jueves 28 marzo 2024

Maradona: animal mediático

por Andrea Recúpero

Foto: Vicent Kessler/Reuters

Maradona… Argentina. Argentina… Maradona. Así, sin agregar una sola palabra más, se puede sintetizar el alcance del vínculo entre el talentoso ex jugador de futbol Diego Armando Maradona y los argentinos. Una identificación más allá de las fronteras. Cuando un argentino pisa suelo extranjero y dice soy argentino, lo primero que escucha como respuesta es Maradona. Tal vez después alguien pregunte por Buenos Aires o por el Obelisco, pero la identificación es instantánea, como la que habita en toda gran pasión.

Los publicistas aseguran que cuando no hace falta predicar nada acerca de un producto es porque su calidad es indiscutible y la identificación con un grupo es total. Si Maradona fuera un producto sería, sin duda, el producto argentino de exportación. Ni el tango, ni Carlos Gardel, ni el dulce de leche despiertan tanta pasión en el país como el habilidoso atacante que hizo felices a varias generaciones con una pelota bailando entre sus pies y que ahora se propone recrear como director técnico del seleccionado argentino. Un sueño, la frutilla del postre.

Después de tantas alegrías vistiendo la casaca del seleccionado, de tantos traspiés tras el doping positivo que lo sacó de las canchas en el Mundial de 1994 y de varias complicaciones de salud derivadas de sus adicciones, que incluyeron varias internaciones y un bypass gástrico, el Diez se puso al frente del equipo que debutó el 19 de noviembre en Glasgow, ante Escocia. Para mí es un honor y es cumplir un sueño, sintetizó Maradona, al aceptar el puesto.

La expectativa antes del primer partido de la selección con el Diego como entrenador fue enorme. Portadas y páginas enteras dedicadas a diario al asunto. Horas de trasmisiones radiales. Debates en televisión abierta y en cable. Y no sólo en el país, sino también los medios del mundo hicieron eco, de inmediato, del fenómeno. La prensa mundial siguió los pormenores del debut, que tuvo dos momentos de tensión. El primero, cuando trascendió que Maradona estaba dispuesto a renunciar al cargo porque Julio Grondona, titular de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), no aceptaba al ex jugador Óscar Ruggeri en el equipo técnico, y el segundo, un día antes del amistoso con Escocia, cuando Giannina, la hija menor del ídolo, fue internada por una complicación en su embarazo. Ese hecho dejó afuera del partido a uno de los pilares del equipo, Sergio Aguero, el yerno del Diez.

Con lo de Giannina tengo una pelota en el corazón, tengo ganas de salir corriendo a verla, pero ella quería que yo estuviera acá. Está internada, está bien, contó en declaraciones a la radio argentina La Red. Varios periodistas comentaron que la actitud de Maradona de no abandonar el entrenamiento para tomar un vuelo rumbo a España para ver a su hija en un momento tan delicado, reflejó el nivel de compromiso del crack con la tarea de liderazgo que asumió el 4 de noviembre.

El indiscutible foco de interés, ese día, eran las elecciones en Estados Unidos (y en México, la muerte del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño). Sin embargo, quién sino Maradona podía desviar la atención de la prensa. Diversos medios deportivos internacionales y los portales de la prensa deportiva mundial trabajaron a destajo para informar sobre esta nueva etapa en la vida del astro. Bastaba escribir Maradona en los motores de búsqueda para acceder a una inabarcable lista de titulares. Ese día, Mundo Deportivo, de Barcelona publicó el título más arriesgado: d10s (Dios) dirigirá Argentina. Folha por su parte, tituló: Maradona, confirmado como nuevo técnico de la Selección argentina, a tiempo que anticipaba que Carlos Bilardo trabajaría a su lado, como coordinador. Gazeta dello Sport desplegó ese día un espacio amplio con una foto de Diego y afirmó: En la Argentina son seguros, Maradona es el nuevo entrenador. En sintonía, los medios argentinos perseguían a los protagonistas de un rumor que se había instalado unos días antes. Cada nueva declaración de los implicados obligaba a los portales deportivos y de los principales diarios nacionales a actualizar minuto a minuto sus cabezas de página. Diego estaba de vuelta en la vidriera mediática.

Una vida en los medios
Maradona, el de las alegrías y la desilusión, el de la gloria y la zozobra, les hizo vivir a los argentinos momentos inolvidables, de los buenos y de los malos. Los medios lo hicieron posible. Maradona encandiló desde su debut en las canchas a los medios argentinos, que desde entonces no dejan de dedicarle páginas enteras y horas de transmisión. Ese magnetismo no tardó en hacer efecto en los medios del mundo. Como en el filme La rosa púrpura del Cairo, del genial Woody Allen, hay un vampirismo fundante en esa relación. No está muy claro quién está a cada lado de la pantalla, cuál es el Diego de verdad y cuál el reflejo de esa verdad que transmite la televisión, las grandes notas dobles y los extensos debates mediáticos sobre cada uno de los aciertos y desaciertos que vivió Dios, como se atreven a llamarlo los argentinos.

Foto: David Moir/Reuters

Así, fueron noticia no sólo sus numerosas hazañas deportivas, sino como en un gran reality show, su casamiento con Claudia Villafañe, el nacimiento de sus hijas, el juicio por paternidad que le hizo la italiana Cristina Sinagra, madre de Diego Armando junior, los casos de doping positivo, el escándalo con su ex representante Guillermo Coppola, sus tatuajes, sus cambios de apariencia, su malhumor, su relación con Fidel Castro, su cirugía gástrica, su debut como técnico en Deportivo Mandiyú, su increíble recuperación, su divorcio, su nueva pareja, el incipiente abuelazgo. Un festival para la prensa, pues la vida de Diego tiene todos los condimentos necesarios para construir un gran relato. Héroes y villanos, amores públicos y privados, virtudes y debilidades. La gloria y el fracaso. Cada capítulo fue documentado por la prensa a la manera del clásico folletín o novela por entregas. Maradona le dio a los medios la posibilidad de tener y vender un gran relato.

Maradona es la parábola dramática del chico pobre que viene de los suburbios miserables y logra llegar a lo más alto de la escala social. De una villa miseria a codearse con mandatarios, reyes y el mundo de la farándula. Él cumple el sueño irrealizable de muchos seres anónimos sobre todo en países como Argentina, donde grandes franjas de la población no tienen cumplidas las satisfacciones básicas, explicó a etcétera Alejandro Di Giacomo, periodista dedicado al deporte desde hace 25 años y autor del libro La Gloria que no fue (Editorial Capital Intelectual), donde se aborda el doping de Maradona en el Mundial de 1994.

Foto: Marcos Brindicci/Reuters

El especialista, que coordina la carrera de Periodismo de la Universidad de Palermo de Buenos Aires, añadió que cierto rasgo rebelde hacia el poder también lo hace atractivo, aunque caiga en grandes contradicciones. Sus historias de caídas y resurrecciones son atractivas en todo el mundo, tienen desventuras, pasión y morbo. Pero, advirtió, Maradona también es un gran negocio editorial, sus camisas venden ejemplares, su esposa, sus amantes, sus hijas, su próximo nieto alimenta el negocio editorial y de la multimedia.

Di Giacomo arriesgó que a Maradona se lo puede ver como a un semidiós, como en la Antigua Grecia, él entra al Olimpo y hace maravillas en los campos de juego, pero también es mortal y cae en su noche más oscura de droga, pero la supera, vuelve a renacer y cae otra vez; es como un mito, desbordado de tragedia y también de comedia.

Tras abandonar el futbol profesional, La noche del Diez, un programa de televisión abierta, le dio la oportunidad de mostrarse saludable después de varios años de vivir al borde del precipicio, con varias internaciones en terapia intensiva debido a secuelas generadas por el consumo de drogas. Canal 13 le brindó a Maradona la posibilidad de conducir un programa en vivo con invitados, con grandes de todas la áreas sentados en un fabuloso living y dispuestos a dar lo mejor de sí frente a las cámaras. Fue un éxito de audiencia. También, un momento de reencuentro directo del ídolo con la gente.

Maradona se permitió entonces mostrar sus emociones, hablar de sus adicciones y ser anfitrión, aunque no está acostumbrado a que las cámaras enfoquen un ángulo que no lo tenga como protagonista. Por su living televisivo pasaron grandes deportistas y estrellas internacionales y hasta le declaró su amor a Claudia Villafañe frente a las cámaras, a pesar de que hacía años que estaban separados. La sensación, el rebote mediático de ese nuevo fenómeno de rating, fue percibido por el periodismo como la coronación de una recuperación milagrosa.

Pero no todas fueron rosas, como dice el refrán. La relación de Maradona con los medios siempre estuvo llena de las tensiones propias del que por momentos exhibe su vida privada y de pronto pretende reivindicar lo privado. El momento más tenso de ese vaivén tuvo su punto culminante en 1999, cuando el ex jugador fue condenado a dos años de prisión en suspenso por agredir a varios fotógrafos con un rifle de aire comprimido en 1994, después del doping que lo dejó afuera de las canchas. Me cortaron las piernas, fue la metáfora con la que Maradona sintentizó entonces su frustración por haber quedado fuera del Mundial de 1994. Una etapa atroz y una frase que dio la vuelta al mundo.

Para Di Giacomo, Maradona establece una relación de retroalimentación con los medios, él los repudia pero los necesita, y los medios también lo objetan pero lo elevan a ídolo, más por negocio editorial que por admiración.

Los preparativos del debut
Poco antes del partido del seleccionado en Glasgow, varios periodistas reconstruían en sus espacios radiales cómo con Maradona técnico un simple encuentro amistoso Argentina vs. Escocia se convirtió en un momento clave para el futbol. Se preguntaban dónde iba a radicar el interés, si en el juego o en los gestos del Diez en el banco.

Comentaban que de ahora en más habrá siempre una cámara enfocándolo en el campo y hasta circuló la versión de que el flamante entrenador contrató a una asesora de imagen para esta nueva etapa de su carrera en el futbol.

Si los días previos al partido en Glasgow la prensa había reflejado las tensiones entre Maradona y Grondona, asegurando Diego amenazó con renunciar a la Selección (Diario Popular), Turbulencia en tierra (La Nación deportiva), Tembló todo, de pies a cabeza (Diario Popular), la telenovela siguió con la decisión del crack de continuar con la tarea y luego con los titulares previos al partido: Maradona estrena su leyenda en la Selección (Clarín). Antes del partido los comentarios más optimistas arriesgaban un resultado 60 porque los jugadores al verlo a Diego en el banco no lo van a poder creer o para el equipo es como Jesucristo, mientras en Radio Mitre, una de las más escuchadas del país, el periodista Marcelo Zlotogwiazda, afirmaba que el paso de Maradona por la selección sólo puede tener dos finales: un éxito o un fracaso rotundo. Un comentario acertado si se tiene en cuenta que el ex jugador no comulga con los grises, pero que también esconde la lógica de lo que los medios esperan de él.

Durante esos días, también hubo malos presagios. Algunos comentaristas argentinos subrayaron que por los tropezones que sufrió en la vida, Maradona no está en condiciones de ser el entrenador de la Selección y otros remarcaron que ningún gran jugador se lució luego como técnico. En una entrevista concedida a Clarín, el protagonista de esta nota respondió: A esos les digo que me levanto todos los días. Que gracias a Dios me levanto todos los días, nada más.

En Brasil, histórico rival de Argentina, la cobertura también fue grande, sobre todo en los principales diarios como Folha de Sao Paulo, O Estado de Sao Paulo, O Globo y el deportivo Lance! Los columnistas principales de los medios pusieron las dudas en la capacidad como DT de Maradona dado su pasado de irresponsabilidad, en relación a su adicción a la cocaína y por hechos objetivos como sus fracasos en la conducción de equipos, en referencia a su paso por Racing y Mandiyú, dijo a etcetera Pablo Giuliano, corresponsal de la agencia ANSA en Sao Paulo.

El periodista argentino, que vive en Brasil hace varios años y confiesa seguir con pasión el futbol de su país, subrayó que el punto principal al que apuntó la prensa brasileña es la pasión con la que Maradona se entrega a la Selección argentina, tanto como jugador, como hincha y ahora como DT.

Una pasión que la patria futbolera brasileña le reclama a Pelé, el máximo ídolo del futbol del país, que sin embargo es cuestionado por su imagen comercial como pieza de publicidad permanente de grandes empresas y su falta de compromiso con las grandes figuras que aparecen y le pueden hacer sombra a su carrera, argumentó.

Según Giuliano, los pronósticos que se hicieron en Brasil sobre el futuro desempeño del equipo argentino son ambiguos. Pero, destacó como el mejor, el del ex futbolista Tostao, columnista de Folha de Sao Paulo, quien afirmó: Solamente la Argentina, país del tango, que le canta al amor imposible, podía contratar a un DT tan pasional como Maradona. Por eso voy a hinchar por su éxito, sabiendo que hay una gran chance de que no lo tenga.

El día después
El después del partido fue un alivio: Aprobaste Diego, afirmó tras el amistoso del debut el portal de Internet del diario deportivo Olé de Buenos Aires. Fue un elogio después de un partido con una primera parte efectiva y una segunda algo inconsistente. La Nación dijo que fue una noche histórica y le atribuyó tanto el resultado (10) y el interés que suscitó el partido a Maradona. En su versión digital, Clarín afirmó que, sin lucirse, el estreno de Maradona en la Selección arrancó con una victoria y señaló preocupantes errores defensivos y que faltó mayor vuelo futbolístico. La televisión también elogió el inicio del ciclo, pero destacó que no hubo brillos en el equipo.

Maradona, en cambio, después del encuentro en Glasgow, fue rotundo: Estoy orgulloso por la categoría que demostró el equipo argentino, que tuvo 27 minutos brillantes. También respondió sobre la salud de Giannina y en sintonía con la lógica mediática dijo con una ironía al ser consultado sobre las declaraciones de Terry Butcher, el ayudante del entrenador escocés George Burley, que había dicho que no le estrecharía la mano al crack argentino. ¿Butcher?, ¿qué Butcher? Yo soy el entrenador de Argentina, sólo me interesa el entrenador de Escocia, aseguró sonriente.

Otra vez en la lógica de los medios, Maradona siempre tiene un título en la manga y se lo regala a la prensa. Maradona es un animal mediático. Podría ser un gran editor porque sabe qué es lo importante en el momento acertado, sintetiza Giuliano, antes de recordar una frase del futbolista Jorge Valdano que resume lo positivo y lo negativo de Diego: Le dijimos tantas veces que era Dios que él se lo creyó

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