viernes 19 abril 2024

Y ahora qué: ¿a comprar una fábrica de látigos? Votar por la oposición será el voto inteligente

por José Mata

Imagen: etcétera

No paran las incongruencias del gobierno de López Obrador, ahora compró a Shell una refinería en Estados Unidos, Deer Park, en 600 millones de dólares. Shell, como están las cosas, deseaba deshacerse de un activo inútil en plena evolución hacia las energías limpias; y para fortuna de esa empresa halló a un fantasioso hombrecillo quien en su mundo alejado de la realidad afirma que será en beneficio para México.

Y, ahora, ¿qué se le ocurrirá?… ¿comprar una fábrica de látigos para tirar de los caballos?

¡Qué no hubiera hecho con 600 millones de dólares!… comprar más vacunas, comprar medicamentos que faltan en la seguridad social y sobre todo para los niños con cáncer, atender a los heridos de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México y dar un apoyo económico a los deudos. Tantos problemas que tiene México por culpa del dictador de Palacio y ahora compra una refinería que pronto no servirá para nada.

En verdad este inútil, incapaz, indolente, ignorante, ilógico DESgobierno, nos está llevando al abismo más profundo del que tardaremos, por lo menos, tres lustros en salir con el fin de iniciar la recuperación para llegar a como estábamos aquel 30 de Noviembre del 2018, cuando todavía crecía la economía.

En unos 5 años los coches eléctricos comenzarán a inundar el mercado y los que compren gasolina serán los menos, porque según estimaciones llenar la batería que dará movilidad a los automóviles costará aproximadamente $300 pesos, mientras que llenar un tanque de gasolina -al margen de la contaminación podría superar los $1,300.00.

¿En qué cabeza cupo esta enésima ocurrencia?

En la de un hombre que vive anquilosado en el pasado, en aquella década de los 70 cuando ingresó a las ligas juveniles del PRI y vivió bajo el cobijo del populismo echeverrista y después se impactó con la cerrazón de Miguel de la Madrid, quien en pleno terremoto de 1985 no quería recibir apoyo de nadie.

Los sociópatas no viven en la realidad y como carecen de sentimientos, imponen lo que a su parecer es lo correcto, aunque destrocen sin piedad todo lo que exista en su alrededor.

Por ello, hemos visto afirmar al dictador, que suspendió la construcción de un aeropuerto -que además de haber sido el modelo de la modernidad, acaba de recibir un premio mundial de diseño- por supuesta corrupción que nunca pudo comprobar porque no existió. Un proyecto aeroportuario que hubiera propiciado miles de fuentes de trabajo, pero eso de apoyar a los mexicanos no se le da, porque pareciera que odia a todo el pueblo de México.

Cuando se anunció que el coronavirus comenzaba a invadir al mundo y provocaba a través de la Covid-19 la muerte, el dictador afirmó que la pandemia no era más que una “gripita” y que no pasaba nada, que nos siguiéramos abrazando, besando, conviviendo, en lugar de inmediato confinar a la gente y buscar estrategias sanitarias para combatirla; luego de un pésimo manejo de la pandemia, se atrevió afirmar el 26 de abril 2020, que ya tenía domada la pandemia. Ahora mismo de acuerdo a las aterradoras cifras -no las oficiales, las de los investigadores- la realidad le reclama los más de medio millón de fallecidos.

Hemos sido testigos de cómo ordenó incomprensiblemente abrir las compuertas de una presa e inundar las casas de los más pobres sin tener una estrategia para evitar el gravísimo daño que estaba cometiendo.

Por otra parte, duplicó la pobreza extrema por la falta de un sólido proyecto de gobierno.

De los niños con cáncer acaba de afirmar que no se dejó intimidar por los farmacéuticos, acusándolos de todo sin una sola prueba y lamentablemente, después de mil días no les ha dado su medicamento; han muerto más de 2 mil pequeñitos.

Afirma que es el gobierno más feminista pero la realidad le demuestra que es el gobierno más misógino, los feminicidios incontrolables, como los mismos homicidios…

Hasta el momento, en sus primeros 30 meses de DESgobierno van ¡85,219! y lamentablemente va para más. En Aguililla (allá en Michoacán) la gente está abandonado sus tierras, sus casas, porque la absurda política de abrazos y no balazos provocó multiplicar al crimen organizado. El Ejército, por las órdenes expresas del dictador de Palacio, tiene prohibido responder al crimen con la fuerza del Estado, lo que le impide salvaguardar la integridad de los mexicanos.

Todo esto, al margen de que López Obrador declaró con absoluto cinismo que él ordenó la liberación de Ovidio Guzmán; y varias grabaciones le mostraron saludando a la señora María Consuelo -madre del Chapo Guzmán- a la que afectuosamente le comentó “no te bajes yo voy a saludarte, ya recibí tu carta la estoy atendiendo”.

Sobre la economía, es inconcebible que afirme que vamos bien cuando más de un millón de pequeños empresarios quebraron por falta de apoyos dejando en la indefensión a millones de mexicanos, sí, millones por la falta de fuentes de trabajo.

Y si mientras en el 2019 decrecimos el -0.5% en 2020, bajamos todavía más hasta el agobiante -8.5 %.

De las vacunas, en diciembre del 2020 afirmó que tenía ya todas las dosis para vacunar a todos los mexicanos y la realidad demostró que no es cierto.

Se dedica a exigir perdón por una conquista de los españoles a México, cuando en 1521 no existían ni España ni México; los 300 soldados que llegaron de la Península Ibérica no hubieran podido consumar la llamada conquista de no haber contado con el apoyo de todos los pueblos originarios sometidos por los mexicas.

Tras el derrumbe de la Línea 12 del Metro en la estación Olivos, mandó al carajo al hecho de acudir a visitar a los heridos, así como a los deudos que sufren, y mucho, por este lamentabilísimo hecho culpa del pasado, por supuesto, pero del pasado de AMLO: Marcelo Ebrard quien mandó construir esta Línea 12, así como de Claudia Sheinbaum, quien redujo el presupuesto de mantenimiento del Metro.

“No es mi estilo, no me gusta la hipocresía; estoy pendiente, solidarizándome con familiares de las víctimas, pero esto no es de irse a tomar fotos, ¡eso ya también al carajo!” exclamó López Obrador.

Minutos después difundía una fotografía saboreando una tlayuda (¿?). ¿Una tlayuda es más importante que las víctimas de la Línea 12 del Metro?

¡Vaya cinismo!

Y hace unas horas, Estados Unidos degradó a México en seguridad aérea.

Claro que existen muchísimos y gravísimos errores más. El doctor Luis Estrada le ha contabilizado, sólo en su show mañanero, más de 50 mil mentiras, con las que supone puede seguir engañando a los mexicanos.

Este es parte del lamentable, deplorable, alarmante contexto que vive México; no obstante, todo esto lo podremos contrarrestar con el voto inteligente que le impida continuar destrozando al país.

Por ello, se hace necesario que la Cámara de Diputados deje de estar al servicio de López Obrador y vuelva a responsabilizarse del bienestar de todos los mexicanos.

Y me permito sugerir que, además de no votar por Morena, tampoco se vote por sus partidos satélites creados para preservar el poder del dictador de Palacio: Partido del Trabajo (PT), Partido Verde, Fuerza Social por México (FSM), Redes Sociales Progresistas (RSP), Encuentro Solidario (PES).

Sólo el voto inteligente, reflexivo, el voto por la oposición hará cambiar a México para reencontrar su rumbo para beneficio de México.

Aquella frase que se acuñó en la campaña de Vicente Fox se hizo realidad: “López Obrador es el auténtico peligro para México”.

Aunque ahora se agregaría: “López Obrador, Morena y partidos satélites son el auténtico peligro para México”.

Salgamos todos a votar y votemos para quitar a la opresión, la irracionalidad, la indolencia que está acabando con México.

El voto inteligente no sólo es la mejor opción… es la única opción.

 #Quédate_en_casa

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!


@PEPEMAT91688656

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