viernes 26 abril 2024

La empresa periodística

por Gabriela Santana

Un medio de prensa sólo sobrevive y se prolonga en el tiempo

cuando interpreta a la comunidad en la que nace y se consolida,

cuando refleja sus necesidades, cuando se alegra de sus

triunfos y se conduele de sus desgracias.

Carlos Jornet

Ante la aparición de nuevos modelos de comunicación que impactan a una sociedad cada vez más cambiante, es necesario valorar la misión del periodismo y de su responsabilidad como contrapoder.

En este sentido, no se puede ver al periodista como un ente aislado que enfrenta solo al mundo. Detrás de él, es necesario considerar la estrategia, la planificación y el liderazgo del editor y empresario que mueve a la empresa mediática para llevar a buen puerto un periodismo de calidad.

Pero, ¿cómo lograr que convivan conceptos como calidad y creatividad, eficiencia y productividad, independencia editorial e ideología?

El libro de Carlos Jornet, Gestión periodística. Herramientas para lograr un periodismo efectivo y de calidad, repasa conceptos de tipo organizacional, de administración y mercadotecnia de los que pueden hacerse directores periodísticos, jefes de redacción y editores generales para lograr una coherencia administrativa, comercial y productiva de un negocio que además debe transmitir una visión y misión específicos a un gran número de personas.

Y es que, como dice el autor, la empresa periodística tiene “un perfil operativo altamente impredecible y estresante, propio de un hospital de emergencias”.

En efecto, en el periodismo los errores que se cometen quedan descubiertos por miles al instante; se trabaja con las noticias, que a veces son demasiadas y que pierden actualidad si no se cuentan de manera puntual. Esto hace que no existan los descansos y que los equipos de trabajo necesiten echar a andar una creatividad ilimitada, pero sobre todo entraña una actuación responsable como contrapoder, que implica a la vez un alto compromiso social.

En la empresa periodística debe existir un criterio editorial que presente la información con equidad y equilibrio y, sobre todo, con integridad. Esto es, presentar contenidos fiables e incluir voces diversas, para ser realmente un vigilante independiente del poder.

Lo grave de tener una empresa así es que el periodismo comprometido y con vocación de justicia, se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Las estadísticas de asesinatos, persecuciones, querellas penales y desapariciones, nos muestran que a pesar de que se avanza en el ámbito legislativo para otorgar mayores garantías y derechos al periodista, la gente dedicada a la prensa está sometida a todo tipo de presiones y riesgos profesionales inauditos.

La parte noble, sin embargo, hace que valga la pena arriesgar la integridad física. En los momentos más difíciles de la sociedad, la prensa es la voz que destaca un gesto de solidaridad y esperanza, propone soluciones y aviva la memoria.

Una empresa periodística no es, pues, cualquier empresa, y si las condiciones son cada vez más exigentes para el periodismo, es necesario que como modelo de negocio, no olvide que debe alinear todo lo necesario para una buena gestión empresarial con los valores propios de la democracia.

Carlos Jornet, Gestión periodística. Herramientas para lograr un periodismo efectivo y de calidad, Instituto de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa, Argentina, 2006.

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