jueves 28 marzo 2024

Los escándalos como noticia

por Irasema Rodríguez

El imperio de la filtración

No hay duda, el imperio de la filtración y el escándalo llegaron para quedarse, son parte del espectáculo de la politica, en deterioro del intercambio sobrio y trascendente.

La reciente difusión de videos que revelan, por un lado, presuntos vínculos de políticos de Michoacán con grupos del crimen organizado, y por otro, los derroches y excesos de diputados del PAN, un partido aparentemente conservador, así como conversaciones telefónicas que dejan entrever los “arreglos” poco transparentes de funcionarios públicos, confirman varias realidades preocupantes:

La descomposición de una clase política en México sometida ante la delincuencia y que, lejos de alentar el debate y la propuesta, recurre al uso de grabaciones ilegales como instrumento de chantaje y presión;

•La proclividad de los medios de comunicación a judicializar las noticias y su participación cada vez más activa en la lucha por el poder político, en detrimento de un periodismo serio y de contenidos de calidad;

•La predilección y fascinación de las audiencias por la información sensacionalista, especialmente si es visual y,

•El auge de las nuevas tecnologías y las redes sociales nos hace a todos susceptibles de ser grabados y exhibidos.

Cuando a las mesas de redacción llegan audios o videos “filtrados”, la mayor parte de los medios pasan por alto los más elementales principios deontológicos: no se dan a la tarea de investigar los hechos, ni de verificar los datos con otras fuentes, y tampoco respetan la presunción de inocencia de quienes aparecen en estos materiales. Esta tendencia universal puede obedecer a varios factores: la rapidez con que la información se genera y la facilidad que ofrecen las redes sociales para su transmisión ponen a los jefes de información en la disyuntiva de tomar decisiones inmediatas, aunque no siempre meditadas, o arriesgarse a que un competidor la tome. Así mismo, varios medios han formado a sus públicos en la lógica de lo superficial y llamativo, por lo que difícilmente exigirán otro tipo de mensajes. También sucede que el interés de diarios, estaciones de radio, canales de televisión o portales de Internet por difundir videos o audios de procedencia dudosa, vaya más allá de lo periodístico y trascienda al ámbito político.

La videoteca templaria dicta la agenda

El pasado 28 de julio la agencia de noticias Quadratín difundió a través de YouTube un video donde aparece Rodrigo Vallejo, hijo del exgobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, conversando con Servando Gómez, alias “La Tuta”, líder de la organización criminal “Los Caballeros Templarios”. La versión íntegra dura aproximadamente 19 minutos, mientras que el extracto presentado en la mayoría de los medios es de casi siete; la calidad del audio está viciada, pero en algunos fragmentos puede apreciarse que el diálogo gira alrededor del manejo del gobierno de la entidad a raíz de las constantes ausencias de Fausto por motivos de salud; así mismo, salen a relucir los nombres de algunos personajes de la oposición.

Un día después, solo el periódico Ovaciones colocó esta noticia en ocho columnas y Reforma le dedicó un espacio en primera plana; el resto de los diarios impresos publicó la información en páginas interiores; en contraste, la difusión del video fue la nota del día para la radio, televisión y medios digitales, que de inmediato editorializaron el suceso y convalidaron el video como prueba concluyente de hechos delictivos. El impacto fue tal que para el 30 de julio los medios impresos hicieron eco y, ahora sí, todos la consignaron en primera plana y sus principales espacios de opinión. La presión mediática surtió el efecto esperado y el mismo día 30, la PGR se vio obligada a reaccionar y enviar un citatorio a Rodrigo Vallejo para que se presentase a declarar. El 3 de agosto se le acusó de encubrimiento y desde entonces permanece detenido, incluso ya se le ha dictado auto de formal prisión. Su defensa alega que el delito no es grave y la ley le permite salir bajo fianza, pero esto no ha sucedido.

Bastó la exhibición de un video para apresar a Vallejo, sin que haya mayores evidencias ni nuevas investigaciones. Cabe mencionar que en varias entrevistas radiofónicas, Francisco García Davish, director de Quadratín, se ha negado a aclarar la procedencia del material. Esta agencia tiene una alianza estratégica con Grupo Fórmula y ha sido en los espacios de esta cadena radiofónica donde más cobertura se dio al caso.

Aún vigente el escándalo por el video de Rodrigo Vallejo con “La Tuta”, el domingo 3 de agosto, el periódico La Razón difundió en su portal un video de 52 minutos en el cual se muestra a la presidenta municipal de Pátzcuaro, Michoacán, Salma Karrum Cervantes, en una reunión con Antonio Aguilar Corona, alias “El Tony”, presunto jefe de plaza de “Los Caballeros Templarios”, a quien le pide apoyo para encontrar a los responsables del asesinato de su yerno, ocurrido en febrero de 2013, así mismo le confiesa sentirse más protegida con ellos que por la policía o el Ejército, y más aún, la funcionaria ofrece puestos a miembros de la citada organización delictiva.

Salvo La Razón, que detonó este nuevo golpe mediático, el resto de los periódicos de circulación nacional no dedican espacio en primera plana a esta nueva información y solo hacen referencia a la misma en páginas interiores; La Razón le da las ocho columnas tres días consecutivos. Una vez más, la radio y la televisión redefinen las prioridades informativas y presentan la nota como una de las más destacadas, aunque no con la misma fuerza que en el caso de Vallejo. La pauta la marcaron los cibernautas: según el portal Mi Zamora.net, para el 8 de agosto el video de la alcaldesa de Patzcuaro había superado en visitas en YouTube al de Rodrigo Vallejo, 549 mil contra 450 mil. A diferencia del caso de Rodrigo Vallejo, el video no ha sido tomado como evidencia para fincarle alguna responsabilidad a Salma Karrum, quien no se ha presentado a declarar ante la PGR.

De acuerdo con una nota publicada en La Jornada el 14 de agosto, firmada por el reportero Gustavo Castillo, funcionarios del área de seguridad del gobierno federal administran políticamente la difusión de los videos en los cuales aparecen políticos, ciudadanos y empresarios con Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, líder del cártel de “Los Caballeros Templarios”, según señalaron fuentes que participan en el gabinete de Seguridad Nacional. Indican que la utilización política de los videos encontrados el 16 de marzo durante un cateo a un domicilio que se localiza en el municipio de Arteaga, en el cual “La Tuta” llevaba a cabo ceremonias con los integrantes de la organización delictiva, han servido para poner en evidencia e impactar directamente a personajes con aspiraciones políticas en Michoacán.

Si bien es comprensible que por razones de seguridad no se revelen los nombres de las fuentes que hacen una denuncia de esta magnitud, también es cierto que mientras ésta no pueda comprobarse, habrá un margen de duda sobre su veracidad absoluta. Lo más delicado es que una organización delictiva como “Los Caballeros Templarios” tenga el poder no solo para poner en jaque a los habitantes y las autoridades de Michoacán, sino para dictar la agenda del gobierno federal y los medios de comunicación.

La exhibición y la debacle

En su libro Comunicación y Poder, Manuel Castells, sociólogo español, explica con amplitud la dinámica de la política mediática, esto es, el proceso de hacer política en y a través de los medios de comunicación; en esta tesitura, establece que la forma más eficaz de destruir una imagen es filtrar información a los medios de comunicación y mantenerse en la refriega mientras el rival se somete al fuego de los periodistas respetables que de pronto se han convertido en paparazzi de la prensa sensacionalista. Esto quedó de manifiesto una vez más cuando el 11 de agosto, Reporte Índigo difundió en su portal un video donde aparecen varios legisladores del PAN en una fiesta en una mansión de Puerto Vallarta, Jalisco, para la cual fueron contratadas empleadas de uno de los table dance más exclusivos de la región, para deleite de los asistentes. La reunión, en teoría privada, se organizó en enero pasado cuando tuvo lugar la plenaria del blanquiazul en aquel destino turístico.

Las contundentes imágenes y el discurso moralizante del narrador que acompaña el video, pegaron en la línea de flotación de Acción Nacional, un partido que mucha gente asociaba con la defensa de “las buenas costumbres” y los valores familiares. Los férreos críticos del aborto, la homosexualidad y la prostitución, se divertían en grande con las sexoservidoras. Éste fue el mensaje central de Reporte Índigo y de los medios digitales y radiofónicos que hicieron eco de esta información, que de inmediato adquirió tintes de escándalo. La línea general de periodistas, conductores y comentaristas fue censurar la conducta licenciosa de los panistas; pocos se dieron permiso de explorar otras aristas como el mal uso de recursos públicos o las pugnas internas del panismo.

El video, en efecto, exhibió la incongruencia del Partido Acción Nacional y los excesos de sus legisladores al rentar una casa por 3 mil dólares al día y derrochar una cantidad aún no especificada para el resto de los servicios contratados en la fiesta. El monto total que recibieron del erario para llevar a cabo la plenaria fue de millón y medio de pesos. Sin embargo, también fueron exhibidos aspectos de su vida que, en sentido estricto, deberían recaer en el ámbito de lo privado y de nueva cuenta se abre el debate sobre hasta qué punto es ético exponer la intimidad de los personajes públicos.

El escándalo panista enfrentó, noticiosamente hablando, a un hecho que le impidió generalizarse en toda la prensa desde el mismo 11 de agosto: la promulgación de las leyes secundarias en materia energética por parte del presidente Enrique Peña Nieto. Este tema acaparó las primeras planas de los medios impresos prácticamente toda la semana del 11 al 14 de agosto, solamente para Reporte Índigo, como medio detonador, la fiesta de los diputados del PAN fue la nota principal en el mismo periodo. Una tendencia similar ocurrió en la televisión: la reforma energética le robó cámaras y solo comenzó a cobrar relevancia a partir del 13 de agosto, cuando la difusión del video ya había tenido consecuencias al interior de Acción Nacional, con la renuncia de Luis Alberto Villarreal como coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados.

Pese a esta circunstancia, el video de los “diputables”, término acuñado por Reporte Índigo, y las nuevas revelaciones de este medio aceleraron la debacle en las filas del panismo. Según el rotativo, la fiesta fue organizada, entre otros, por Edelmiro Sánchez, empresario y operador del CEN del PAN en Nuevo León, y a quien se implicó en 2004 en el asesinato del exdiputado panista por aquella entidad, Hernán Belden; también da a conocer nombres de funcionarios que participaron e incluso asistieron a esta reunión y a otros eventos sociales de Acción Nacional. Para rematar, las declaraciones del expresidente Felipe Calderón, criticando el comportamiento inapropiado de sus correligionarios, encendieron aún más la polémica y abonaron al descrédito del instituto político.

Si nos atenemos a lo que el sociólogo John B. Thompson ha planteado sobre los escándalos políticos, llegaremos a la conclusión de que quienes planearon la grabación y difusión del video, lograron su cometido: El escándalo político es una batalla por el poder simbólico donde están en juego la reputación y la confianza y en la cual, la frontera entre lo público y lo privado se ha disuelto, su efectividad consiste en generar una espiral de reacciones que minan la credibilidad del sujeto expuesto. También señala que la política ha caído en un proceso de moralización en el que los medios actúan cada vez más como un tribunal.

El poder de la imagen

Cabe mencionar que entre la difusión de los videos de “La Tuta” y la fiesta panista, el 6 de agosto, en el portal SDP Noticias y en Radio Fórmula se ventiló una conversación telefónica entre el exdirector del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes, y un exdiputado del PAN en Querétaro, en la que presuntamente acordaban una transacción por siete millones de pesos. Yunes Linares hizo uso de su derecho de réplica en ambos medios para negar los hechos y acusar al gobierno de Veracruz de la filtración, sin embargo, el episodio quedó prácticamente opacado por los escándalos en video.

En Homo Videns, Giovanni Sartori explicó con profusión como el hombre, al estar en contacto constante con los estímulos visuales que le produce la televisión, lo ha desplazado del hábito de leer y junto con ello, lo ha llevado gradualmente a perder su capacidad de abstraer y analizar; se conforma solo con ver y creer en lo que ve. Agrega que la llegada de Internet solo acentúa esta tendencia en las personas formadas en el acto de ver imágenes por televisión; incluso el navegar por la red le sirve como mecanismo de evasión de una realidad que le desagrada. Indica que son pocos los cibernautas que emplean Internet para adquirir conocimientos.

Diversos estudios han revelado en los últimos años que la televisión es el medio preferido por la gente para informarse, no solo en México sino en muchos otros países del mundo. De igual manera, en una revisión rápida de los portales de la mayoría de los medios de comunicación, se puede constatar que los contenidos más vistos y compartidos tienen que ver con videos de personalidades del mundo del espectáculo o de contenido llamativo o sensacionalista. En este sentido, cabe apuntar que el video de los diputados del PAN recibió en el portal de Reporte Índigo 150 mil visitas tan solo el 11 de agosto; a ello hay que añadir que en cada portal donde se difundió este material, el promedio diario de visitas fue de 50 mil.

El empobrecimiento en los contenidos de los medios de comunicación es una responsabilidad compartida entre éstos y sus públicos. De acuerdo con el académico Jorge Medina Viedas, en su texto “Los medios y la política”, los medios han tomado conciencia de su fuerza y poder, pero cuando lo ejercen en exceso, pueden ser víctimas de sus propias ambiciones. Los materiales que presenta como investigaciones para denunciar alguna “inmoralidad” no tienen una base ética, sino que en realidad expresan los intereses de un grupo, una ideología o un partido, casi siempre contrapuesto a la persona o grupo al que se denuncia, esto es, se suben a la arena de la lucha política. A ello hay que agregar que la competencia por ganar audiencias, y por ende, beneficios económicos, los lleva a privilegiar lo que más se consume: informaciones sensacionalistas.

Ahora bien, a la pregunta de por qué la preferencia de las audiencias por los escándalos, el escritor José Carlos Castañeda tiene una respuesta muy puntual en el ensayo “Cultura del Escándalo”, publicado por el portal de la revista Nexos. “A la gente le gusta que le cuenten una historia que le ofrezca suspenso, melodrama y moraleja: El suspenso estimula su atención para dar seguimiento y el control de la información le permite conservar la intriga; el melodrama simplifica el relato en un conflicto entre buenos y malos, mientras que la moraleja le resuelve el dilema moral y determina quién es el culpable y qué castigo merece”. Bajo esta lógica, las audiencias, al igual que los medios, comparten la proclividad de convertirse en jueces y junto con ellos emiten fallos que pretenden ser inapelables.

Quienes toman la decisión de grabar sus encuentros y conversaciones, saben del gran poder que tienen en sus manos y controlan a voluntad a quienes aparecen en ellos, trátese de gobernantes, empresarios o cualquier personaje del que busquen obtener protección o complicidad. Este control se acentúa aún más con el auge de los dispositivos móviles y las redes sociales, que permiten difundir la información a una velocidad vertiginosa y sin filtro alguno.

Los medios y sus audiencias se han vuelto rehenes de informaciones procedentes de estas fuentes, pues a fin de cuentas, resulta más atractivo un video comprometedor que una buena, pero aburrida, investigación periodística.

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