jueves 28 marzo 2024

La estación maldita

por Laura Islas Reyes


Como si pesara una maldición sobre ella, la frecuencia 105.7 FM, motivo de disputa entre el Imer y el gobierno del DF, ha tenido desde sus inicios una historia llena de desencuentros legales y administrativos para su operación.

Todo comenzó el 16 de noviembre de 1967, cuando el jefe del extinto Departamento del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, solicitó a la SCT una emisora radiofónica. La respuesta a dicha petición llegó en poco más de un mes, cuando el otrora secretario de Comunicaciones y Transportes, José Antonio Padilla Segura, concedió el permiso para operar la estación 105.7, cuya denominación sería XEDO. El permiso tuvo fecha del 19 de diciembre de 1967.

Y a pesar de que el DDF ya tenía en su poder el título de permiso para operar la citada emisora, a mediados de enero la misma SCT le informaba al Departamento que su solicitud apenas era evaluada y que se estaba determinando cuál sería la frecuencia que se le podía otorgar. Es decir, un mes después de que se expidió el permiso de la 105.7 a nombre del Departamento, el gobierno federal reconocía que apenas estaba revisando las condiciones técnicas de la estación.

Otra muestra clara de la poca planeación y premura con que fue otorgada la frecuencia es el hecho de que la 105.7 inicialmente tuvo las siglas XEDO, las cuales a la postre cambiaron por las actuales XHOF; la razón, aquella denominación ya había sido otorgada a una emisora en Michoacán desde 1961. (Dicha irregularidad fue corregida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en abril de 1968.)

Los traspiés de la 105.7 continuaron en marzo de 1969, cuando la SCT reconvino al DDF porque éste aún no cumplía con los requisitos debidos para la instalación de la emisora.

No fue sino hasta el 1 de mayo de 1969 cuando Radio Departamento la actual Reactor comenzó transmisiones, más de un año después de que le fuera otorgado el permiso, y lo hizo desde la azotea del edificio del Antiguo Ayuntamiento, en un área de trabajo de 161 metros cuadrados en la que se ubicaron las oficinas del director general, una bodega, áreas de programación, redacción, operación y transmisión, así como una cabina de locución y otras zonas de servicio.

En 1983, cuando el Imer fue creado y tomó el control de la frecuencia, el instituto solicitó que el título de permiso fuera expedido a su nombre, a fin de formalizar y dar certidumbre jurídica en su operación de la 105.7. Esta misma solicitud tuvo que repetirse otras tres veces ante la negligencia de la SCT, quien finalmente en 2005 regularizó la situación.

En la historia de la 105.7 también se escribe un breve periodo en el que fue arrendada al grupo Radio S.A. (RASA), de finales 1992 a 1994.

En 2005, la Asamblea Legislativa del DF pidió a Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de gobierno capitalino, que realizara gestiones para recuperar la emisora. El otrora titular del GDF también fue negligente respecto de la 105.7, pues hizo caso omiso de aquel exhorto. Por su parte, sus antecesores Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, tampoco emprendieron acción alguna para revisar la situación de la frecuencia.

Dentro de este atropellado recuento habría también que mencionar que la 105.7 ha cambiado su nombre en varias ocasiones, desde el original Radio Departamento que devino en Radio Cosmos, Estéreo Joven, Láser FM, Conexión Acústica, órbita 105.7, hasta llegar a la actual Reactor 105.

En su edición anterior, etcétera detalló los pormenores de la disputa por Reactor 105 entre el GDF y el Imer, estas líneas son un repaso de lo que ha sido su desaguisada historia que ahora continúa con el intento del gobierno de la ciudad de México de usurparla.



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