viernes 29 marzo 2024

Cuando de calidad se trata

por etcétera

Hace 40 años el mundo conoció a la que, tal vez, sea la banda más versátil en la historia del rock. Con las voces de Robert Plant y Jimmy Page, que también tocaba la guitarra, y en los teclados con John Paul Jones y John Bonham en la bateria, al principio Led Zeppelin no sería comprendido por los sedicentes expertos, que le endosaron una línea heavy metal cuando en realidad se trataba de una de las más exitosas experimentaciones de blues y rock and roll junto con otros géneros como el country y el reggae. Pero más allá de lo que se dijera en los medios, el cuarteto inglés se abrió paso como un clásico por su calidad musical (aunque haya tenido sólo diez discos) y de la que dan cuenta incluso realizadores de gran estatura que consideran a “Whole Lotta Love” una de las mejores rolas del género (que, por cierto, se difundió primero en frecuencias de radio marginales).

Calidad o cantidad

Cinco años después, en 1973, surgió Kiss, un grupo de infinitamente menor calidad que el mencionado pero de mucha empatía con los medios y que, por su carácter teatral y sus acordes fáciles, sometidos a la comercialización, resultó ser la banda más exitosa de Estados Unidos si de ventas hablamos. Pero si nos referimos a la comercialización y buena calidad, también hace 35 años surgió Queen con un disco de nombre homónimo a la banda que pasó desapercibido, incluso sucedió lo mismo con el siguiente (Queen II) y con el otro (Sheer Heart Atack) hasta que el grupo provocó furor con “Rapsodia Bohemia”, contenida en el disco A night at the Opera.

Lo sólido permanece en el aire

También hace 40 años el mundo supo de la mejor banda de rock progresivo que haya existido en la historia (según nuestra opinión). Nos referimos a King Crimson, una agrupación inglesa comandada desde entonces a la fecha por Robert Fripp y quien, como se lee en Wikipedia, es el único factor común de todos los discos y todas las alineaciones del grupo. Y es que, como ha dicho Fripp, King Crimson es una manera de hacer cosas y, esas cosas, han sido siempre distintas, con gran nivel de ejecución y, sobre todo, novedosas.

Cuando en el 73 Kiss invadía la radio, King Crimson apenas se escuchaba en espacios marginales con su Larks’ Tongues in Aspic, pero su oferta iría abriéndose paso hasta salir de los reductos underground y colocarse como referente de lo que se hacía en otras partes del orbe en el progresivo y no solo, pues diversos grupos como Emerson, Lake and Palmer o Genesis y también músicos como Brian Eno y hasta David Bowie, fueron influidos por esa forma de hacer rock. Tal vez el disco que le abrió pasó a los derroteros de ser todo un clásico fue Epitaph/21 st Century Schizoid Man que, junto con el Concerto Grosso No. 1, de la banda italiana New Trolls, está dentro de lo mejor que se haya producido en el género durante la década de los 70s. La creatividad de King Crimson trascendió a los medios que cifraron sólo en las expectativas comerciales su oferta. Y nada más por eso, igual que con Led Zeppelin y New Trolls, le hacemos un pequeño tributo: lo marginal, si sólido y con causas como en este caso la de la innovación y el virtuosismo musical, permanece en el aire por los siglos de los siglos

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