jueves 28 marzo 2024

Veracruz, saqueado e hipotecado

por Aurelio Contreras Moreno
Etcétera

Nadie en el Gobierno del Estado de Veracruz salió a dar explicación alguna sobre el nuevo empréstito por mil 338 millones de pesos que, sin consultarnos ni avisarnos siquiera, nos encajaron a los veracruzanos.

Y probablemente no sientan necesidad de rendir cuentas a los ciudadanos porque la opacidad del gobierno de Javier Duarte es consentida por el Congreso del Estado, convertido en una vergonzosa oficialía de partes que sólo da trámite a la legislación que le envían, por absurda o lesiva que resulte para el interés colectivo en la entidad.

Es el caso del nuevo crédito, que el gobierno estatal contrató en la penumbra porque la LXIII Legislatura local le extendió una patente corso para endeudarse sin dar cuentas a nadie.

En el artículo 9 de la Ley de Ingresos del Gobierno del Estado de Veracruz para el Ejercicio Fiscal 2015, se autoriza al Ejecutivo para que contraiga “un endeudamiento hasta por un monto equivalente al 5.0 por ciento del total de los ingresos ordinarios que se estiman obtener en el ejercicio fiscal de 2015, en términos de la presente Ley, para ser destinado a inversión pública productiva y para reducir la estacionalidad de las participaciones federales, que repercuten sobre los pagos a proveedores de la misma”.

También establece que “el Ejecutivo del Estado podrá ejercer la presente autorización, sin rebasar el porcentaje señalado y sin que el término de la liquidación del endeudamiento exceda el periodo constitucional de la presente administración”.

El citado artículo de la Ley de Ingresos dispone adicionalmente que “en garantía o fuente de pago de los financiamientos que se celebren, con base en la autorización a que se refiere el párrafo anterior, el Gobierno del Estado podrá afectar el derecho y los ingresos a las participaciones que en ingresos federales le correspondan; el derecho y los ingresos que deriven de programas, ramos o aportaciones de apoyo instrumentados por el Gobierno Federal que, conforme a las disposiciones legales que los rijan, puedan destinarse al saneamiento financiero; y los ingresos propios, sin incluir los provenientes de los Impuestos sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal, sobre Nóminas, por la Prestación de Servicios de Hospedaje, y Estatal sobre Tenencia o Uso de Vehículos”.

O lo que es lo mismo. Los diputados de la LXIII Legislatura le abrieron la puerta al gobierno duartista para terminar de hipotecar a todo el estado de Veracruz a fin de hacerse de recursos que no creemos que se destinen a “inversión pública productiva”, sino a las campañas políticas. Porque el crédito se contrató desde febrero y es la hora que ni se paga a los proveedores ni se reparten a tiempo las participaciones a los municipios. Ni siquiera se paga a tiempo a los pensionados del estado.

Además, estos mil 338 millones de pesos que fueron incorporados alevosamente a la deuda estatal no representan ni de cerca el tope de cinco por ciento del total de los ingresos ordinarios del estado que le autorizaron al gobierno para contraer nuevas obligaciones financieras.

De acuerdo con la misma Ley de Ingresos, el total de ingresos ordinarios de Veracruz para este año es de 98 mil 783 millones 692 mil 524 pesos. El cinco por ciento de esa cantidad equivale a cerca de cinco mil millones de pesos. O sea que el duartismo aún tiene la posibilidad de contratar deuda hasta por unos tres mil 662 millones de pesos en lo que resta del año.

Lo más patético es que en el Congreso local se dijeron “sorprendidos” por la nueva deuda, de la cual exigirán cuentas…hasta que se celebren las comparecencias de los secretarios de despacho para la glosa del quinto informe de gobierno de Javier Duarte, a fin de año.

Sólo en Veracruz.

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