos y su impacto en las sociedades:

1.- La cultura siempre paga el precio de la tecnología.

2.- Siempre hay ganadores y perdedores en el cambio tecnológico.

3.- Toda la tecnología tiene una filosofía.

4.- El cambio tecnológico no es aditivo; es ecológico.

5.- Los medios de comunicación tienden a convertirse en míticos.

Primera tesis. La cultura siempre paga el precio de la tecnología.

De acuerdo con Thomas Friedman, autor del libro La Tierra es plana. Breve historia del mundo globalizado del siglo XXI: “Jamás en la historia del planeta tanta gente ha tenido la posibilidad de buscar por sí misma tanta información acerca de tantos temas o acerca de tanta gente” (Friedman 2006, pág. 164). Además de la abundante información que hoy es posible consultar a través de Internet, la cual observa notables crecimientos año con año, la velocidad en el procesamiento de la información ha registrado notables incrementos. Se estima que a finales de la presente década las computadoras podrán alcanzar velocidades petaflops. Ello supone la posibilidad de realizar mil billones de operaciones matemáticas por segundo. El formidable desarrollo de Internet y los dispositivos móviles, particularmente los smart phones -en castellano: teléfonos inteligentes- y las tabletas, han transformado un considerable número de actividades en industrias, profesiones y oficios. La economía del conocimiento demanda del desarrollo de sociedades ubicuas -como las anticipadas por N. Nakamura-.4 Internet y los dispositivos móviles han transformado un amplio número de prácticas profesionales- el teletrabajo, por ejemplo-; hábitos culturales de las audiencias -quienes han renunciado a la condición de receptores pasivos para transitar a la condición de activos prosumidores; e inclusive, un amplio número de nuestras prácticas y formas de socialización -cada vez son frecuentes los enlaces matrimoniales de personas que se conocen a través de Internet-. La mayoría de los contenidos destinados a los dispositivos móviles (tabletas y teléfonos inteligentes) son servicios on demand, -en castellano: “a la carta-, aplicaciones (apps) gratuitas o de paga que multiplican las posibilidades de los dispositivos, ampliando las oportunidades de un emergente mercado. El impacto cultural de Internet y los dispositivos móviles en nuestras sociedades, definitivamente resulta incuestionable.

Segunda tesis. Siempre hay ganadores y perdedores en el cambio tecnológico.

En el libro La Tercera Ola, Alvin Toffler afirmó que el medio de comunicación más poderoso y masificador de las sociedades de la “segunda ola” ha sido la televisión. El advenimiento de los prosumidores, sin embargo, anticipa el fin de la era de los medios masificadores: “están desapareciendo los días de la omnipotente red centralizada que controla la producción de imágenes (…) los medios de comunicación de la tercera ola están destruyendo en un amplio frente el dominio ejercido por los dueños de los medios de comunicación de la segunda ola” (Toffler 1981, 167). De acuerdo con el Comité Judicial de la Cámara de Estados Unidos, 142 empresas y asociaciones respaldan la iniciativa SOPA, entre las cuales destacan: CBS, Comcast/NBCUniversal, Country Music Television, Disney Publishing World Wide Inc, EMI Music Publishing, ESPN, HarperCollins

Publishers Worldwide, Inc., L’Oreal, Major League Baseball, Marvel Entertainment, MasterCard Worldwide, McGraw-Hill Education, News Corporation, Random House, Revlon, Sony/ATV Mucis Publishing, Sony Music Entertainment, Tiffany & Co., Time Warner, Universal Music, Visa Inc., Warner Music Group. En el listado de empresas e instituciones que impulsan SOPA,5 podemos advertir algunos medios de comunicación que efectivamente admiten ser considerados como “masificadores” -con base en las tesis de Toffler-. Es posible afirmar que esos medios no fueron capaces de advertir que el advenimiento de la sociedad de la información y el conocimiento impondría un nuevo orden informativo. Sencillamente no repararon en la necesidad e importancia de realizar oportunamente las adecuaciones necesarias para afirmar su viabilidad financiera en el imaginario de la sociedad de la información y el conocimiento.

De acuerdo con lo asentado por Postman, podríamos afirmar que mientras los “ganadores” serían Apple, Google, IBM, Microsoft, ATT, China Mobile, GE, Amazon, Facebook y Twitter; algunas de las empresas que impulsan SOPA6 estarían incluidas en la relación de posibles perdedores de los cambios tecnológicos derivados del formidable desarrollo de Internet.

Tercera idea. Toda la tecnología tiene una filosofía.

De Internet se han deprendido varias filosofías que legitiman al llamado medio de comunicación inteligente, como una tecnología de culto. Centraremos nuestra atención en dos: el activismo informativo de los prosumidores y el espíritu colaboracionista que posibilitó el desarrollo de Internet 2.0. A diferencia del usuario de los medios convencionales -cuyo acceso a la información relevante, en realidad depende de la voluntad política de determinadas instituciones históricas-, los prosumidores decididamente emprenden la búsqueda de respuestas por sí mismos. La capacidad de búsqueda del prosumidor representa una evidente afirmación de su independencia, tal como a segura Erich Schmidt, director general de Google, citado por Friedman (2005, 169): “La búsqueda es una tarea tan personal que revierte en una emancipación sin igual del ser humano (…) es lo contrario de que te digan o te enseñen. Se trata de dotarse de medios que te emancipen, es la atribución de poder al individuo para que haga lo que considere mejor con la información que desee”.

La colaboración representa la acción comunicativa efectivamente distintiva de los prosumidores, como actores comunicativos. Entre las principales cadenas de socialización del conocimiento que ha propiciado el desarrollo de Internet, destaca Google -una de las marcas emblemática de la economía del conocimiento-. Sus fundadores -Larry Page y Sergey Brin-, crearon la empresa en septiembre de 1998, comprendiendo la importancia del in-forming, el cual representa una de las expresiones más evidentes del “prosumismo”: “Los fundadores de Google vieron que a finales de los 90 aparecían en Internet cientos de miles de páginas web nuevas cada día, y que los motores de búsqueda existentes, que tendrían que buscar palabras clave, no podían seguir ese ritmo de crecimiento. Brin y Page, que se conocieron en 1995 cuando estudiaban informática en la Universidad de Stanford, desarrollaron una fórmula matemática que clasificaba una página web según la cantidad de páginas web vinculadas a ella, partiendo de la hipótesis de que cuantas más personas creasen un vínculo con determinada página, más importante debería ser ésta” (Friedman. 2005:167).

Iniciativas como SOPA y PIPA representan la rotunda negación del in-forming. Por supuesto Google ha expresado enfático rechazo a la iniciativa SOPA, considerándola una objetable práctica de censura a Internet.

Cuarta idea. El cambio tecnológico no es aditivo; es ecológico.

La economía del conocimiento no es un caprichoso concepto o una distante utopía, sus indicadores resultan sumamente reveladores. Tomemos, por ejemplo, el valor de las marcas. En la década de los ochentas, las marcas más valiosas del mundo participaban en la industria automotriz o en actividades asociadas con la industria del petróleo. En 2011, las marcas más valiosas del mundo pertenecen a compañías dedicadas a actividades relacionadas con el desarrollo de la economía del conocimiento. De acuerdo con lo asentado en el estudio BrandZ Top 100 Most Valuable Global Brands 2011, reporte anual que realiza la reconocida firma Millward Brown, las actividades de siete de las diez marcas más valiosas del mundo se ubican en los sectores de Internet y avanzadas tecnologías de información, nuevos medios y sociedad de la información, como podremos advertir en nuestra segunda tabla.

Quinta idea. Los medios de comunicación tienden a convertirse en míticos.

Internet primero fue una tecnología militar de dudosas aplicaciones7 y fue anticipado por la ciencia ficción.8 A partir de la década de los treinta, el desarrollo tecnológico empezó a perfilar la posible gestación de Internet. Vannevar Bush, destacado científico estadounidense, investigador en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), introdujo el concepto “memex” (memory extender), el cual anticipó el desarrollo de las computadoras. En 1945 Bush publicó el artículo “As we may think” en The Atlantic Monthly.9 En 1948 Norbert Wiener introdujo el concepto “cibernética”.10 La cibernética representa un obligado punto de partida en todo estudio que, desde la perspectiva de la comunicología posible, repare en el desarrollo de las comunicaciones digitales.

Sobre la gestación de la cibernética, Armand Mattelart afirma:

“En 1948, Norbert Wiener (1894-1964) publica Cibernética o control y comunicación en animales y máquinas. Esta obra, en la que se entrecruzan observación de procesos de control fisiológicos y neurofisiológicos (contracción del músculo cardíaco, prestaciones del sistema nervioso como un todo integrado) y formalización de una teoría general sobre los sistemas tecnológicos de control, es el punto de partida de la ciencia del pilotaje o cibernética” (Mattelart 2002, pág.59).

Para fundar la cibernética, Wiener partió de la teoría de los mensajes, la psicología y sus reflexiones sobre el sistema nervioso, reparando además en la importancia de la electrotécnica implícita en la transmisión de los mensajes. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Wiener trabajó en el programa U.S. National Defense Research Committee -en el cual Vannevar Bush era el responsable-. A Wiener debemos una primera distinción entre máquinas analógicas y digitales:

“Esta consideración del sistema nervioso corresponde a la teoría de las máquinas que consisten en una secuencia de llaves tales que la apertura de una de las últimas depende de la acción de combinaciones precisas de las anteriores, que conducen a ella y que se abren al mismo tiempo. Estas máquinas de todo o nada se llaman digitales. Tienen grandes ventajas para los más variados problemas de comunicación y regulación. En particular, la claridad de la elección entre ‘sí’ o ‘no’ permite acumular informaciones de tal manera que podemos discriminar aquellas diferencias en números muy grandes” (Wiener. 1981:58-59).

J.C.R. Licklider -quien nació en San Luis, Missouri, en 1915-, admite ser considerado digno sucesor de Wiener. En enero de 1960, Licklider publicó el texto Man-Computer-Symbiosis, en el cual anticipó la posibilidad de enlazar computadoras, conectándolas entre sí a través de líneas de comunicación de banda ancha. En octubre de 1962, Licklider asumió la dirección de la oficina de procesamiento de la información de Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA por sus siglas en inglés), organismo creado en 1958. De la necesidad de articular una efectiva red de transmisión de datos entre System Development Corporation, en Santa Mónica, California; el Proyecto Genie en la Universidad de California, en Berkeley, y el proyecto Multic del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), derivó el proyecto ARPANet, primer antecedente directo de Internet. La conmutación de paquetes -que fue posible gracias a Paul Barand (Rand Corporation) y Leonard Kleinrock (MIT), permitió las interconexiones necesarias para establecer redes de computadoras.

En 1964, Marshall McLuhan definitivamente ignoraba las investigaciones realizadas por DARPA. Sin embargo, en las primeras líneas del libro Comprender a los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano, anticipó el advenimiento de Internet: “Después de tres mil años de explosión por medio de técnicas fragmentarias y mecánicas, el mundo de Occidente entra en implosión. Durante las eras mecánicas prolongamos nuestros cuerpos en el espacio. Hoy en día, después de más de un siglo de técnica eléctrica, hemos prolongado nuestro propio sistema nervioso central en un alcance total, aboliendo tanto el espacio como el tiempo en cuanto se refiere a nuestro planeta. Estamos acercándonos rápidamente a la fase final de las prolongaciones del hombre, o sea la simulación técnica de la conciencia cuando el desarrollo creador del conocimiento se extienda colectiva y conjuntamente al total de la sociedad humana, del mismo modo en que ya hemos ampliado y prolongado nuestros sentidos y nuestros nervios valiéndonos de los distintos medios” (McLuhan 1996, págs. 26-27).

En la historia de Internet, la utopía y la sensación de libertad admiten la condición de constantes. Por ello es posible comprender a Internet como una “tecnología de culto”.

3. Iniciativas similares en México

México, definitivamente no se ha podido abstraer de este tipo de discusiones. Al menos durante los últimos 5 años, las sociedades de gestión colectiva como la SACM (Sociedad de Autores y Compositores de la Música) y la SOMEXFOM (Sociedad Mexicana de Productores de Fonogramas, Videogramas y Multimedia), entre otras, han intensificado su labor de cabildeo para promover iniciativas en el Congreso Mexicano que puedan frenar la piratería y cuidar la propiedad intelectual en ámbitos como Internet. En diversas ocasiones han pedido al gobierno mexicano la firma de la ya referida ACTA, y paralelamente han sometido a la consideración de los legisladores propuestas con fines similares a los que hoy se discuten en los Estados Unidos (SOPA y PIPA). Tales han sido los casos de la “Ley de los 3 strikes” y el “Canon Digital”, iniciativas propuestas por el dipiutado del PRI Armando Baez en 2010, que buscaban sancionar por las descargas y distribuciones ilegales de material protegido por las leyes de derechos de autor y propiedad intelectual.

Sobre el primer caso, la Ley de los 3 strikes o 3 avisos, se pretendía un control asistido por parte de los proveedores de servicio para evitar que los usuarios de su infraestructura incurrieran en actividades ilegales de descarga y distribución de material protegido. De tal forma que el proveedor debía desempeñar una especie de función de policía cibernética, notificando a aquellos usuarios que fueran detectados en este tipo de operaciones y sancionando en el caso de identificar conductas reiteradas.

Por otra parte, el Canon Digital fue una propuesta que buscaba tasar especialmente a los dispositivos de almacenamiento de información (CDs, DVDs, USBs, reproductores MP3…) y de esta forma compensar a los autores que se habían visto afectados por la distribución ilegal de sus obras. Afortunadamente estas iniciativas no prosperaron, y el mismo diputado Baez decidió retirarlas de la discusión.

En diciembre de 2011, el Senador por el PAN, Federico Döring presentó en el Senado de la República una iniciativa de reforma y adición a la Ley Federal del Derecho de Autor y a la Ley de Propiedad Industrial. Esta iniciativa busca controlar la puesta en disposición de obras registradas por terceros, protegidas por los derechos de autor o por los derechos conexos, por cualquier medio y en cualquier soporte material. Esta nueva propuesta ha generado también una intensa discusión entre los usuarios mexicanos de Internet, y sobre todo entre los especialistas, quienes destacan las diversas deficiencias de la iniciativa, como es el caso de la consideración del número IP que identifica a cualquier dispositivo conectado a Internet y es concebido como un sistema de identificación inequívoco.

Otro de los conceptos debatidos de la iniciativa del Senador Döring es el de la “puesta en disposición” que puede interpretarse de múltiples maneras, y afectar el libre intercambio de documentos en el ámbito digital.

Conclusión

Finalmente podemos sostener que el impacto de Internet en las sociedades contemporáneas admite ser considerado como un fenómeno profundo, complejo e irreversible. La lucha entre defensores de los viejos y nuevos modelos de operación se intensifica con el paso del tiempo. Los primeros se rehusan a abandonar sus prácticas convencionales de negocio y los últimos protegen fuertemente su nuevo entorno de desarrollo. Probablemente ninguna de las partes comprende que en todo cambio tecnológico esta lucha constante es inevitable.

Inciativas como COICA, SOPA, PIPA, y ACTA, entre otras, que buscan la legítima protección de los derechos de autor y la propiedad intelectual, pero a través de la extensión de prácticas que aseguran los modelos convencionales de negocio, seguirán siendo objeto de discusión en estos nuevos entornos digitales. Sin embargo, las únicas propuestas con mayor posibilidad de desarrollo y beneficio para las partes involucradas serán aquellas que consideren las características de la nueva ecología tecnológica. Las posibilidades de conocimiento que el ciberespacio ofrece, son mucho mayores a los medios tradicionales porque la información proviene en realidad de todas direcciones y por lo tanto el ser humano puede asimilar muchos más conocimientos. Si entendemos las revolucionarias transformaciones causadas por los medios, podremos anticiparlas y controlarlas, pero si continuamos en nuestro trance subliminal siempre seremos esclavos de los efectos tecnológicos -señalaba McLuhan-.

El cambio ha favorecido a aquellos que se han podido adaptar a los nuevos ambientes.

 

Fuentes de información

Friedman, T. (2006). La Tierra es plana. Breve historia del mundo globalizado del siglo XXI. Barcelona: Ediciones Martínez Roca.

Internet World Stats. “The Internet Big Picture. World Internet Users and Population Stats”. Disponible en http://www.internetworldstats.com/stats.htm Fecha de consulta: 22 de enero de 2012.

Islas, O. “El prosumidor. El actor comunicativo en la sociedad de la ubicuidad”. En Palabra Clave, volumen II, número 1, junio de 2008, Colombia: Universidad de la Sabana. Disponible en: http://redalyc.uaemex. mx/pdf/649/64911103.pdf Fecha de consulta: 22 de enero de 2012.

Mattelart, A. (2002). Una historia de la sociedad de la información. Barcelona. Editorial Paidós. McLuhan, M. (1996). Comprender a los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano. España: Paidós. McLuhan M., y Fiore, Q. (1967). The medium is the massage. An inventory of effects. New York: Bantham Books.

MillwardBrown. BrandZ Top 100 Most Valuable Global Brands 2011. Disponible en: http://www. millwardbrown.com/Libraries/Optimor_BrandZ_Files/2011_BrandZ_Top100_Chart.sflb.ashx Fecha de consulta: 22 de enero de 2012.

Postman, N. Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico. Disponible en http://www.aciprensa.com/reportajes/newtech/postman.htm Fecha de consulta: 22 de enero de 2012.

Nakamura, N. (2004). “Creando la sociedad de la ubicuidad en Japón, una nación creada en la tecnología”. Discurso inaugural CEATEC 2004. Japón.

Toffler, A. (1981). La tercera ola. México: Edivisión.

Toffler, A. y Toffler, H. (2006). La revolución de la riqueza. España: Deusto.

Wiener, N. (1981). Cibernética y sociedad. México:

Ediciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

 

Notas

1 Octavio Islas. Doctor en Ciencias Sociales. Director de la revista web Razón y Palabra, y director de investigación del World Internet Project México. Su cuenta de correo electrónico es octavio.islas@itesm.mx

Fernando Gutiérrez es Maestro en Administración de Tecnologías de Información (MATI) y Maestro en Comercio Electrónico (MCE). Candidato a Doctor en Derecho en la Universidad de Salamanca, España. Director del Departamento de Nuevos Medios de Comunicación y Arte Digital en el Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, y Director General del World Internet Project Capítulo México. Su cuenta de correo electrónico es fgutierr@itesm.mx

2 “El medio, o proceso de nuestro tiempo -la tecnología eléctrica-está redefiniendo y reestructurando los patrones de interdependencia social y todos los aspectos de nuestra vida personal. Nos obliga a reconsiderar y volver a evaluar cada pensamiento, cada acción, y cada institución que anteriormente dábamos por supuesta. Todo está cambiando -usted, su familia, su barrio, su educación, su trabajo, su gobierno, su relación con “los otros”. Y están cambiando de manera dramática” (Traducción a cargo de los autores).

3 Para atender el cierre de la edición de etcétera correspondiente al mes de febrero, enviamos nuestro texto el lunes 22 de enero. Confiamos que el congreso estadounidense votará en contra de la referida iniciativa y eso fue lo que ocurrió.

4 El término “sociedad de la ubicuidad”, afirma Nakamura, designa una sociedad en la que cualquier persona puede disfrutar, en cualquier momento y en cualquier lugar, de una amplia gama de servicios de información a través de dispositivos terminales y redes de banda ancha. La importancia de las comunicaciones digitales se encuentra implícita en el lema de la sociedad de la ubicuidad: “anyone, anywhere, anytime” (cualquier persona, en cualquier lugar, en todo momento). Véase. http://redalyc.uaemex.mx/pdf/649/64911103.pdf

5 No pocas de las empresas que apoyan la iniciativa SOPA comenten recurrentes violaciones a los contenidos protegidos por derechos de autor y propiedad intelectual. La disputa no se ubica en el orden de los principios, los valores y la ética. Se trata de un asunto de mercados y audiencias.

6 En el citado estudio de Millward Brown sobre las marcas más valiosas del mundo en 2011, VISA es la marca más valiosa -posición

20- del conjunto de empresas e instituciones que apoyan SOPA.

7 La primera conexión de ARPANET fue establecida el 21 de noviembre de 1969, entre la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y el Instituto de Investigaciones de Stanford -también en California-. En los primeros días de diciembre de 1969 se había formado una red con 4 nodos, pues a las universidades referidas se sumaron la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB) y la Universidad de Utah. ARPANET fue inaugurada en 1972, convirtiéndose en el fundamento de lo que hoy es Internet. La primera conexión ARPANET fuera de Estados Unidos fue establecida en Noruega, en 1973. En julio de 1977 fue probado el protocolo TCP/IP y el primero de enero de 1983, los protocolos TCP/IP fueron aprobados por ARPANET para reemplazar al protocolo NCP 8. En 1984 el sector militar de Estados Unidos determinó salir de ARPANET para empezar a operar MILNET como red independiente. Dos años después, en 1986, la National Science Foundation (NSF) estableció la primera red específicamente diseñada para operar a través de protocolos TCP/IP. La fusión de las redes de la NSFNet y ARPANET posibilitó la gestación formal de Internet.

8 Julio Verne anticipó Internet y el fax en la novela París en el siglo XX. El relato transcurre en la ciudad de París. El protagonista de la novela es Michel Jérôme, joven intelectual que malvive en una sociedad mecanizada que lo tacha de inútil por amar la lectura y las lenguas clásicas. Entre los paisajes mediáticos que describió Verne en la citada novela, destacan casas cableadas en las cuales las personas recibían información.

9 En el referido texto predijo el desarrollo de computadoras personales, el hipertexto, Internet, la World Wide Web (WWW), los sistemas de reconocimiento de voz e incluso enciclopedias en línea, como Wikipedia.

10 1948 fue un año determinante en el desarrollo del pensamiento sistémico. Karl Ludwig von Bertalanffy, fundador de la Teoría General de Sistemas, partió de la biología para plantear la idea de sistemas abiertos, concibiendo la posibilidad de explicar la vida y la naturaleza como sistemas complejos, sujetos a interacciones y dinámicas, que más tarde trasladaría al análisis de la realidad social y a las estructuras organizadas. Ese año Wiener sentó las bases de la cibernética. Además Shannon y Weaver presentaron los primeros modelos “matemáticos” de la comunicación. También en 1948 IBM introdujo la primera calculadora electrónica, la IBM 604, y construyó la computadora Selective Sequence Electronic Calculator (SSEC).

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