Dijo el mero secretario de gobernación de nuestro país, Adán Augusto López, que poco le importaba la veda que tendría que respetar como parte de la ley electoral vigente y que en un desafío claro a ella y a las instituciones se iba a Sonora, para apoyar abiertamente la famosa revocación de mandato, caprichito muy costoso de nuestro señor presidente. Así de grave está la cosa.
Es más, dijo que AMLO le advirtió que tuviera cuidado con las posibles sanciones del INE (claro en tono de burla malintencionada) y él, de tabasqueño a tabasqueño, le contestó a su jefe que no temía al INE ni a sus señalamientos. No pus si, si al presidente no le importa cumplir la ley… ¿por qué le tendría que importar al supuesto responsable de la política interna de México? Lógica impecable.
Y allá fue el que despacha en Bucareli, a un evento público, con cientos de acarreados, encabezado por el gobernador Durazo y otro personaje inolvidable de estos años revueltos, Mario Delgado. Cito textual lo que dijo Adán:
“No voy a hablar de la Reforma Eléctrica (se suponía que iba a eso) vine a apoyar el movimiento del 10 de abril para demostrar al mundo que somos capaces de apoyar al mejor presidente de la historia moderna de México”.
Órale…sin duda el hambre es canija. Y además añadió:
“Me dijo (AMLO) que hay que tener cuidado no vaya a ser que me corran los del INE, y le dije mire no me pueden correr–y sigue— como dijo Durazo esos ya se van, lo vamos a ver pasar por enfrente, con la cola entre las patas”.
Como es evidente, la violación de la ley en esta administración es simple y sencillamente tumultuaria, no se necesita un doctorado en derecho para entenderlo y lamentarlo profundamente. ¿Qué podemos esperar los mexicanos si explícitamente vivimos fuera de un Estado de derecho? Cientos de años tardó la humanidad para conseguir que todas las personas e instituciones, incluso el propio Estado estuvieran regidas por leyes que se proclaman públicamente y que se deben cumplir sin distingos. En México, y me apena reconocerlo, esto no existe.
Vivimos en tierra de nadie, en la jungla, ni respeto a la ley, ni a los derechos humanos, ni impartición de justicia imparcial ni equitativa. Tenemos un Fiscal General de la República que abusa de su cargo y atiende asuntos personales desde una posición de poder, un Poder Judicial de nuestra ciudad que se acomoda a lo que le conviene al Fiscal, presos políticos (léase Rosario Robles y el Senador Rincón Virgen) que están en prisión no más porque así conviene a los poderosos que con toda impunidad se despachan con la cuchara grande y a placer. El colmo, es que todos estos funcionarios y funcionarias abusivos siguen en sus puestos, respaldados por el jefe del ejecutivo.
Bueno, tampoco se respetan los acuerdos ni nacionales ni internacionales. Kerry ha visitado nuestro país tres veces en unos cuantos meses para explicarle al presidente que esa reforma eléctrica (a la que no le quiere cambiar ni una coma) va a acarrear problemas, litigios, demandas y fricciones extraordinariamente costosas para nuestro país. El presidente nos cuenta, al salir de estas juntas con los enviados de Biden, sus otros datos, su otra versión de los hechos y lo peor… muy probablemente (y creo que gracias a los votos de eso que es el PRI) se consume otra violación más, la del T-MEC que viene a complicar significativamente la muy difícil situación económica que enfrentamos.
Todo está en riesgo, nuestra democracia está en peligro. No seamos cómplices de estas violaciones tumultuarias a la ley.
