viernes 29 marzo 2024

¿Qué hemos hecho para estar tan mal?

por Genaro Góngora Pimentel

En la Revista The Economist del 4 de diciembre de 2010, se publicó lo que se llama la encuesta del “Latinobarómetro”. En la última realizada en 18 países y publicada exclusivamente por The Economist, se han encontrado cambios de actitudes en la región.

Me voy a referir a dos de las encuestas por lo que significan para nosotros, los mexicanos.

La pregunta fue: ¿Qué tan satisfecho está usted con la forma en que se desarrolla la democracia en su país? El más satisfecho de los 18 países encuestados fue Uruguay, porque en el año 2010 un 80% se manifestó contento con la situación democrática. En México se calificó la democracia con un 22%, por lo que nuestro país quedó en el último lugar de los 18 encuestados.

Sin embargo, no todo está perdido, a la pregunta ¿podría usted decir si su país está haciendo progresos? Los ciudadanos más satisfechos fueron los brasileños, en el primer lugar. México fue distinguido con el lugar 15, bástenos saber que les ganamos a El Salvador, Guatemala y Honduras. Venezuela fue el séptimo lugar, no obstante que su Presidente Hugo Chávez ha expropiado muchas empresas privadas. ¡Chávez tan criticado por el gobierno panista! Chávez que en la propaganda sucia fue comparado con Andrés Manuel López Obrador, o mejor dicho se comparó a López Obrador con Chávez para hacer ver al país el peligro en que nos encontrábamos en caso de votar por López Obrador.

La realidad pone al gobierno actual en una situación comprometida. Bueno, no a nuestro gobierno sino más bien a quienes han estado comparando a Venezuela con México, pensando en el peligro de quedar en una situación como la de ese desdichado país gobernado por un presidente de izquierda que, según el último “Latinobarómetro”, se encuentra calificado por sus ciudadanos mucho mejor que México.

¿Qué hemos hecho para estar tan mal? ¿Cuáles han sido nuestros errores? ¿En qué hemos gastado nuestras energías?

De hacer caso al “Latinobarómetro”, estamos frente a un verdadero desplome del país.

La Secretaría de Estado que tambien apoyó a su Jefe el Presidente Clinton, en su libro de memorias termina diciendo que su intervención (al menos así debe de entenderse creo yo), fue definitiva para que en México se diera la alternancia en el poder. Ahora, recuerdo que decía, México es democrático, con un cierto orgullo mal escondido, dando a entender su influencia benéfica en ese cambio.

Y, desde ese entonces, tuvimos un gobierno que no pertenecía al Partido Revolucionario Institucional. ¿Se habrá iniciado de esa manera una época dorada?

Entiendo que ironizo al tratar los temas a que nos ha llevado la lectura del “Latinobarómetro”, además no conozco la verdad, la intuyo.

Vivo, como todos ustedes, en este país destrozado que tan mal ha salido en las encuestas que hemos mencionado. El jueves 9 de diciembre de 2010, los periódicos mencionan los resultados de las encuestas y, como deben ser los periodistas, no sacan conclusiones, ni se abandonan a imaginar culpables. Los comentaristas que tratan el tema en las páginas interiores tampoco acusan, menos señalan culpables. ¿Es que seremos todos los 112 millones de mexicanos, más los que viven ahora en el país vecino del norte? No, en realidad es el miedo. El “esto está mal” pero a mí no me importa, que los políticos tomen las decisiones. Yo no voy a votar, porque eso de nada sirve.

Vicente Blasco Ibáñez habló sobre este tema en las palabras con que deseo terminar esta colaboración, dijo: -Y el miedo, señores, el miedo es tal vez la peor desgracia de la humanidad. El miedo es el que nos hace hipócritas, insinceros, miserables y malvados. ¡Cuántas veces conocemos la verdad, la tenemos en los labios y no la dejamos salir porque somos cobardes, porque puede más en nosotros el miedo; el miedo de oponernos a lo generalmente sancionado; el miedo a perder la tranquilidad, la libertad o la fortuna! Por el miedo dejamos que caigan los inocentes y se encumbren los malvados; por el miedo halagamos al grande y despreciamos al humilde. Sin el miedo no existirán en el mundo innumerables problemas que amargan nuestra existencia; sin el miedo ¡quién duda que el mundo sería un paraíso!

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