viernes 19 abril 2024

La censura de Notimex

por Ruth Esparza Carvajal

Al iniciar 2009, se divulgó el estudio del Ejército estadounidense que considera la posibilidad de que en México exista un “Estado fallido”, debido a los resultados de la estrategia del presidente Felipe Calderón contra el narcotráfico. Durante los siguientes meses, varios analistas de este país y extranjeros emplearon esos términos, “Estado fallido”, para cuestionar la lucha contra el crimen organizado.

Al respecto, el gobierno federal encaminó el esfuerzo, tanto en México como en el ámbito diplomático, para disuadir de ese planteamiento. En ese terreno Notimex fue su aliado, como lo ha sido frente a cualquier decisión oficial, mediante el ocultamiento de las críticas hacia el Ejecutivo. He aquí una muestra: el 28 de enero de 2009, el director general de la agencia, Sergio Uzeta, envió el siguiente “mensaje” a quienes ahí trabajan:

“Mensaje del director general

No vamos a manejar o reproducir ninguna información que suponga que México es ‘un Estado fallido’. Todo este tipo de informaciones que nosotros levantamos de diarios (…), no las vamos a reproducir. Es un criterio básico, para de ahora en adelante. Saludos”.

Sin visa para la crítica

Más allá de esta información contundente, etcétera documentó diversas anomalías que confirman la falta de independencia editorial de Notimex que, en realidad, opera para cuidar la imagen del Presidente a costa de lo que sea.

El lector recordará que a finales de febrero de 2009 estuvo sobre la mesa del debate público nacional la decisión del gobierno de Canadá de requerir visa a los mexicanos. Con ese tema, el 22 de marzo, el corresponsal de Notimex en Montreal, Alberto Rabilotta, elaboró un reportaje para la agencia. Así empieza el texto:

“Montreal, 22 Mar (Notimex).- Más de ocho mil mexicanos pidieron refugio en Canadá en 2008, lo que constituye el 23.0 por ciento del total de pedidos de asilo en este país y pone a México en el primer lugar”. (Usted puede consultar el reportaje completo en este enlace.)

Sin embargo, el trabajo de Rabilotta, sin mediar explicaciones, no se publicó. Al día siguiente, el reportero cuestionó las razones a la entonces directora de Operaciones Internacionales, María Lourdes Pallais.

“Lourdes, como te va? (sic) Disculpa que te moleste pero no vi en el hilo el material que envie (sic) el domingo, un especial sobre los pedidos de refugio de mexicanos en Canada (sic), tema que vengho (sic) siguiendo desde hace años a pedido de Notimex. Quizas (sic) no viste la nota, te la adjunto. Cariños, Rabi”, escribió el reportero a traves de un correo electrónico.

Esto fue lo que respondió Pallais:

“Fue Alejandro Olmos, director editorial, el que detuvo la nota bajo el criterio de que el aumento y la declaración de un funcionario que citas se contradecían”. Como se observa, no hubo petición alguna al corresponsal para que verificara datos y fuera posible publicar su reportaje (si es que, en efecto, hubiera alguna imprecisión).

Los errores del control

Los mecanismos de censura de la agencia han tenido fallas, como la ocurrida el 6 de agosto con el trabajo de la corresponsal en Alemania Olga Borobio, quien escribió una nota sobre la postura crítica del diario Rheinische Merkur hacia la política de Calderón frente al narcotráfico. La nota se puso en el hilo de Notimex y tras unas horas se quitó. (Usted puede consultar la nota en este enlace.)

El 8 de agosto, los corresponsales recibieron este correo de Pallais:

“Queridos compañeros”,

Este sábado por error, se fue al hilo una nota, que era un levantón de Olga Borobio. Anexo la nota abajo de este texto.

Para los levantones, estos son los criterios (favor compartirlos con los corresponsales):

1. Sólo LOS PERIODICOS MAS IMPORTANTES y sólo cuando toquen temas mexicanos y latinoamericanos de coyuntura.

2. Si el tema es delicado (narcotráfico, ataques al presidente, declaraciones de altos funcionarios mexicanos, por ejemplo), favor enviarme el link y/o el texto a mi correo, no al sistema”.

La información nos llegó con fuentes identificables que pidieron el anonimato, solicitud que etcétera considera justificada, por lo que tanto la revista como esta reportera se hacen responsables de la misma.

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