viernes 19 abril 2024

Javier Darío Restrepo: “El medio tiene que ser actor político”

por Mario Ramos

¿Los medios son actores políticos? Sí, tanto es así que en una encuesta que hizo el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) recogió conceptos de los distintos presidentes del continente y en éstos predomina esa idea de que los medios están imponiendo una agenda y no sólo eso, sino que se están convirtiendo en el gran condicionante cuando los gobernantes quieren tomar decisiones. Por tanto, a los medios modernos les preocupa llegar a mucha gente, pero les preocupa más tener influencia. Eso es una evolución real y una responsabilidad creciente. Actualmente a un medio no solamente se le tiene que preguntar si lo que dijo es exacto o no, hoy lo más importante es, si esa verdad es conveniente o no para la sociedad. Y en ese caso el medio tiene que identificarse con el bien común y ahí está el gran reto.

¿Qué consecuencias les conlleva a las democracias que los medios se conviertan o sean actores políticos?

El medio tiene que ser actor político porque nació para eso, en este sentido, la política gira alrededor de la palabra, instrumento decisivo en una democracia. Convocan a la gente a buscar solución a sus problemas, a proponer soluciones, a protestar, a renovar. Esa población armada de palabra es la que toma las decisiones, ¿qué hacen los medios?, potenciar esa palabra. Es deseable que los medios, al potenciar la palabra estén interviniendo definitivamente en la política, pero en tanto el medio como instrumento de la población, no instrumento de sí mismos o de algún grupo político.

¿Eso no está lejos de la tendencia mundial donde los medios se fusionan y convierten en grandes empresas que tienen intereses en otras áreas?

Eso constituye una de las grandes amenazas que hay actualmente contra la democracia y la naturaleza de los medios. Conversaba con Ignacio Ramonet después que dictó una conferencia donde señalaba que la humanidad se ha hecho muy sensible a toda clase de contaminación, pero la única a la que no está reaccionando es a la de la comunicación, y cuando uno lo examina de cerca se da cuenta que ésta es la más dañina, porque las otras pueden destruir parte del cuerpo, pero ésta destruye el cerebro.

¿A qué se debe que los medios encuentren o hagan tan difusa esa línea que debería delimitar el territorio de lo informativo y lo propagandístico?

Tienen una sumisión a lo propagandístico por sus necesidades económicas. Esto ha llevado a que haya una complacencia o complicidad con la publicidad con tal de mantener a un anunciante. Eso significa que la información se degrada porque la información publicitaria es una degradación. Porque la publicidad nunca te dice la verdad completa, un anunciante tiene la obligación de mostrar las bondades de un producto y de ocultar sus debilidades. Ése es el lenguaje del publicista.

¿Qué puede hacer el periodista que está comprometido con la ética, pero que labora en un medio que aspira a la prosperidad económica?

Que no crea que pueda cambiar las cosas de la noche a la mañana, se va conquistando por escalones. No debe emprender esas tareas solo, tiene que buscar a otros que piensen lo mismo y trabajar conjuntamente, planteándose dilemas éticos, que estudiados y discutidos, van dando una sensibilidad ética.

¿Cuándo estamos ante un periodismo de calidad? En estos momentos los medios no tienen claro cuáles son los criterios para medir la calidad, eso es observable particularmente en los jurados de premios. En la Universidad Católica de Chile pretendieron hacer un instrumento para la medición de calidad, después sucedió lo mismo en Argentina, donde retomaron parte de los resultados de Chile y los aplicaron. Pero no es sencillo, porque hay un entrecruzamiento entre calidad de tipo técnico y de tipo ético.

¿Cómo ve el asunto de la publicidad gubernamental, cuáles deben ser sus criterios y cómo se debe distribuir el presupuesto en este rubro?

Para los gobiernos de Francia y de Inglaterra contratar su publicidad es un asunto bastante técnico y severo, a diferencia de América Latina donde este asunto es uno de los niveles de censura más efectivos que existen, ¿entregar o no publicidad?, y con esto ya no tienen que utilizar al tipo que llegaba con tijeras a cortar. En Francia hay medios a los que se les da y a los que no se les da, allá sólo le dan publicidad a la televisión, ¿por qué? Porque técnicamente es la que llega a más gente, al gobierno le interesa llegar a más gente.

¿Nada de prensa escrita?

Los medios impresos incluso no llegan a tanta gente, por tanto son técnicamente inválidos para una compañía publicitaria. En Inglaterra un periódico tan respetable como The Independent, no recibe publicidad, en cambio su competencia que es sencionalista y demás, ése sí recibe publicidad, ¿por qué? Porque es el que llega a más gente.

¿Cómo ve usted eso?

A mí me parece apto porque al fin y al cabo está manejando dinero del contribuyente y ése es un criterio claro, ¿no? Nosotros no tenemos criterios políticos para distribuir el dinero, nosotros queremos que sea una publicidad efectiva y utilizamos los medios que son efectivos, entonces dice: son los medios de mayor circulación.

¿Tiraje?

Certificado de circulación. Si su circulación es muy menguada, adiós, no tenemos nada que ver, en cambio si mi circulación es muy disparada y la he podido mantener en un récord histórico ahí tienes publicidad, es el criterio técnico, a ése se contrapone el criterio político y ese criterio político tiene distintos extremos, hay un extremo muy interesante que es el que utilizó Fujimori, entonces el señor Fujimori tenía una cantidad de dinero “x” para distribuir entre los medios, los medios que están solicitando son 50, entonces dividió la cantidad “x” entre 50.

Y con ese criterio aparecieron muchos medios más…

Sí, claro, y ahí ya hay una injusticia, pero ya es una injusticia que tiene que ver con la justicia distributiva, pero esa misma justicia distributiva está lesionada. ¿Por qué razón? Porque el dinero oficial si se va aplicar a la información es para fomentar la buena información, no para fomentar la mala información, porque se sabe que la buena información es necesaria para la democracia, no puede haber democracia con ciudadanos mal informados.

Este criterio utilizado por Fujimori aparentemente es una medida absolutamente equitativa y democrática, pero en realidad es una forma de manipulación, la misma que está utilizando ahora Chávez, quien favorece a un grupo de periódicos recién aparecidos que están cumpliendo la misión y ellos piensan que es una misión patriótica de hacerle eco a la revolución de Chávez, entonces son periódicos que salen sólo para eso, allí no hay análisis, allí no hay distintos ángulos, no hay nada de eso, simplemente hacerle propaganda al régimen.

La publicidad, por otra parte, es indispensable para un periódico.

Sería iluso pretender que un periódico aparezca sin publicidad porque es indispensable, y un periódico tiene que ser bien financiado para que pueda ser independiente, una mala financiación se convierte en una falla ética porque pone al periódico al borde del soborno.

¿Y los medios que destacan el escándalo y a través de ello obtienen un incremento de lectores y anuncios? La ética vende, porque cuando se aplican los principios de la ética en una empresa, ésta se hace creíble. Lo que importa es mantener la credibilidad de la firma, el día en que una firma de éstas pierda credibilidad, el negocio se va al suelo. Pulitzer cuando inauguró uno de sus periódicos en Nueva York, hizo un pequeñito discurso precioso que dice, este periódico tendrá muchos lectores, porque teniendo muchos lectores va a tener muchos avisos, si tenemos muchos avisos vamos a tener mucho dinero y si tenemos mucho dinero vamos a tener muchas noticias para servir mejor a los lectores; esa es la fama de Pulitzer a principios del siglo XX, este esquema tiene una característica y es que todo comienza y todo termina en el lector, es decir todo está subordinado al lector. Un medio de comunicación es tanto más digno cuanto más cercano está al interés público, es más indigno cuanto más cercano está al interés privado.

No pone al lector como centro de la actividad periodística…

Es una obligación ética financiar sólidamente el medio para que pueda ser independiente y pueda ser útil al lector; si un medio no tiene una financiación asegurada su obligación es, por ética, que desaparezca porque no le sirve al lector que es su única razón de ser, entonces todos esos medios que ves que se mantienen vendiendo su dignidad como cualquier puta a cambio de que les den plata, todos esos medios están perjudicando la democracia, están pervirtiendo a la sociedad y degradando a sus lectores. Cualquiera de estos medios hacen lo que sea para mantener un aviso, y cuando digo lo que sea es informar sesgadamente, recortar la información, publicar información

contaminada de propaganda, es decir, es algo tóxico. Es la ética vendida.

¿Cómo se debe regular la actuación de los medios?

Otro de los cambios que se está dando aunque con cierta lentitud, es la conciencia creciente de que en un medio el lector tiene una parte activa y que ésta es la responsabilidad ética de los lectores. Encontré en un libro de Hugo Aznar en una nota al pie una cosa muy interesante que es un Código Ético de los Lectores de Medios, eso lo hace un holandés que se llama Cees Hamelink que tiene un libro sobre el tema y son diez artículos, es un decálogo.

El poder está en manos de los lectores pero actualmente el lector no es consciente de ese poder, él cree que es simplemente un consumidor.

¿Hasta qué punto es ético que un medio difunda información que el gobierno ha reservado por razones de Estado?

Se tiene que observar que le sirva a la sociedad. Su información no puede estar contaminada con el más mínimo interés privado, ni el interés de circulación o de favorecer a un gobierno. El único amo que un medio respeta es su lector y si al medio no le cabe duda de que lo que va a publicar es para beneficio de ese amo, hágalo, pero tiene que ser muy riguroso el examen que lo lleve a esa conclusión de que está defendiendo el bien público.

Hubo un caso hace algunos años en México donde se reveló que en una cárcel estaban grabando cuando las parejas tenían su visita conyugal, de hecho los periodistas de ese medio entraron en debate si deberían o no transmitir. Al final optaron por transmitir las imágenes y les taparon la cara a las personas que aparecían en los videos.

Ahí se plantea otro problema, si los periodistas sabemos que todo tiene que ser informado, la cuestión es cómo se va informar. Entonces, eso tenía que ser informado, la cuestión era cómo. A un medio sensacionalista le interesa satisfacer la curiosidad de la gente; el medio serio sabe que no es satisfacer la curiosidad de la gente, si no el interés público, y éste es defender la intimidad del presidiario.

Entonces en estos casos se justifica que se transmita información que se obtiene a través de filtraciones siempre y cuando traigan un beneficio a la sociedad, ¿no importa cómo se obtenga la información?

No, porque ahí estaríamos en una de las trampas éticas que es la de creer que el fin justifica los medios y no. En la práctica cuando eso se analiza lo que finalmente se concluye es esto: me llegó una grabación de origen desconocido, en la grabación se muestra que -es lo que están discutiendo ahora en Ecuador- un ministro entró en arreglos con un banquero y recibe dinero de éste. El medio debe utilizar esto como un elemento para buscar otras formas que le permitan confirmar ese hecho. El camino más fácil es difundirlo así, precisamente por vender, pero no es ético.

¿Puede existir la objetividad en el periodismo?

Aquí lo importante es cómo afrontar un problema que tienen todos los periódicos y periodistas y es que tú y yo tenemos puntos de vista, como seres inteligentes que participamos en el debate público, tenemos un punto de vista político y sin embargo yo tengo que informar para aquellos que tienen mi punto de vista político y los que no lo tienen. Ese problema lo plantea Bill Kovach y Tom Rosenstiel, que son los dos autores de un libro formidable y que está siendo muy útil en toda América Latina que se llama los Elementos del periodismo y ahí tiene un capítulo que se llama “Periodismo con punto de vista” y utiliza como referencia a una periodista estadounidense, Maggie Gallagher, que tiene un movimiento que se llama movimiento de periodistas con un punto de vista. Maggie plantea estas cosas y dice nadie es neutral, quiéralo uno o no.

Entonces definitivamente la objetividad en el periodismo no existe.

No existe, es más honesto admitir yo tengo un punto de vista y ¿entonces cómo se maneja eso? Primero que la gente lo sepa. Hay que decir los hechos como son porque yo tengo dos principios: Primero, no escribo nada de lo que no estoy seguro. Segundo, a pesar de que yo sé que eso es cierto, respeto los puntos de vista de todos los demás.

¿El medio debe incluir la información con la que no coincide para equilibrar?

Claro, en esto ha habido un debate: en el periodismo sajón se mantiene que hay una división en el periódico, que son las páginas de opinión, donde expone sus puntos de vista, publica columnistas que exponen opiniones diversas o coincidentes con su postura editorial, pero esto está separado del resto del periódico por una frontera inviolable y es que en el resto de páginas del periódico se me van a contar los hechos sin que tenga nada que ver con esto. Ésa ha sido una de las normas tradicionales del periodismo sajón y eso ha sido copiado en América Latina. En el periodismo europeo se parte de ese principio de que los medios son para difundir una opinión y por consiguiente todo el periódico está permeado por ésta.

¿Qué lecciones le ha dejado la obra y la trayectoria de Kapuscinski?

Es un hombre que tomó el periodismo no como un oficio sino como una misión. Hay uno de los aspectos de la vida de Kapuscinski que menos se trataron, sólo a raíz de su muerte se publicó y se supo que tenía una esposa e hijos, porque no obstante que eso pertenece a la intimidad de las personas y ser parte tan sustancial en la vida del ser humano, él prácticamente prescindió de eso. […] La gran consideración es que tiene que convertir a sus lectores en testigos de lo que está sucediendo, ése es su gran objetivo. En razón de eso tiene unas características muy singulares, a mí me impresiona de modo muy especial que este hombre tiene una austeridad de monje. Es un ejemplo de cómo ejercer la profesión y subordinar todos los intereses al gran interés de servir a los lectores con una información real.

¿Qué recomendaciones les haría a los estudiantes de periodismo?

Hay dos mensajes para jóvenes periodistas o aspirantes a serlo. Primero, ésta es una profesión que tiene que ser abrazada no por cálculo sino por pasión, la pasión es uno de los componentes más importantes del ser del periodista, la pasión con todo lo que tiene de irracionalidad. Y lo segundo, ésta es una profesión para ejercerla, no como un poder sino como un servicio, yo desconfío radicalmente de quien entra a esta profesión convencido de que va a tener el cuarto poder, eso es una aberración, porque entonces se chantajea, se manipula la información. En cambio cuando se mira como un servicio se está prácticamente en condiciones de hacer el mejor periodismo, el mejor periodismo es el que se hace en servicio de la sociedad.

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