En su edición 437 (4 de enero), Día Siete dedica su sección Entre líneas a Bill Richardson, a quien califica como el hispano más influyente en el gabinete de Barack Obama… ¡apenas un día antes de que el otrora gobernador de Nuevo México renunciara a su designación como secretario de Comercio!
El lunes 5 de enero, El Universal uno de los diarios en el que se encarta la revista cada domingo informa que William Blaine Richardson III es la primera baja en el equipo de gobierno del presidente electo de Estados Unidos, a consecuencia de una investigación judicial que busca determinar cómo fue que una compañía que contribuyó a sus actividades políticas logró un lucrativo contrato con el gobierno de Nuevo México.
Así, la esperanza consignada en Día Siete por Rita Varela Mayorga de tener en la persona de Richardson a un buen interlocutor conoce la complejidad de la relación comercial bilateral se esfuma en menos de 24 horas.
¡Por preguntón!
El jueves 8 de enero, Joaquín López-Dóriga entrevistaba en su espacio radiofónico a Carlos Cuarón, a propósito de las declaraciones que el guionista y realizador mexicano habría hecho en el sentido de que los mexicanos somos imbéciles.
Luego de precisar que de que a quienes se refería por aquello de imbéciles era a los políticos mexicanos, Cuarón concluiría, según la reconstrucción que de la charla hiciera Gabriel Sosa Plata en su columna para El Universal (13/I/08): Fuera de mi tirria a los políticos sólo conozco a un político mexicano que de veras me parece político.
¿Quién?, le preguntaría López-Dóriga. Al señor Javier Corral; es el único político mexicano que me parece un político de a de veras.
Silencio; después, un Bien de parte del buen Joaquín, y, finalmente, la despedida al entrevistado.
