La mujer araña de Milo Manara
El 18 de agosto, Marvel presentó en el sitio Comic Book Resources el adelanto de un proyecto que saldrá a la venta en noviembre: Spider-Woman. Este adelanto consta de dos portadas: la oficial, con la firma de Greg Land, autor del resto de las ilustraciones, y una alternativa de la mano del italiano Milo Manara. La primera muestra a la Mujer Araña y a su compinche Silk en una pose de acción típica de historietas. En cambio, la alternativa solo muestra a la protagonista agazapada en el borde de un edificio. Esta postura, en la que se marcan los músculos de su espalda y se acentúa el contorno del trasero, le ha significado calificativos que van desde “polémica” hasta “sexista”.
Entre otros sitios que se mostraron críticos con la obra de Manara, la revista TIME publicó el jueves siguiente un artículo que la tacha de “decepcionante”; “Esta portada lleva el factor sexual a un nuevo extremo que aliena por completo al 47% de fanáticos [femeninos]”.1 Además de considerar que no se trata de una postura práctica para escalar un edificio, señala que un superhéroe masculino jamás aparecería en una posición semejante.
Con el mismo tono, numerosos foros y sitios dedicados a reseñar novedades de historietas expresaron su desagrado con la postura arácnida de Manara (pese a que una de sus piernas sigue al aire, insisten en que está “en cuatro”), y ya encarrerados descalifican el resto de la composición: la diminuta nariz, la timidez del color, el movimiento del cabello…
El lápiz en la era del copy-paste
Greg Land es un diseñador estadounidense cuyo trabajo más prolífico en el mundo de las historietas ha sido en Marvel Comics, especialmente durante la primera década de 2000 (como dibujante de Uncanny X-Men), aunque también ilustró para DC. Sus dibujos muestran un estilo muy propio de su generación, la cual trabaja principalmente con computadoras. El realismo de las expresiones faciales y de la musculatura de sus personajes obedece a que sus diseños toman como base fotografías que trabaja con Photoshop, lo que también le ha dado fama de ser repetitivo con sus diseños.
Un artículo publicado en The A.V. Club, donde se le incluye entre los 21 artistas que han cambiado las historietas (para bien o para mal), apunta que lo repetitivo en la obra de Land es indicador del escaso trabajo que dedica a las fotografías, cuyos elementos recicla constantemente. Añade que ha admitido ocupar, entre las fotografías sobre las que monta sus diseños, imágenes pornográficas, sin que considere que se trate de un robo.2
Milo Manara, por otro lado, trabaja a mano. Desde 1969 ha colaborado con ilustraciones en diversas revistas italianas, a lo que se suma una gran cantidad de obras propias, entre las que destacan “Lo Scimmotto” (1976), que a principios de los 80 se publicó por fascículos en la revista Heavy Metal, y una adaptación que hizo del filme perdido de Federico Fellini, Il viaggio di G. Mastorna, detto Fernet (1992), en colaboración con el director. Participó con DC en la galardonada historieta The Sandman: Endless Nights (2003) y ha realizado algunas portadas alternativas para las series de Marvel Inhuman y Guardians Of The Galaxy, ninguna de las cuales recibió críticas semejantes a la de Spider-Woman.
Su estilo característico es erótico. Si bien cuenta con obra explícita, buena parte es sugestiva. Retrata la sensualidad femenina desde distintos ángulos, ninguno de los cuales recae llanamente en un exhibicionismo burdo. Los ojos, los labios y la expresión del rostro son elementos con los que la captura. La representación del cuerpo también es importante en sus trazos, pero con un manejo discreto y sugestivo que acentúa, por ejemplo, la curvatura de la silueta, la postura y el talle de la ropa.
¿Sexismo o erotismo?
La industria de las historietas tiene la responsabilidad social de calibrar los contenidos que produce. Al menos así se ha entendido, en fechas recientes, la aparición de alter-egos de superhéroes clásicos. Es decir, que para balancear la predominancia del prototipo de protagonistas masculinos y de piel blanca, personajes como el Capitán América negro o la versión femenina de Thor pretenden extenderse al rango de su audiencia.
Sin embargo el mérito de estos esfuerzos puede verse mermado por la sombra de lo “políticamente correcto”. Esta tendencia, que también impulsa a la diversificación, cuenta con lineamientos morales muy estrictos, entre los que se incluye un sensible rechazo al sexismo. La cosificación del cuerpo, entendida como la depreciación del valor de una persona convertida en objeto de consumo, cruza los límites de lo “políticamente correcto”. En este sentido, puede considerarse sexista fincar el valor de una mujer exclusivamente en su atractivo físico, pero hay muchos factores a considerar antes de tachar cualquier representación sensual del cuerpo como tal.
Si bien, efectivamente, la presentación de un cuerpo atractivo es un instrumento mercadotécnico para llamar la atención del público, la sensualidad de la Mujer Araña no es invención del ilustrador, sino una característica del personaje. Inclusive los diseños de Land enmarcan a detalle los senos de la Mujer Araña, el entalle de su cintura y sus muslos, pero con menor calidad. Manara afronta el tema sin tapujos, pero con precisión. Se limita a resaltar, indirectamente, un solo rasgo. Ni siquiera toca la expresión de su rostro.
En una entrevista con Fumetto Logica, Milo Manara respondió a sus críticos: “Los superhéroes son así: están desnudos, pintados de algún modo. Supermán está desnudo y pintado de azul, el Hombre Araña está desnudo con rojo y azul y la Mujer Araña está pintada de rojo. Pero esos son la clase de elementos que logran el ‘truco’, por así decirlo, que los editores usan para crear estas figuras desnudas, a las que no les encuentro nada de malo. Pero no hay desnudez real. Si las volvemos a ver en el interior de la historia, más allá de la portada, son personajes cuyos cuerpos están ‘a la vista'”.3
En efecto, la mayor parte de superhéroes viste trajes entallados que resaltan su físico, ya sea musculoso o curvilíneo. A nadie le escandaliza la musculatura de Thor ni los calzones rojos de Superman. ¿No resulta aún más sexista señalar este caso tan solo porque se trata de una mujer? Haría falta conocer al personaje antes de asumir que no es más que una portada llamativa.
No existe la mala publicidad. El corazón rojo atrajo la atención del público.
Notas:
1 Dockterman, Eliana, “Should We Forgive Marvel For That Awful Spider-Woman Cover?” en TIME, 21 de agosto de 2014, disponible en: http://time.com/3153866/spider-woman-marvel-comic-butt/
2 “Reinventing the pencil: 21 artists who changed mainstream comics (for better or worse)”, en The A.V. Club, 20 de julio de 2009, disponible en: http://www.avclub.com/article/reinventing-the-pencil-21-artists-who-changed-main-30528
3 “Milo Manara risponde alle critiche sulla copertina di Spider-Woman”, en Fumetto Logica, disponible en: http://www.fumettologica.it/2014/08/una-copertina-di-manara-per-la-marvel-fa-discutere-i-giornalisti-americani/