viernes 19 abril 2024

El portavoz presidencial: una nueva oportunidad

por Rubén Aguilar Valenzuela

La llegada del nuevo gobierno abre la posibilidad de volver a instituir al portavoz de la Presidencia que operó por primera vez con Vicente Fox y que Felipe Calderón eliminó.

La obligación de informar

El portavoz presidencial existe en Estados Unidos desde hace años y tiene décadas en muchos regímenes parlamentarios de Europa, donde ocupa normalmente el rango de ministro. Los gobiernos con vida democrática larga compreden sociedades altamente desarrolladas en lo político, económico y social, y cuentan con un funcionario responsable de esta tarea porque es una demanda social, pero también porque es la manera de intervenir en la construcción de la agenda mediática de todos los días.

En esos países los medios exigen al gobierno contestar sus inquietudes de manera directa y expedita. Es la mejor forma de que la actividad pública se haga de cara al público. En Estados Unidos la comparecencia del portavoz es diaria, a veces más de una vez, y en otros países una o más veces a la semana.

El gobierno de Fox siguió ese ejemplo y creó la figura del portavoz con sustento en dos principios democráticos: el derecho del ciudadano a saber lo que hace su gobierno y la obligación de este de informar sobre su trabajo. En el gobierno de la alternancia, la oficina del portavoz se organizó a partir de cuatro grandes objetivos, que no difieren en mucho a los de otros gobiernos que integran este cargo:

1) Informar sobre las principales acciones, programas, estrategias y logros de la gestión del gobierno federal.

2) Posicionar ante lo opinión pública temas relevantes para la Presidencia.

3) Coordinar el mensaje de las distintas dependencias del Ejecutivo a través de una estrategia unificada.

4) Manejo de crisis y control de daños para responder situaciones críticas o para enfrentar eventuales errores de comunicación del propio gobierno.

Canal de comunicación

Los ciudadanos esperan que el gobierno se comunique y rinda cuentas. La experiencia de otros países y la que hubo en el gobierno de Fox demuestra claramente que no existe mejor posibilidad para que eso tenga lugar, que instituir al portavoz.

Eso permitió al gobierno de Fox incrementar de manera notable su presencia en los medios y a través de esto comunicar de manera más intensa y directa lo que se quería difundir pero también permitió enfrentar problemas de comunicación propios de toda administración. De particular relevancia resultó, en una sociedad mediática como las de ahora, tener espacio para que los medios plantearan dudas y cuestionamientos.

La evaluación que en su momento se hizo de la figura institucional y las tareas del portavoz dejó claro que la ciudadanía lo entendía. Además se vio que el mensaje del portavoz llegaba bien a las grandes audiencias. Un dato adicional es que los ciudadanos veían con simpatía que un funcionario desempeñara esa función y “defendiera” al Presidente.

El nuevo gobierno tiene la posibilidad de reinstaurar al portavoz. Este y el coordinador de Comunicación Social tienen responsabilidades distintas. Las dos se necesitan. Una persona puede desempeñar ambas tareas, pero también éstas pueden quedar a cargo de dos funcionarios.

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