miércoles 24 abril 2024

Raúl Trejo Delarbre: “He sido un aspirante a periodista”

por Verónica Díaz

¿Qué distancia hay entre el niño que soñaba con ser y el adulto que ahora es?

Medio siglo.

¿Y de sueños?

No recuerdo con frecuencia los sueños de la infancia, pero de niño quería ser periodista y de adolescente comentarista de cine; eran mis dos vocaciones centrales. Ninguna la conseguí del todo. Estudié periodismo, luego algunas otras cosas en el área de ciencias sociales, así que diría que mi vocación de comunicarme la cumplí, al menos en parte, pero propició un comportamiento un tanto esquizofrénico, porque no solo me involucré con los medios sino que desde el campo académico me he tratado de ocupar de discutir a los medios. He sido, entonces, un aspirante a periodista, criticón de periodistas.

¿Cómo cubrió la vocación de ser comentarista de cine?

La cumplí intensamente cuando era muy joven. Entre mi salida de la preparatoria y mi ingreso a la facultad podía ver tres y hasta cuatro películas en un día. Esto no lo pude mantener, tuve que estudiar y trabajar, pero en aquellos años era yo muy feliz porque no solo descubría el cine clásico, los grandes autores, el cine más contemporáneo de los setenta, sino que además escribía pequeñas notitas; algunas las publiqué en varios sitios. Mucho más tarde me he tenido que resignar a ser fundamentalmente cinéfilo de diván.

¿Usted es un humanista de izquierda o un socialista moderado?

Quisiera ser un socialista humanista. Me defino como un hombre de izquierda, me he considerado así toda la vida y me parece que la izquierda es aquella corriente del pensamiento político que postula la igualdad, la democracia y el respeto a los derechos humanos. Me considero de izquierda en un contexto en que a la izquierda se le confunde con otras cosas, me parece que están lejos de ser de izquierda muchos de los personajes o los partidos a los que en México se considera como tales, pero he aprendido a vivir con esa desventaja y, a entender que la izquierda está más allá de los partidos políticos.

Si nos ponemos estrictos ¿no hay izquierda en México?

Bueno, si yo digo que soy de izquierda, a lo mejor sí la hay. No quiero decir que la izquierda soy yo, para nada. Creo que hay una corriente en la sociedad mexicana que se identifica con valores como los que he mencionado y que recorre buena parte de los partidos políticos. Puedo reconocer en el PAN y en el PRI a personas con esas convicciones, que quizá no son de izquierda o no se identifican como tales porque aparte tienen otro tipo de puntos de vista. Las reconozco en el PRD y en las formaciones periféricas de este partido, hay mexicanos que comparten este punto de vista, pero que son minoría en estos partidos. Deploro mucho que no tengamos en México un gran partido socialdemócrata, que me parece que es la única manera de ser auténticamente de izquierda, es decir, de promover reformas, construir opciones aunque no se esté en el poder. Me ha entusiasmado por eso, con muchas reservas sin embargo, el pacto que hace poco suscribieron los partidos políticos y el Presidente porque encuentro en este pacto el eco de políticas de izquierda. Vamos a ver si pueden avanzar con esos compromisos.

¿A los mil días de Carlos Salinas se suma otro sexenio con Enrique Peña Nieto?

No lo sé. Han transcurrido varios miles de días desde aquella mitad del sexenio del presidente Salinas; el país no es el mismo, las reformas que parecían y eran novedosas hoy resultarían insuficientes; la sociedad frente a la cual Salinas proponía un modelo menos autoritario ya está acostumbrada a la participación, a la exigencia y al escrutinio del poder. Todo Presidente, cuando comienza su gestión, define el rasgo de lo que será su perfil ante el país y posiblemente ante la historia, las reformas más importantes suelen ocurrir en los primeros meses, si acaso en el primer año, por eso hay tanta expectación sobre lo que pueda hacer Peña Nieto. Diría que las reformas que necesita el país, no son necesariamente resultado de golpes de mano como los que emprendió Salinas contra “la Quina” o el SNTE sino de cambios a veces mucho más pausados, el camino de las reformas sociales, económicas, políticas, culturales es a veces menos espectacular de lo que requieren algunos mexicanos ávidos de cambios, o los medios de comunicación.

¿Televisa sigue siendo el quinto poder?

Bueno, en ese libro retomaba una frase de don Manuel Buendía, que había sido asesinado muy poco antes de su publicación. Una reflexión que decía que Televisa ha llegado a ser el quinto poder, pero muchos mexicanos piensan que ya es el primer poder. Estamos hablando de una metáfora, el poder más sólido, más influyente es el del Estado, pero la capacidad de las corporaciones televisivas, Televisa, desde entonces y todavía al frente de las corporaciones mediáticas, es tan influyente en su capacidad de persuasión, es tan vehemente, pero sobre todo el deslumbramiento del mundo político es tan obnubilado delante del poder de Televisa, que sí, en ocasiones, y hay experiencias recientes que lo demuestran, llega a sobreponerse a otros intereses.

¿Si no hubiera sido investigador qué otra profesión hubiera abrazado?

Es muy difícil especular al respecto, a lo mejor le puedo decir que me hubiera gustado ser centro delantero de Los Pumas, pero sé que es absolutamente inverosímil en mí esa suposición. Me hubiera gustado involucrarme más en el periodismo, no sé si hubiera soportado la exigencia cotidiana; lo he padecido en alguna ocasión. Me hubiera gustado ser, como lo mío nunca fue, el trabajo en la calle, lo digo con toda franqueza y con respeto a quienes hacen ese trabajo, creo que hubiera podido hacer un trabajo decoroso en la redacción de algún medio, no sé en qué nivel. Ahí me hubiera visto yo, pero no sé, nunca descarto cuando hago especulaciones como éstas aquella vocación que comentaba de mirón profesional de cine.

Le pregunto al sociólogo ¿qué significado tiene que haya regresado el PRI a la Presidencia y qué futuro le augura?

Lo sabremos, dicho sea como sociólogo, dentro de algunos años, hoy en día implica una dosis de… es muy contradictorio, de desilusión, expectación y esperanza. ¿Cómo se puede tener esperanza a partir de la desilusión? Bueno a esas situaciones han llevado las exigencias políticas. Con una visión de largo plazo posiblemente sea una involución regresar con el mismo partido, lo que habrá que preguntarnos y preguntarle al tiempo y a la prueba de los hechos, es si estamos ante el mismo partido que tanto descalificamos -con tanta razón por autoritario, patrimonialista, totémico y presidencialista hasta los años 80- o si hay una suerte de regeneración del PRI. En lo personal no lo creo, pero estoy obligado a mantener el beneficio de la duda crítica.

¿Whisky o Tequila?

Cuando yo bebía alcohol de graduación grande, prefería el Whisky.

¿Piporro o José José?

José José, sin lugar a dudas. No me sé una sola canción de Piporro, pero pregúnteme de José José… mejor no me pregunte.

¿Pedro Ferriz o Paty Chapoy?

Creo que hay circunstancias en la vida en las que uno no tiene que elegir.

¿López Dóriga o Javier Alatorre?

Tengo mucho aprecio por Javier, pero creo que es un error compararlos porque López Dóriga es un extraordinario periodista aunque esté ceñido a los cartabones y mimetizado por una empresa tan restrictiva periodísticamente hablando como es Televisa. Javier es buena persona, es un buen lector de noticias, no ha ejercido el periodismo, salvo en excepciones, ha tenido que construir un estilo, mimetizado a su vez, para el estruendo que impone Televisión Azteca. Pero si usted me pone esa opción, quizá mi respuesta debió haber sido Ciro Gómez Leyva.

¿El Universal o Excélsior?

El Universal.

¿Canal Once o Canal 22?

Depende. Debo confesar que soy mal televidente de televisión no comercial… estoy tratando de pensar cuál veo más… no lo sé, me quedó con un poco de cada una.

¿Qué se siente que sea etcétera quien lo entreviste para el espacio que usted inventó?

Es como una pesadilla amable, como una profecía autocumplida. Es un privilegio porque hace años dejé de estar a cargo de decisiones sobre espacios como éste. Es un gusto.

¿En qué noticieros de radio y televisión se informa?

Por la mañana escucho Antena Radio con Mario Campos y le voy cambiando a ratos al espacio de Carmen Aristegui. Al mediodía, cuando trabajo en casa, escucho a Denise Maerker en Radio Fórmula. Por las noches escuchaba a Salvador Camarena en W Radio, hoy no lo hago por que desapareció ese espacio. Cuando tengo tiempo miro y escucho Fórmula de la tarde con Ciro Gómez Leyva. No veo televisión por las mañanas y, por la noche, aunque no me crea, hago todo lo posible por no ver noticieros, por lo menos, cuando lo hago, prefiero mirar el noticiero de Gómez Leyva y, cuando hay algún asunto relevante en el noticiero de López Dóriga. Jamás veo programas en Televisión Azteca, hace diez años que invadió la antena de Canal 40. No veo Televisión Azteca, excepto -porque no hay nada del todo absoluto en esta vida- cuando transmiten algún partido de Los Pumas o algún evento de esta índole.

¿Algún personaje histórico a quién le habría gustado entrevistar?

Al presidente Mexicano de 2080, quien quiera que sea. Será un personaje histórico, supongo, pero no estaré para conversar con él. A mí no me conmueven especialmente, no soy buen lector de biografías, pero no me preguntó por un político, me hubiera gustado acompañar las andanzas de James Joyce por Dublín; conversar en sus vigilias, porque dormía mucho, con Marcel Proust, mientras escribía En busca del tiempo perdido; no sé si me hubiera gustado recorrer Praga con Franz Kafka. Me hubiera gustado conocer, pero no más de media hora a Norman Mailer, porque dicen que era insoportable y, bueno, me adelanto, quizá, a una pregunta suya, me hubiera gustado conocer y, no hubiera hecho más que contemplarla, a Marilyn Monroe.

¿Tres deseos para los Reyes Magos en materia de medios mexicanos?

Los Reyes Magos me quedaron mal en varias ocasiones cuando era pequeño, pero a pesar de eso yo diría: diversidad en los medios, calidad en los contenidos y, una regulación auténticamente seria por parte del Estado, que de ninguna manera implique restricciones y que reivindique el derecho de la sociedad.

Pide mucho

Bueno son tres los Reyes Magos.

¿Ajedrez o dominó?

Ajedrez, pero soy muy mal jugador de ajedrez, me desespero mucho. El ajedrez es un, no sé si deporte, es una actividad que requiere paciencia y esa es una de las muchas virtudes que nunca he podido cultivar.

¿Batman o Spiderman?

Superman.

¿Por qué?

Superman tiene superpoderes, vuela, no lo vence más que la criptonita, Batman no tiene nada de eso y Spiderman nomás brinca con su red de un lado para otro. Claro, Superman nunca tuvo la novia de Spiderman, pero esa es otra historia.

¿Katy Perry o Adele?

Ninguna… Adele, en todo caso, pero por una sola de sus interpretaciones, la más conocida.

¿Serrat o Sabina?

Como sus fans no podemos ni tenemos por qué elegir, ellos andan juntos por el mundo, tomados de la mano. No los puedo disociar, no tengo por qué elegir entre ellos, los escucho a ambos todo el día, porque además de ser mi soundtrack generacional, se convirtieron en la música prefería de mi hijo de 18 años. Los escucho tanto y todo el día en la casa, que he empezado a detestarlos, pero eso me dura unos cuantos segundos. Serrat es más entrañable, es más querido, lo vemos como un abuelito, aunque no tengamos muchos años de diferencia, Sabina lo veo más ligado a mis vicisitudes personales.

¿Algún libro que nos recomiende para iniciar el año?

Iba a decir una respuesta politizada pero los lectores no tienen la culpa. Estoy leyendo, de Arturo Pérez-Reverte, El tango de la vieja guardia, me parece una novela extraordinaria, soy fanático de Pérez-Reverte desde hace una docena de libros, no me gustan sus libros de piratas pero sí todos los demás y, esta es una historia de amor muy trabajada, de gente que se reencuentra tres décadas más tarde y, aparte es un diagnóstico de la sociedad en ambas épocas.

¿De qué se arrepiente en su carrera?

No sé, en mi carrera académica de textos que debí haber revisado más, pero en dónde no modificaría el enfoque fundamental, de lecturas que quizá no hice con el detenimiento necesario y a las cuales quizá ya no regrese y, de lecturas que hice sin haber tenido que perder el tiempo en ellas, entre otras cosas. No quiero ser soberbio, pero en ese plano creo que mantengo los puntos de vista que he sostenido desde siempre… soy poco autocrítico con esas cosas.

¿Cuál es el piropo más bonito que ha recibido?

Lo estoy esperando todavía… no sé, no soy de recibir piropos. Hay halagos muy amables a mi trabajo, hay quien elogia los libros que he escrito, hay quien dice ¡cuántos libros!, pero no sé si son piropos o cumplidos sólo por ser amables. Cuando paso por las calles hace muchos años que las muchachas no me dicen nada.

¿Cómo definiría en una frase el papel que han jugado la radio y la televisión en la transformación política de México?

Espacios fundamentales, apertura insuficiente.

¿Su escritor latinoamericano favorito?

Bueno, yo soy en parte creación, aunque no sea culpa de ellos, del boom Latinoamericano. Crecí leyendo a todos, a Carlos Fuentes, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, José Lezama Lima, Guillermo Cabrera Infante, a Julio Cortzar y por supuesto a Mario Vargas Llosa. Leí tarde, pero con mucho gusto a Jorge Luis Borges. Vaya, la manera como escribo, la manera en como veo al mundo… eso es lo de menos, gran parte de las horas de mayor placer que he tenido en mi vida ha sido leyendo novela latinoamericana y admiro, más allá de la escritura, las contribuciones a la democracia y a la reflexión liberal que nos proporcionó, aunque no siempre fue bien entendido, Octavio Paz.

¿Cree que fue incomprendido de algún modo?

Sin lugar a dudas, en primer lugar por las izquierdas mexicanas, izquierdas que no siempre fueron letradas como Paz quería, pero cuando uno lee o relee a Paz -y yo confieso fui lector de la Revista Plural, la Revista Vuelta desde que era muy pequeño y de Paz toda la vida-, creo que hay que reconocer que contribuyó a airear la vida pública mexicana de manera muy importante con todo y sus intolerancias, que no eran pocas.

¿Qué papel juega Slim con Telmex con sus servicios de Internet?

Telmex es fundamental. Las empresas de Grupo Carso han sido las principales beneficiarias de las necesidades de los mexicanos para comunicarse y han ganado toneladas de dinero, pero también hay que reconocer que gracias a los proyectos de desarrollo de estas empresas la telefonía y la conexión de datos ha llegado a sitios donde quizá no hubiera llegado. En otro campo, también Telemex ha sido muy importante en la posibilidad de que la gente compre computadoras a crédito, eso ha sido un mérito, y no es porque el Señor Slim sea una hermanita de la caridad sino porque también es un negocio.

¿Prevé que logremos remontar la brecha digital? ¿En cuánto tiempo?

La brecha siempre existirá, siempre habrá un segmento de la población que no tenga Internet, incluso porque no quiere, como hay en Estados Unidos, pero con que tengamos una cobertura del 80% creo que estaremos hablando de otra cosa. Si hay decisión y hay recursos no hay motivo para que eso no ocurriera en tres años. No creo que ocurra porque mientras más cobertura hay, más difícil y más costoso es avanzar al siguiente tramo porque implica llegar a comunidades que hoy no tienen telefonía o Internet. Pero si hay un proyecto de desarrollo apuntalado, por ejemplo en el cableado de la luz, de la Comisión Federal de Electricidad a través del cual se puede conducir paquetes de Internet, no veo porque en cinco años no podamos llegar al 80% de la cobertura.

¿A qué se deberá el silencio de Slim en torno al Pacto por México que implica apertura en el mercado?

Bueno, Slim no es especialmente parlanchín, es un personaje que cuida lo que dice, por lo general piensa lo que dice y, no creo que todos los actores políticos tengan que decir de inmediato qué opinan. A lo mejor nadie le ha preguntado, pero el día de hoy, a ocho días de que se dio a conocer el pacto, pues este silencio supongo que está implicando una revisión, un estudio cuidadoso. No encuentro motivos para suponer que a Slim le afecte el pacto.. Habrá que ver, a mí me gusta más evaluar a los personajes públicos y a las instituciones por lo que dicen y hacen, que por lo que dejan de decir.

¿La sociedad de la información tiene tal alcance como para ser ya significada como una etapa fundacional de la historia, como antes lo fue la Revolución Industrial?

Como lo fue la llegada de la Imprenta sí, como lo fue el surgimiento de los medios electrónicos, pero es muy pronto para establecer ciclos históricos. La historia se desarrolla en ciclos largos, pero hay siempre una tentación de periodistas y sociólogos a veces, para poner siempre etiquetas y decir ahora hay un parteaguas, el mundo ya cambió. No sabemos. Me parece, sin embargo, que no sólo la extensión de la disponibilidad de la información, al menos en Internet, está constituyendo un cambio profundo. Antes que nada, es un cambio en la manera en que se construye el conocimiento, las formas en las cuales está siendo afectado el pensamiento y sobre esto, hay muchas disquisiciones y especulaciones en ello, se empieza a investigar que estamos pensando de manera diferente, quizá eso es lo que está cambiando, no solo a la historia sino a las personas, podemos estar en el transcurso y no en los umbrales, de un cambio en las maneras que las personas tienen de aprehender su entorno: pensamos, nos relacionamos, buscamos información, compramos mercancías, participamos de todo tipo de mercados a través de redes informáticas y eso cambia muchas cosas. Es un cambio sin duda histórico, pero no sé ni cuando empieza ni cuando termina, nadie lo sabe hoy.

¿Cómo le gustaría ser recordado?

Con afecto

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