¿Cómo llega a la dirección del Canal Judicial?
Yo cubrí nueve años la fuente del Poder Judicial para Televisa, y en ese tiempo tuve la oportunidad de tratar directamente con los ministros. Cuando el ministro presidente Guillermo Ortiz Mayagoitia obtiene la votación que lo hace cabeza de la Corte, se da un acercamiento y un ofrecimiento para que yo me incorpore.
¿Qué crítica le hace a los reporteros que cubren la fuente del Poder Judicial?
La Corte está generando mucha información todos los días, muy importante, y eso obliga a especializarse, a compenetrarse en la técnica jurídica.Quien no logre especializarse, tener ciertos elementos de técnica jurídica, le va a ser materialmente imposible cubrir adecuadamente la fuente.
La Corte ha hecho esfuerzos por abrir esta ventana a los compañeros de la fuente: se está realizando ahora un seminario, donde se abordan tópicos que les dan elementos muy importantes para tener un mejor juicio y una mejor preparación técnico-jurídica.
¿Y la propia autocrítica al Canal Judicial?
El Canal Judicial nace como un proyecto muy novedoso para la institución, impensable, pero también como un proyecto que empieza a ser un acto-reflejo del propio Poder Judicial. Tengo el reto, la instrucción, de hacer televisión pública de alto nivel que no solamente le interese a los magistrados, a un juez de distrito, a un secretario o al personal que labora dentro de la institución, sino que debemos de ser pedagógicos y explicarle al ciudadano qué se está resolviendo aquí.
¿Cómo le van a hacer para conseguir audiencia y no tener una programación como la de Televisa?
Podemos lograr el interés haciendo un noticiario que no solamente hable de derechos sino que incorpore elementos de interés para toda la sociedad; pero hay muchos temas involucrados sobre derechos humanos, historia, periodismo. Por ejemplo, derivados de resoluciones de la Corte, tenemos muchos ejemplos de carne y hueso sobre pensiones alimenticias, matrimonio, derechos de los hijos, patria potestad, que la gente no sabe a lo que tiene realmente derecho con los nuevos estudios y las nuevas resoluciones.
¿Ha tenido acercamiento con su homóloga del Canal del Congreso, o de otros medios públicos para trabajar en conjunto en algunos proyectos?
Sí, permanentemente con Fernando Sariñana, de Canal Once, con Jorge Volpi, de Canal 22, con TV UNAM. Con el Canal del Congreso, con Leticia Salas, ha habido una interlocución muy adecuada y hemos logrado transmitir señales conjuntas, ha habido foros que involucran a la materia electoral, la materia política y que tiene que ver con el trabajo de la Corte; sesiones de interés de ley de medios se transmitieron conjuntamente, va a ocurrir, también, un escenario cuando se dé la discusión del tema del aborto porque son temas de interés nacional.
¿Hay proyectos con los otros canales?
Tenemos en puerta una coproducción con Canal Once, un programa de concurso, para universidades, escuelas de derecho, que tiene que ver con el entusiasmo que pueda despertar la técnica jurídica entre los jóvenes.
¿Le gusta ser funcionario público?
Sí, me gusta, a pesar de que tuve que poner pausa a mi vida a la que yo estaba muy adaptado. Uno como reportero acostumbra hacerse muy independiente, uno fija sus planes de trabajo. Aquí hay que cumplir un horario, hay que estar sentado en un escritorio, hay que comprometerse con ser eficiente administrativamente, ser muy transparente con los dineros. Sé perfectamente qué es lo que no se debe de hacer porque en el trabajo periodístico todos los días vemos ejemplos de abusos y de torpezas. A veces sí me desespera un poco no poder salir y desarrollar mi trabajo en la calle, pero por otro lado estoy aprendiendo todos los días.
¿Seduce el poder?
Sin duda. Tengo muy claro desde que llegué que estas posiciones son efímeras y que hay que tener el equipaje ligero. El poder no es para mí, nunca lo he ejercido, nunca lo voy a ejercer y mi posición en este caso no es de poder, es más de administrador.
¿Extraña Televisa?
No.
¿Qué le gusta ver en televisión?
La historia me apasiona profundamente: soy fanático de The History Channel; me gusta ver conciertos de jazz, de trova; me embelesan las noticias, puedo ver cuatro noticiarios internacionales y todavía aventarme los nacionales y el del Canal Judicial. Para mí las noticias son mi vida, no puedo vivir sin eso, no me puedo dormir sin haber visto uno o dos noticiarios.
¿Qué es lo que más le desagrada de su trabajo?
La parte tediosa de lo administrativo. Soy muy escrupuloso con eso, cumplo con ello, pero es como en la escuela que, siendo abogado pasas matemáticas y tratas de hacer lo mejor posible porque si no, no te dan los títulos, no te dan los certificados. Así me pasa con la cuestión administrativa: sé que lo tengo que hacer muy escrupulosamente, pero no me gusta.
¿Qué libro está leyendo actualmente?
El Padrino de Mario Puzo. Lo he leído tres veces y estoy en la cuarta lectura, las primeras dos sagas de El Padrino para mí son maravillosas, creo que le explica a un hombre el entorno que vive el mundo, de muchas formas la lucha por el poder, la naturaleza humana, el hombre como el lobo del propio hombre es una parte que me apasiona mucho. Me pasa lo mismo con El Quijote: lo he leído tres veces, espero leerlo por cuarta vez el año que entra y siempre me deja algo nuevo.
¿Qué noticieros ve o escucha para mantenerse informado?
Me gusta mucho escuchar a Javier Solórzano, me gusta mucho escuchar Fórmula, escucho a Joaquín, a Jacobo. Por televisión me gusta mucho ver a Adriana Pérez Cañedo en el Once, mucho.
¿Ron o whiskie?
Whiskie, soy whiskero.
¿A qué equipo le va?
A los Pumas. Apasionadamente.
¿Es uno de esos amantes a la antigua que suelen mandar flores?
Sí.
¿Romántico?
Muy romántico.
¿Cómo conquista a una mujer?
Siendo romántico y siendo auténtico. Es la base porque a veces en el noviazgo uno pretende ser lo que no para conquistar a la persona que interesa. Llevo 11 años de matrimonio, ella me conoció como fui y como soy, así me aceptó y así me sigue aguantando.
¿Javier Alatorre o Joaquín López Dóriga?
Joaquín.
¿Denise Maerker o Adela Micha?
Denise.
¿Fuma?
No.
Si una mujer hermosa se cruza por su camino, ¿correría el riesgo de voltear a verla aunque ella pueda demandarlo?
Me arriesgaría.
¿De qué se arrepiente?
De no haber hecho en mi juventud, en mi etapa universitaria, muchas cosas por estudiar y trabajar. Me arrepiento de no haber disfrutado plenamente mi etapa como estudiante universitario: dejé de ponerme muchas guarapetas, dejé de tener muchas fiestas.
¿Es usted muy serio?
Sí, pero espero que se me vaya quitando con el tiempo.
¿Le hubiera gustado tener una carrera diferente, al frente de un noticiero de una televisora privada, por ejemplo…?
Sí y yo creo que no es tarde para lograrlo, me encantaría.
¿Los lazos con Televisa siguen bien?
Salí muy bien y tengo las puertas abiertas de muchos amigos ahí: nunca negaré que fue la casa que me formó.
¿A veces no cede a la tentación de facilitarle una nota a Televisa?
No. En eso soy absolutamente escrupuloso. Desde que llegué tengo claro que eso no se debe hacer. Como reportero sé perfectamente lo que no se debe de hacer, y eso es muy importante: no puedo favorecer como funcionario público, aunque ciertos sentimentalismos acudan a mi cabeza. Tengo que ser muy escrupuloso con eso.
