viernes 29 marzo 2024

Pederastas

por Yadira Rivera Vargas

A una década de que se dieron a conocer por primera vez casos de menores violados por sacerdotes católicos, el tema continúa censurado en gran parte de los medios.

La sexualidad de los ministros siempre ha sido un tema tabú mediático. Un ejemplo de ficción ocurrió en 1983 cuando la serie Amor entre espinas, mostró a un arzobispo “tentado” a enamorarse de una mujer.

Los casos reales de pederastas pusieron al descubierto la corrupción dentro de las congregaciones. 1 El tema fue censurado en la mayoría de los medios al poner la moral por encima de la ética y por la relación entre grupos católicos y económicos: empresas, universidades, fundaciones, sistemas financieros y otros (ver etcétera, núms. 19 y 44).

Recuento de daños
En los 90 una ola de escándalos invadió las pantallas y los diarios. En EU medios como CNN, CBS, NBC y New York Times, difundieron acusaciones contra sacerdotes de Boston que terminaron en la renuncia del cardenal Bernard Law en 2002 y la condena del presbítero Paul Shanley.

En México la cobertura mediática estuvo marcada por la autocensura. El escándalo que involucraba a sacerdotes mexicanos fue presentado por primera vez en 1997 por La Jornada y Canal 40. La noticia giró en torno a los abusos cometidos por Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

Tuvieron que pasar cinco años para que la televisión comercial tomara en serio el tema. Televisa a través de Círculo Rojo, que conducían Carmen Aristegui y Javier Solórzano, presentó un debate al respecto. Después el programa salió del aire en medio de sospechas de censura y timidez.2

A una década de las primeras denuncias, pocos medios dieron seguimiento al caso Maciel, quien en mayo de 2006 fue separado del sacerdocio por Benedicto XVI. A diferencia de los clérigos, una mayor cobertura tuvieron los pederastas acusados por la periodista Lydia Cacho.

En los últimos meses de 2006, aparecieron nuevas denuncias que fueron difundidas principalmente en medios impresos y algunos electrónicos. Esta tendencia ha generado una opinión pública desinformada. Por ejemplo, poco se sabe sobre el padre Nicolás Aguilar Rivera, acusado de violar a más de 60 niños en la Sierra Negra de Puebla y 26 más en Los Angeles.

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