viernes 29 marzo 2024

Diario de Anna

por etcétera

El 7 de octubre de 2006, un asesino miserable acabó con la vida de la periodista Anna Politkóvskaya. Cuatro balas silenciaron el trabajoque durante los últimos años llevó a cabo la reportera de los diarios Izvestia y Novaya Gazeta, con investigaciones respecto a la situación vivida en Chechenia y los escándalos de corrupción del gobierno de Vladimir Putin.

Diario ruso es el último libro que Anna escribió, y que recién había terminado antes de que fuera asesinada. En sus páginas, denuncia la censura y autocensura que se obligan a padecer los medios en Rusia.

Escribe Anna el 1 de septiembre de 2004: “La censura y autocensura en los medios de comunicación han llegado a extremos insospechados, haciendo que aumenten las posibilidades de que mueran los cientos de niños y adultos en la Escuela no. 1 de Beslán, que ha sido tomada por un grupo de terroristas”.

Al respecto, Politkóvskaya se mostraba muy crítica con el papel de los medios: “La autocensura se ha convertido en el arte de intentar adivinar lo que uno tiene que decir y lo que tiene que evitar mencionar para mantenerse en la cresta de la ola. La finalidad de la autocensura es que uno pueda seguir echando mano de un gran, gran sueldo”.

En las páginas de su diario, Anna se muestra frontal en sus críticas al gobierno ruso, al que acusa de ser el responsable de la situación que atraviesa aquel país.

En el prefacio que el periodista británico Jon Snow dedica a Diario ruso, describe una sensación que permanece en el lector este libro. “Cuando uno lee el Diario ruso (…) sabiendo el terrible final del que fue víctima su autora (…) no puede menos de pensar que era imposible que le permitieran seguir con vida. Lo que revela en él y lo que había puesto de manifiesto en sus anteriores escritos constituye un conjunto de verdades tan embarazosas y demoledoras sobre el régimen de Vladimir Putin que alguien, más temprano que tarde, acabaría asesinándola”

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