Hasta ahora, las acciones del narcotráfico han sido más perseverantes que la disposición de los medios por enfrentar con unidad el desafío al Estado mexicano que esa ilicita actividad le significa.
El denuedo de los criminales se constata un día sí y otro también en tanto que, en el ámbito periodístico, escasea la reflexión pública sobre nuestro quehacer en ese contexto. Desde los medios de comunicación no se conocen definiciones editoriales, manuales de procedimiento y mecanismos de defensa para los profesionales de la información y, en contraste, hay una dispersión generalizada en la que cada empresa mediática responde según la cercanía que tenga con cada situación violenta o, en el mejor de los casos, reaccionan con la demanda de que las autoridades encargadas de la procuración de justicia actúen con prontitud.
De esta manera se ha visto a una empresa tan poderosa como Televisa afirmar, exagerando, que el periodismo está secuestrado, o a El Diario de Juárez cuestionar “¿Qué quieren de nosotros?” a las bandas de narcotraficantes que se disputan el territorio de Chihuahua. Por ello vale la pena enfatizar en que, más allá de que los medios resuelvan acciones conjuntas, en la pluralidad informativa cotidiana se ubica el bagaje para responder al crimen organizado.
Mientras todo eso, aquí y allá se multiplican los actos violentos, sobre todo en aquellas zonas donde la criminalidad opera desde hace varios años debido a la ineficacia de quienes tienen la responsabilidad de abatirla. Vale la pena que eso lo tenga en cuenta el gobierno federal a efectos de no incurrir en la descalificación de quienes, desde la esfera periodística, asumen que es poco el margen de maniobra para desarrollar su trabajo. En ese sentido fue notable la diferencia entre el gobierno federal y la UNESCO en relación con el atentado contra El diario en donde murió Carlos Santiago y fue herido su compañero. Mientras Alejandró Poiré regaña a los directivos de ese periódico por plantear una tregua y afirma que esto pudo originarse por situaciones personales, la directora general del organismo internacional, Irina Bokova, sostiene que “los periodistas y profesionales de los medios informativos de esta región de México han pagado hasta ahora un elevado tributo de sangre por el ejercicio de su profesión”.
A finales de septiembre, el presidente Calderón se comprometió a presentar una estrategia de defensa de la labor informativa. Al cierre de esta edición sabemos que está muy avanzado un plan al respecto y que será difundido el próximo mes. Si ello ocurre, al menos podríamos decir que ya hay acciones específicas que registran la prioridad que el asunto requiere o que al menos se equiparan con los cuantiosos recursos que el gobierno federal dedica a mejorar la imagen del país para promover el turismo y las inversiones foráneas. Y es que, antes que nada, vale la pena que nosotros mismos tengamos una mejor imagen de México a partir de decisiones que enfrenten con mayor eficacia a las acciones criminales.
El mes del bicentenario también constata distintas disputas entre los medios que, en general, tienen que ver con el mercado de la radiodifusión y las telecomunicaciones. En el sitio web de etcétera se hallan los desencuentros entre Televisa y Reforma o las resoluciones de tres jueces que suspenden -en hora buena si esto resultara definitivo- la entrega de los títulos de concesión a Televisa y Nextel obtenidos de la licitación 21. Todos estos episodios se originan, lo decimos una y otra vez, por la falta de una estructura normativa que regule a los participantes de la industria y que permita a otros actores participar de la misma. Al respecto, no hay acciones de los partidos políticos ni del gobierno federal que documenten optimismo, más aún cuando, por ejemplo desde la esfera oficial, no hay precisiones sobre el tránsito a la televisión digital y el tema, en realidad, se usa con pretensiones de propaganda porque no es cierto que, sólo mediante las proclamas presidenciales, el país contará con mayor pluralidad en los contenidos de la televisión. Como sostiene en las siguientes páginas el experto en el tema, Jorge Alvarez Hoth, el gobierno no definió las acciones que garanticen el buen puerto que avistó el presidente, el 2 de septiembre, durante el anuncio de su decreto para acelerar la transición digital.
Pese a todo lo anterior, vale la pena resaltar que no todo es bruma, por supuesto. Seguro el lector ha notado las lunas que cada noche nos regaló septiembre. Se dice que las de octubre son las más hermosas, por lo que estas líneas terminan, al menos, con una certeza: veremos paisajes espectaculares, como el que con esta portada le entregamos a usted.
MLT
