miércoles 01 mayo 2024

Cuando Internet se convierte en escaparate

por Sergio Pérez Salomón

El cambio continuo que representa estar inmerso y en contacto directo con la tecnología ha traído cambios para las nuevas generaciones, cambios que se reflejan en la forma de socializar a través de redes de contacto, de ver televisión -la cual deja muy atras la idea de la típica reunión familiar para ver programa, hoy prácticamente nula- y hasta de aprender, que es en definitiva muy diferente a los viejos patrones de escolarización. Hoy el aprendizaje ha trascendido Internet; no precisamente a los cursos formales en línea, en los que muchos en el mundo se matriculan, ni a los centros de aprendizaje autodirigido, donde acuden los autodidactas para aprender específicamente un idioma en un programa preconcebido para interactuar con tutores virtuales. Nuevas y sorprendentes formas de aprendizaje divertido siguen apareciendo a través del uso de canales de video de la red, que ahora consiguen una nueva forma de popularizar a alguien hasta convertirlo en una rutilante figura del firmamento que significa Internet.

YouTube, la popular pagina web que presenta videos subidos por sus usuarios, tiene sus propias estrellas, que muy lejos están de un estudio de televisión, o de un set de película. De aquí han emergido verdaderos apasionados de su propio hobby y han hecho de éste una forma de vida que ahora no solo intenta entretener, sino hasta enseñar. Un caso particular que cada vez llama más la atención de propios y extraños, es la ascendente carrera como estrella cibernética de Carlos Douh, su nombre en chino cantonés, con el cual fue bautizado por uno de sus maestros, aunque en casa y en su vida diaria sea llamado Carlos Vidal.

La historia de este personaje de la red de videos tiene rasgos singulares y toma mucha de su sencillez personal para crear su propio canal. Hoy cuenta también con su propio sitio: . Incluso ha hecho videos en colaboración con amigos, cuando se trata de dimensionar una idea. Carlos le ha puesto un sello tan personal a su canal en YouTube, que a la fecha ha establecido categorías en sus producciones, como videos de cultura y civilización de Hong Kong, tradiciones chinas, cocina, visitas a la ciudad y, por supuesto, aprendizaje de la lengua cantonesa y el slang que manejan los jóvenes en dicha ciudad; esos rubros superan las 12 mil visitas cada uno, por no hablar del ascendente número de suscriptores que se suman a más de 40 mil a los que Carlos siempre les pide que soliciten nuevas palabras y contenidos para que él siga produciendo sus videos.

Hablando de totales, sus videos han sido vistos por más o menos 6.2 millones de usuarios alrededor del mundo. Es importante recalcar que quizá el impacto no solo se debe a su original manera de enseñanza, sino también a que Carlos tiene una distinguida y cómica personalidad. A pesar de ser un Gwai Lo (hombre blanco en chino) ha cautivado a los propios hongkoneses con su particular estilo. Inclusive populares estrellas del rap y pop cantonés aceptaron participar en sus creativas producciones, como el caso de un joven cantante de la isla: MC Jin y su colaboración especial en el rap “Ai Ya!”, que significa “¡Oh no!”. Sus dos descargas más populares son “Gung You Bang”, algo así como “Chica fresa” y “Chok Yeung”.

Carlos vivió y creció en Vancouver, Canadá, aunque es oriundo de Toronto. Un programa de misiones de su iglesia, una vez que terminó su escuela preparatoria, lo llevaría a vivir dos años en Hong Kong; ahí el ritmo y tonos de la lengua cantonesa lo cautivarían, pero sobre todo el darse cuenta que es un dialecto milenario que se resiste a morir y que ocupa el lugar diecinueve de las lenguas más habladas en el mundo. Algo que también lo motivó a aprender fue darse cuenta que las nuevas generaciones habían hecho de las suyas y utilizaban siempre palabras nuevas, graciosas y originales; hechos que lo motivaron aún más a aprender formalmente cantonés, por lo que a su regreso a Vancouver lo continuó aprendiendo una vez matriculado en la universidad.

Si bien hoy en día la lengua más popular y futurista en el mundo comercial es el mandarín, el cantonés es un dialecto que sigue cautivando a quienes lo escuchan, por sus más de seis tonos de pronunciación y por su resistencia en el panorama chino. Según se vislumbra, el cantonés nunca se perderá, pese a que, sin ser la forma más popular de hablar en chino, es defendido por los pobladores de una de las regiones más populosas y progresistas de la propia China: Cantón. El amor por esta lengua se transmite de generación en generación, pese a que el mandarín es también lengua oficial en Hong Kong desde 1997, cuando los ingleses devolvieron el territorio a China. El cantonés sigue siendo la forma de comunicación más popular en la isla, Kowloon y los nuevos territorios.

Universidades, críticos de la materia, canales televisivos, revistas especializadas en medios masivos, entre otros, han elogiado la original forma de Carlos de llevar conocimiento a las masas. Quizá lo que más llame la atención de este fenómeno cibernético es el número tan reducido de occidentales que hablan cantonés. Esto, combinado con los principios de enseñanza de un idioma que Carlos ha aplicado en sus videos, lo llevaron a ser hoy un fenómeno social en la ciudad en la que ahora vive felizmente casado con una oriunda de ahí: Hong Kong, la misma ciudad que se ante él rindió donde frecuentemente le rinde tributo mediante eventos masivos de estaciones radiales y televisivas, y hasta de tiendas departamentales.

Carlos ha sabido autopromocionarse, no solo por su atinada aportación al mundo comercial con una línea de camisetas que se distinguen por sus originales frases escritas en caracteres cantoneses, sino por su constante exposición a la prensa canadiense, hongkonesa e internacional. En sus entrevistas, lejos de portarse como un ser inalcanzable, reconoce que esta ascendente fama, puede atribuírsele al ahínco con el que el alguna vez intentó aprender cantonés; por lo cual siempre hace patente que es importante trazarse metas como ésta.

Entre otros, los principios básicos de cualquiera que desee aprender cantonés o cualquier otra lengua pueden ser el uso de sus cuatro características: lectura, escritura, partes auditivas y orales, intentar mezclarse con personas que hablen el idioma de toda la vida, pero sobre todo, la motivación interior. Otras recomendaciones que funcionaron en él son:

-El uso de listas de palabras, que preferentemente incluyan tanto los caracteres de escritura como los tonos de pronunciación en términos romanizados para estudiantes occidentales.

-Intentar hablar tanto como sea posible con nativos y darse cuenta de las varias formas que ellos utilizan para decir una misma cosa.

-Enfocarse primordialmente en los aspectos orales de una lengua, para luego mejorar la gramática, la pronunciación, la escritura y la lectura.

-Dejar que quienes hablan la lengua de toda la vida, te corrijan la pronunciación.

Carlos es ahora reconocido por su frase: “óyelo, dilo, memorízalo”, misma que incluye al final de cada video en el que enseña una frase o modismo. Como la vida es una continua evolución, una continua enseñanza, no se olviden de tener lista una actitud “Chok Yeung” para siempre estar listos para la foto, y si quieren saber de qué se trata, tomando en cuenta lo importante del aprendizaje, esto, lectores, les queda de tarea.

carlos.vidal85@gmail.com

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