jueves 25 abril 2024

Revolución tecnológica y era digital

por Sergio Octavio Contreras

El cambio de paradigmas científicos produjo el surgimiento de nuevas tecnologías. Internet e innovaciones como el teléfono móvil y su capacidad para ser parte de la vida diaria de las personas, por ejemplo a través de la captura de fragmentos de existencia mediante fotografías y la grabación de videos, o el envío de mensajes electrónicos SMS (Short Message Service), son herramientas generadas por modificaciones paradigmáticas, es decir, la reinvención de los modelos o patrones establecidos para ejecutar una determinada acción.

Algunos historiadores y científicos sociales dan gran importancia al llamado cambio tecnológico, entendido como la aplicación del conocimiento o información dentro de un proceso productivo para mejorarlo o realizar ajustes en sus recursos. Tal vez uno de los mayores impactos de la aplicación del conocimiento se localice en las técnicas de guerra y en los medios de comunicación que hoy en día dominan el espacio aéreo.

Debe de considerarse al cambio tecnológico no sólo como la aplicación de conocimiento dentro de un proceso, sino como lo demostró la historia: en general el cambio tecnológico se deriva de conocimientos prexistentes más que de nuevos conceptos.

Alrededor del año diez mil antes de nuestra era, en algunas zonas del mundo antiguo apareció un cambio tecnológico que generó la primera revolución en ese sentido: la agricultura. Para Alvin Toffler el cambio tecnológico2 se dio a partir del descubrimiento de métodos para cultivar plantas y permaneció hasta el siglo XIX, incluso en nuestros días aun hay vestigios de este movimiento técnico.

Esta revolución apareció en regiones donde florecieron las primeras grandes civilizaciones de la agricultura: Egipto, Mesopotamia, China, India, México y Perú. El cambio de tecnología y la decadencia del nomadismo provocó la aparición de centros urbanos y los primeros sistemas de organización social, política y familiar, en donde la presión demográfica3 jugó un papel fundamental para la obtención de alimentos, el desarrollo de nuevas técnicas de cultivo y por consiguiente del comercio.

Las teorías del desarrollo de la agricultura en el mundo apuntan a cinco zonas donde los distintos cultivos proporcionaron alimentos a las primeras civilizaciones:4

Sudoeste de Asia: India, Irán y Afganistán.

Sudeste de Asia: China, Japón y Nepal.

Mediterráneo: Mesopotamia y Egipto.

Abisinia: Etiopía.

Nuevo Mundo: México y Perú.

Toda nueva forma de hacer las cosas como fue el dominio de los sistemas agrícolas, siempre se presenta en un proceso de tres etapas: invención, innovación y difusión. En la revolución neolítica que se extendió a todos los imperios las nuevas técnicas de cosecha fueron integradas a la vida laboral, pero en estas sociedades se realizaron otras aportaciones como fue la tecnología del tornillo y el molino de agua, posteriormente transmitidos a otras culturas, donde se mejoraron y utilizaron dependiendo de las necesidades comunitarias.

En los imperios de la antigüedad, la agricultura se convirtió en un “macroinvento” al detonar un cambio en todos los sistemas humanos que a su vez generó “microinventos”, es decir, el cúmulo de nuevas tecnologías o mejoras ligadas en este caso a la agricultura: cultivo de barbecho, la moneda, la geometría, la escritura, etcétera.

En la época feudal las técnicas agropecuarias también fueron innovadas: el cultivo al tercio, el cultivo por temporada (invierno cereal, primavera barbecho) y el arado. Sin embargo el estribo del caballo, técnica inventada en China alrededor del siglo III y que se difundió en toda la Europa cristiana, fue el invento que presumiblemente gestó la Edad Media5 y a su vez trajo consigo una distinta forma de vida social: la época de los caballeros y las cruzadas religiosas.

Durante el Mundo Antiguo la técnica nació de acuerdo con las necesidades humanas y para resolver aspectos cotidianos; esto no varió al finalizar el Medievo donde una nueva revolución aparecería, pero no de tecnologías, sino de ideas y métodos.

Dentro del Renacimiento (1400-1600) la aparición de técnicas propició el desarrollo de instrumentos que generarían siglos después modificaciones en los sistemas de producción. Sin embargo en este periodo no se puede hablar de una revolución tecnológica a partir de la llegada de inventos pues no se originaron profundos cambios sociales.

Antes de la revolución de ideas, durante toda la Edad Media y bajo los imperios del Mundo Antiguo, el retraso tecnológico puede comprenderse por la ausencia de conocimiento: “El mundo antiguo se caracterizaba por un claro y casi total divorcio entre la ciencia y la práctica. El objetivo de la ciencia antigua, se ha dicho, era saber, no hacer; entender la naturaleza, no controlarla”.6

Mediante el uso de instrumentos tradicionales, algunos tan sencillos como un hilo, los astrónomos de finales del siglo XVI descubrieron repentinamente que los cometas vagabundeaban a su arbitrio a través del espacio anteriormente reservado a los inmutables planetas y estrellas. Después de Copérnico los astrónomos vivían en un mundo distinto debido a la percepción científica.7

Una de las invenciones más importante del Renacimiento fue la imprenta de Johann Gutenberg, desarrollada entre 1440 y 1450. El sistema tipográfico se basó en el tipo metálico y en la prensa de tornillo, la cual presionaba uniformemente el papel contra la superficie tintada de la plancha con una composición de tipos móviles.

A partir de este invento se asocian importantes acontecimientos históricos surgidos en occidente, como la secularización de la sociedad, la comercialización de material impreso, la revuelta protestante contra las autoridades papales de la Iglesia Católica en 1517, (Lutero, Bugenhagen, Rotterdam, Melanchton y Forster) la aparición de la ciencia moderna (Descartes, Newton, Bacon) y el desarrollo de la educación.

En este periodo aparece la pólvora como nuevo instrumento bélico que sustituyó las espadas y los escudos mediante el desarrollo de armas de fuego; las brújulas que ampliaron los horizontes de los navegantes con los descubrimientos geográficos de gran trascendencia que marcaron la colonización de nuevas tierras (Colón, Vasco de Gama el reloj, el guanaco (utilizado para tratar la sífilis), la destilación y el gusano de seda para elaborar prendas. Con excepción del comercio, el resto de los sectores productivos como la agricultura o la minería, no sufrieron modificaciones importantes en sus estructuras.

La difusión de las novedades también generó nuevos sistemas. Un ejemplo ocurrió en 1543 cuando tres viajantes portugueses fueron los primeros europeos en visitar Japón, llevaban consigo dos trabucos, armas de fuego de carga frontal, entonces desconocidas en Asia.8 Los japoneses se impresionaron por las armas primitivas, las compraron y pusieron a trabajar a sus espaderos en la reproducción. Al cabo de una década los escopeteros de todo Japón producían gran cantidad de armas de fuego con base en los diseños portugueses, las cuales se utilizaron en la década de 1560 en forma rutinaria y para 1575 resultaron decisivas en una de las grandes epopeyas militares de la historia nipona, la batalla de Nagashino.

De las ideas renacentistas el mundo occidental transitó a una moderna pauta, la “Revolución Industrial”, que encontró su fuente de energía en la máquina de vapor de 1769, diseñada por James Watt. Este invento a su vez generó innovaciones que rompieron con los esquemas existentes, estableciendo incluso formas sociales diversas como en su momento ocurrió con la agricultura.

La industrialización del siglo XIX trajo consigo desarrollo en los sectores textil, metalúrgico y químico, pero tales avances técnicos deben ser reflexionados a partir de los aspectos financieros que sostuvieron su origen:9

a.La ciencia dependía económicamente de la industria y no de la educación.

b.Las elevadas retribuciones orientaban a las personas a buscar soluciones a sus problemas cotidianos.

c.Las actividades empresariales ejercían influencia sobre las disciplinas científicas que carecían de libertad financiera.

d.La historia de las ciencias individuales puede analizarse mediante la comprensión económica del contexto donde se desarrollan.

Para el siglo XX es la ciencia y no la necesidad (como ocurrió con las revoluciones agrícola e industrial) el principal motor productor de tecnologías. La ciencia tiene una dinámica que según algunos autores está generando en la actualidad una nueva revolución tecnológica, paralela a otras revoluciones en momentos históricos distintos y con características de penetración muy diversas.

Según la teoría del economista austro-estadounidense Joseph Schumpeter, la innovación es parte de la revolución tecnológica, entendida como cambios en las “funciones de producción”, es la palanca que produce crecimiento económico en el mundo actual.10 La innovación es, por lo tanto, el paso siguiente a la aplicación práctica de la invención. En los últimos años entre algunos países con elevados índices de innovación se encuentran Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Noruega, Alemania, Dinamarca y economías asiáticas sólidas como Japón, Corea, Singapur, Hong Kong y Taiwán.

En la Unión Europea para clasificar el índice de innovación entre los países, se analizan 29 indicadores, entre los que se encuentran recursos humanos, financieros y de soporte, el número de centros de investigación, la vinculación y el espíritu empresarial, así como rendimientos y mejoras en los procesos innovadores. Entre las naciones europeas con mejores niveles de innovación se ubican Suecia, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido y Alemania.11

Kondratiev establece que en la época actual por primera vez existe una gran relación entre ciencia y generación de tecnología.12 Para el economista ruso, la invención y la innovación aparecen en forma cíclica durante determinados periodos de tiempo.

Sobre los cambios generados por la revolución tecnológica, Thomas S. Kuhn, uno de los filósofos de la ciencia más importantes de los últimos 50 años, sostiene una tesis que se acerca a la esfera en la que se encuentra el mundo actual:

“Los científicos adoptan nuevos instrumentos, miran en lugares nuevos y, lo que resulta más importante, durante las revoluciones ven cosas nuevas y diferentes cuando miran con instrumentos familiares en lugares en los que ya antes habían mirado”.13

Las tecnologías para algunos teóricos como Robert Solow14, son las causantes del desarrollo económico en sociedades modernas. Aunque esta tesis es muy cuestionada, nadie puede negar que la mayor parte de la economía moderna se base en conglomerados y empresas que adoptaron la ciencia como mecanismo para el desarrollo de innovaciones a partir de la conquista del mercado.

Para Langdom Winner los artefactos tecnológicos no son neutrales. Plantea que los sistemas de la cultura material moderna pueden ser juzgados no sólo por su contribución a la eficiencia y productividad y por sus efectos secundarios ambientales positivos y negativos sino también por la manera en que pueden encarnar formas específicas de poder y autoridad.15

El nacimiento de Internet

Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de la informática con las primeras computadoras de cinta magnética y tarjetas perforadas fue el inicio de la llamada “Era digital”, de la cultura del almacenamiento de información en soportes electrónicos y de novedosos procesos de producción. En la historia informática se registran cinco ciclos de desarrollo de computadoras:16 primera generación entre 1943-1955, segunda generación entre 1955-1964, tercera entre 1964-1970, cuarta entre 1970-1980 y quinta de 1983 a la actualidad.

Tabla 1. Ciclos de desarrollo tecnológico de Kondratiev.

Sin embargo, entre 1960 y 1980, los avances científicos que fueron compartidos por los investigadores se convirtieron en el ADN de la tecnología que define nuestra era: Internet.

En 1965 la Agencia de Proyectos de Investigación para la Defensa de Estados Unidos (DARPA), inicia un estudio sobre “redes cooperativas” y ese mismo año, el científico Larry Roberts del MIT logró conectar por primera vez dos computadoras para la transmisión de datos, un aparato TX2 de Massachusetts con una Q-32 en California.

Bob Taylor, director de la oficina de técnicas de proceso de información (Information Processing Techniques Office), contrató en 1966 a Larry Roberts para dirigir el proyecto Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET) 17. Un año después DARPA y la organización Rand Corporation con el apoyo de Kleinrock, crean la primera red de nodos basada en conmutación de paquetes en la Universidad de California (UCLA).

Paralelamente en el Instituto de Investigación de Stanford (SRI), se instaló el segundo nodo bajo el nombre de proyecto Douglas Engelbart, además de patrocinar el Network Information Center para que los host (computadoras conectadas con otras computadoras) pudieran traducir las direcciones y un directorio de documentos RFC (Request For Comments). En este periodo pudo enviarse un mensaje de un host a otro host, entre la UCLA y los científicos del SRI. A finales de 1969 existían cuatro nodos conectados a ARPANET en todo Estados Unidos.

El proyecto ARPANET trabajó en 1970 con un grupo de ingenieros asociados en el Network Working Group (NWG) y creó el protocolo Network Control Protocol (NCP) para unir varios host al mismo tiempo. Comenzó el envío de mensajes por satélite, cable y radio. Sin embargo presentaba problemas al intentar unir dos host con distinto lenguaje de programación.

A través de la empresa Bolt, Beranek and Newman (BBN), el programador Ray Tomlinson creó en 1971 el programa SNDMSG, el cual fue el primer sistema para enviar correo electrónico. Tomlinson adoptó el signo del arroba (@) para unir el nombre del usuario con el nombre del servidor.

Desde la Universidad de Stanford, entre 1972 y 1976 los científicos Vinton Cerf y Bob Kahn, crearon un protocolo para la intercomunicación de redes por paquetes llamado TCP (Transmission Control Protocol), que sería la llave de interconexión entre computadoras para el intercambio de mensajes y documentos entre distintos sistemas. En 1977 se mencionó por primera vez a la red como Internet, a partir de Interconnected Networks (redes interconectadas), dado que el TCP/IP permitió a los nodos existentes en el mundo unirse en una misma red.

Para 1983 ARPANET abre sus puertas a las universidades y empresas. La red ya era conocida como Internet. En los años siguientes al proyecto, varias innovaciones aparecieron gracias a las aportaciones de investigadores de distintas partes del mundo18, quienes compartieron sus conocimientos y este intercambio fue lo que en realidad generó la red.

La Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos dio acceso en 1984 a seis centros universitarios a la red y aparecen dos nuevas redes USENET y BitNet, que terminarían fusionándose a Internet. En 1987 varias universidades europeas ya estaban conectadas a Internet, lo mismo que pequeños centros académicos e incluso áreas de experimentación que crearon sus propias redes. En 1989 ARPANET anuncia su desaparición, prácticamente fue absorbida por las cientos de redes que habían aparecido en todo el mundo.

Debido a la proliferación de las redes, fueron asignados nombres a los hosts, lo que originó el invento del DNS (Domain Name System) o nombre de dominio, creado por Paul Mockapetris. Debido a que Internet conectaba computadoras fuera de Estados Unidos, se hizo necesario modificar el DNS, por lo que se crearon dominios por regiones como “mx” (México), “es” (España), “uk” (Reino Unido), etcétera. También se crearon las primeras categorías de dominio como “edu” para educación, “int” para instituciones internacionales, “mil” para organizaciones militares y “gob” para gobiernos, entre otras.

En Ginebra durante 1989 el científico Tim Berners-Lee, quien laboraba en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), junto con Robert Cailliau, inventaron un sistema que dio la posibilidad de desarrollar hipertexto y multimedia en la red: la World Wide Web. A inicios de la década de los noventa Berners-Lee creó también las bases del protocolo de transmisión HTTP, el lenguaje de documentos HTML y el concepto de los URL.

El estudiante finlandés Linus Torvals, de la Universidad de Helsinski, perfecciona en 1991 el sistema operativo UNIX y crea el sistema LINUX el cual se difunde gratuitamente por Internet.

En 1993 Marc Andreesen inventó el primer “navegador” de Internet conocido como Mosaic y posteriormente coordinó el equipo que diseñó el Netscape Navigator. Ese mismo año el Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN), libera el software para navegar en Internet y la tecnología es puesta al alcance de los consumidores.

La reciprocidad de información entre los especialistas generó lo que se conoce como “cultura hacker”, que a su vez permitió intercambiar “códigos abiertos” y mejorar las tecnologías en forma colaborativa, tal y como Pekka Himanen lo describe en su célebre obra La Ética Hacker:

En el centro de nuestra era tecnológica se halla un grupo fascinante de personas que se autodenominan hackers. No se trata de celebridades televisivas con amplia fama y reconocimiento, pero todos conocen sus logros, que constituyen la nueva base tecnológica de la sociedad emergente: Internet y la Red de redes (lo que en conjunto podríamos llamar la Red), el ordenador personal, así como una parte importante del software utilizado para que todo ello funcione.

La historia de la relación entre los centros de investigación interconectados estableció los pilares de la red de redes y generó que la cultura hacker se estableciera por encima de los intereses económicos de la propiedad intelectual. La mayor parte de la base tecnológica de Internet se generó en Estados Unidos, principalmente en California y en el llamado Silicon Valley (Valle del Silicio), pero hay que aclarar que las innovaciones fueron creadas en forma gradual19 después de años de investigación, como el transistor desarrollado en Nueva Jersey en 1947, el circuito integrado en Texas en 1957 y el ordenador personal en Nuevo México en 1974. Estos tres inventos convergieron por diversas razones en la zona sur de Norteamérica, donde se integraron a las nacientes tecnologías de la información y a la cultura hacker que se expandía en los centros académicos.

El open knowledge (conocimiento abierto) permitió que Internet se convirtiera en una estructura en movimiento, en constante cambio en su diseño hasta transformarse en el andamiaje multimedia de comunicación que logró agrupar a los medios existentes (escrito, visual y auditivo) en una sola plataforma:20

A nivel económico entre los años 1993 y 2000, el establecimiento de Internet propició un nuevo paradigma, el e-bussines (negocio electrónico) y su modelo más representativo: las empresas “punto com”. Mediante estos negocios floreció el comercio electrónico desde ventas de libros por Amazon hasta el trueque de productos entre los usuarios por e-Bay. Sin embargo el boom21 del nuevo comercio sufrió el efecto de la “burbuja.com”22 y entre 1997 y 2001 el e-bussines presentó una recesión global.

Sin embargo las empresas que salieron a flote lograron consolidarse dentro del negocio de la red, como Google, creada por Larry Page y Sergey Brin, estudiantes de la Universidad de Stanford, quienes como parte de su tesis doctoral crearon en 1998 el navegador más poderoso y popular de la última década.

Google desbancó en un par de años a los entonces navegadores dominantes de Internet, como fueron Altavista y Yahoo. En la actualidad Google es el sitio más consultado en todo el mundo, ofrece una gran cantidad de herramientas gratuitas a los usuarios como Google Earth, Picasa, Google Buz, Picnik, Gmail, Adsense, Adwords, Blogger, Google Alerts y Blog Search entre otras aplicaciones.

Desde una perspectiva constructivista, existe una relación entre sociedad y tecnología, ambas unidas por cambios e influencias mutuas más no determinantes, pues según cada contexto y época, varía la aparición y el uso de las tecnologías.

Por lo que respecta al plano social, los desarrollos técnicos actúan en la vida diaria de las personas con influencia y dependencia: la tecnología es el elemento más determinante en la transformación de las sociedades humanas.23 Un ejemplo puede encontrarse antes del siglo XV cuando la mayoría de los europeos no tenían información sobre el hemisferio occidental, pero después del invento de la brújula, Cristóbal Colón y otros exploradores pudieron cruzar el Océano Atlántico y descubrir el nuevo Continente.

Aunque hay que aclarar que no siempre las tecnologías tienen el mismo efecto sobre la sociedad, puede que en algunas otras culturas el uso sea diferente, pues también existen factores exógenos muy variados que llegan a determinar el diseño, la difusión y el uso de determinada tecnología.24

Hoy en día la dependencia tecnológica parece llevarnos a un “sonambulismo tecnológico”, donde los instrumentos dejaron de ser simples herramientas para convertirse en parte de las existencias humanas sin un pleno conocimiento sobre su funcionalidad. ¿Qué tan conscientes somos de los implementos técnicos que usamos todos los días como el iPhone, la Laptop o el reproductor de MP4? La sociedad utiliza las innovaciones, pero en la mayoría de los casos pasa por alto el proceso de apropiación tecnológico.

Como parte de la cultura electrónica, estudios empíricos demuestran que las personas que llegan a tener acceso a la tecnología pueden lograr integrarla a su vida diaria, como complemento de sus actividades o bien como extensiones de sus propios órganos. ¿La red sería una extensión del cerebro humano?

Las tecnologías como extensiones del hombre es una importante aportación de Marshall McLuhan, uno de los teóricos socioculturales más relevantes del siglo XX y tal vez el profeta más certero sobre los cambios que vive actualmente la sociedad global. McLuhan es figura central de la llamada Escuela Canadiense o Escuela de Toronto, cuna de algunos de los postulados teóricos que explican con mayor exactitud las modificaciones que generan hoy en día las nuevas tecnologías en la comunicación humana.

Los trabajos del economista Harold M. Innis (1894- 1952), tuvieron gran influencia sobre el pensamiento de McLuhan. Para Innis la historia de las civilizaciones depende en gran medida del papel de los medios de comunicación: en Roma la cultura escrita favoreció la creación de las instituciones mientras que la imprenta del siglo XVI rompió con el monopolio de la Iglesia.25

Mapa 1. El proyecto Arpanet en noviembre de 1971 según International Policy Fellowships (IPF).

Entre la década de los sesenta y setenta del siglo XX, McLuhan se convirtió en la figura más conocida y representativa de la Escuela de Toronto, algunos investigadores y especialistas consideran que su obra fue un intento por llevar la teoría de la comunicación a una categoría de ciencia formal.

Dentro del desarrollo conceptual de McLuhan, se puede ubicar su etapa más brillante y madura a partir de la década de los sesenta cuando publica La Galaxia Gutenberg en 1962 y Comprender los Medios de Comunicación en 1964. En este último libro realiza una visión extraordinaria sobre la capacidad de la tecnología como extensiones del ser humano en una época donde no existían los medios como los conocemos en la actualidad.

Al igual que las tecnologías de la comunicación (como el satélite, la televisión o la radio) son extensiones del hombre, McLuhan consideró que “el medio es el mensaje”, en el sentido de que tanto el medio como su mensaje se contienen, como sería el habla cuyo contenido es la escritura, del mismo modo que la palabra escrita constituye el contenido de lo impreso y lo impreso es el contenido del telégrafo:

“La luz eléctrica en tanto que medio de comunicación, escapa de la atención justamente porque no tiene contenido y esto la convierte en un ejemplo por demás valioso de cómo las personas dejan de estudiar totalmente los medios, ya que no es sino hasta que la luz eléctrica se emplea para que deletree algún nombre de marca registrada cuando se la mira como un medio. Así pues, no es la luz, sino el contenido (lo que en realidad es otro medio) lo que sí se nota. El mensaje de la luz eléctrica es, al igual que el mensaje de la energía eléctrica en la industria, totalmente radical, penetrante y descentralizado, porque si bien la luz y la energía eléctrica están separadas en cuanto a sus usos, de todos modos eliminan factores de tiempo y espacio en la asociación humana, exactamente del mismo modo que lo hacen la radio, el telégrafo, el teléfono y la televisión, creando una profunda implicación”.26

En la también llamada “era virtual”, la consciencia parece alejarse cada vez más de los objetos reales y fundirse en una nube de posibilidades: a medida que el hombre tecnológico corre hacia su totalidad y carácter inclusivo, en la primera época, ya no tendrá una experiencia de la naturaleza, como “la naturaleza al natural”. Habrá perdido el tacto y para entonces se habrá dado cuenta de que el tacto no es sólo una presión en la piel sino la captación de todos los sentidos al mismo tiempo, una especie de “tactilidad”. Cuando perdemos la naturaleza como una experiencia directa perdemos una rueda de equilibrio, la piedra fundamental de la ley natural. Con o sin drogas, la mente tiende a flotar libremente hacia una zona peligrosa de abstracciones.27

Las innovaciones tecnológicas de la información son consideradas por los optimistas del cambio como fuentes democráticas vírgenes. Al carecer Internet de un lugar físico de operación y dada su ubicuidad, el modelo de la información que se envía y recibe28 (principio comunicacional explorado en la década de los cuarenta por Claude Shannon y Norbert Wiener), carece de mecanismos eficientes para ser limitado, aunque los centros de poder sigan siendo los mismos: la política económica de libre frontera.

Los optimistas profetizan el surgimiento de una nueva sociedad civil con rasgos similares a la primera opinión pública habermasiana del siglo XVIII, pero ahora potenciada por las Tecnologías de la Información y el Conocimiento, que contradictoriamente han tenido su origen en países económicamente desarrollados.

Por otro lado, lejos de las libertades que puede generar la red, existe una óptica pesimista que se debe de tomar en cuenta si se considera que al menos el 80% de la información que circula en Internet no tiene un fin práctico, como sería el uso para actividades educativas (bibliotecas virtuales, consultas en línea, asesorías, debates entre profesores, etcétera) o con motivos humanistas (lucha ambientalista, protectores de derechos civiles, movimientos artísticos, corrientes pacifistas, combate a la corrupción, etcétera).

La pregunta aun sin responder es si en los inicios del siglo XXI el desarrollo de inventos y las mejoras de las extensiones del ser humano podría definir una nueva revolución que trastoque lo mismo los sistemas de producción, los flujos financieros económicos y la estructura social en todas sus formas de organización, tal como ocurrió con las revoluciones agrícola diez mil años antes de nuestra era, o la industrial, en el siglo XVIII.

Notas:

1 Heilbroner Robert. Do Machines Make History? MIT Press, 1994, p.53

2 Toffler, Alvin. La tercera ola. Editorial Plaza & Janés. Bogotá 1980, p. 12

3 Boserup, Ester. Población y cambio tecnológico. Editorial Crítica, Barcelona 1984, p.1-51.

4 La teoría sobre el origen de la alimentación y las plantas en el mundo fue desarrollada por Nikolai Vavilov en su reconocida obra Five Continents.

5 White, Lynn Jr. Tecnología medieval y cambio social. Editorial Paidós, Buenos Aires 1967, p. 17-54

6 Finley, Moses I., La economía de la Antigüedad. Fondo de Cultura Económica, México 2003, p.29.

7 Kuhn, S. Thomas. La Estructura de las Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura Económica. México 2004, p. 193.

8 Basalla, George. La Evolución de la Tecnología. Editorial Crítica. Barcelona 1991, p. 93-94

9 Rosenberg, N. Tecnología y Economía. Editorial Gustavo Gilli, Bercelona, 1979, p. 140-153

10 Schumpeter, Joseph. The Theory of economic development. Harvard Univesrity Press, United States 1934, p. 84

11 Datos tomados del informe European Innovation Scoreboard 2009, publicado por la UE en www.proinno-europe.eu.

12 Kondratieve, Nicola. Las ondas largas de la economía. Revista Occidente. 1946, vol. 4, no.1, Madrid, p. 123

13 Kuhn, op. cit., pág. 193.

14 Solow, Robert. A Contribution to the Theory of Economic Growth, Quarterly Journal of Economics. Febrero 1956, vol. 70, no. 1, p. 65-94.

15 Winner, Landgon. La ballena y el reactor. Editorial Gedisa, Barcelona 1987, p. 208.

16 Becerril, F. y Chacón, J. Tecnologías de la información. Oxford University Press. México, 2004, p. 19-34

17 Abbate, Janet. Op.Cit. p. 44-81

18 Gilles, James y Cailliau, Robert. How the web was born. The story of the world wide web. Oxford University Press, Oxford 2000, p. 398.

19 Naughton, John. A brief history of the future. The origins of the internet. Orion House. Phoenix, 2003, p.168.184

20 Hine, Christine. Etnografía Virtual. Editorial UOC, Barcelona 2004, pp. 193-198

21 Mandel, Michael. La Depresión de Internet. Pearson Educación. Madrid, 2001, p.259

22 La especulación sobre el valor de las compañías punto com en las bolsas de valores en el mundo generó que tan sólo en los años 2000 y 2003, cerca de 5 mil empresas en línea desaparecieran al declararse en quebranto financiero.

23 Smith, M. R. Historia y determinismo tecnológico. Editorial Alianza, Madrid, 1997, p.12

24 Bijker, W. y Pich, T. The social construction of technological systems. MIT Press, Cambridge, 1984, p. 17-50

25 La obra más importante de Harold Innis fue publicada en 1951 por la Universidad de Toronto bajo el nombre de “The bias of communication”, con la introducción escrita por McLuhan.

26 McLuhan, Marshall. La comprensión de los medios como las extensiones del hombre. Editorial Diana, México, 1969, p. 31-32

27 McLuhan, Marshall y Powers, B. R. La aldea global. Editorial Gedisa, Barcelona 1989, p. 101

28 Shannon, Claude. A Mathematical Theory of Communication. The Bell System Technical Journal. 1984, vol. 27, p. 379-423.

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