viernes 19 abril 2024

El uso malicioso de las redes sociales

por Leo García

Las redes sociales han llegado para quedarse como un elemento de uso cotidiano y regular que abarca prácticamente todos y cualquier tema de interés. Las hay desde un tema específico como las globales de uso general. Pero por igual son propicias para un uso malicioso.

Con frecuencia al hablar del uso malicioso del entorno social digital se suele limitar a la idea de uno solo uso, o bien, no se entiende de qué manera realmente son más de una las formas de aprovechar el entorno digital con este fin.

Identidad

En las redes sociales uno de los temas más complejos son las cuentas falsas, los sockpuppets. Para que tengan efecto es requisito casi indispensable hacer que las cuentas creadas con fines maliciosos parezcan ser un usuario más con motivos legítimos de interacción para generar afinidad. Se recurre a construir identidades de personas, instituciones y organizaciones de cualquier tipo. Lo que se observa con frecuencia es que esas identidades, lo menos que puede decirse, es que son no-reales, porque finalmente no son cuentas que se generan para tener interacción real sino para a partir de esa intersección tener influencia sobre otros usuarios.

El objetivo es tener elementos para poder inducir ideas, reforzar prejuicios, conducir la conversación sobre temas convenientes, de manera que se pueda manipular la percepción en los grupos a los que se afilian y como máximo logro manipular hasta lograr acciones más allá del entorno digital.

Ingeniería social

El entorno social digital es un espacio abierto que ha traído oportunidades para agentes que buscan irrumpir en la conversación y manipular el entorno aprovechando como elemento malicioso a la información. La información es la nueva arma y la forma más sencilla de utilizarla es conociendo y entendiendo la natural propensión al sesgo de confirmación. Esto sustenta las dinámicas enfocadas a audiencias especificas con mensajes perfectamente segmentados que buscan manipular su percepción.

Actualmente la minería de datos, con la respectiva ciencia de datos para analizarlos, permite cumplir perfectamente con este objetivo con una alta efectividad. Además, que se puede reforzar con elementos como hackeo, usurpación de identidad, phishing, etc.

Influencia adversa

Getty Images

Utilizar información como elemento de influencia es una de las tantas técnicas que se aprovechan en conjunto por parte de los agentes de influencia para impactar a la audiencia conduciendo la percepción según convenga.

Lo más común es ofrecer piezas de información que no necesariamente son confirmables o tienen el mínimo sustento, pero que son suficientes para que la audiencia que las recibe y consume las replique. Es precisamente la audiencia quien por la concordancia o no con sus propias ideas aprovechará esta información para sustentar sus interacciones, o bien, como elemento de confrontación para conducir interacciones antagónicas.

Desinformación

El esfuerzo amplio y deliberado de divulgación de información falsa, sesgada, imprecisa, con el fin de manipular a la audiencia en desconocimiento de datos sustentados, comprobables y reales, que se vale entre otros de las noticias falsas, las fake news, se le conoce como desinformación.

Las “fake news” son parte de las campañas de desinformación, pero no son lo único que se utiliza; para la desinformación también se valen de fotos, infografías, memes, videos, trabajo de supuestos expertos, campañas de difusión en redes sociales y, en general cualquier medio y formato que permita difundir información y llegar a la audiencia objetivo. La audiencia a la que se quiere desinformar y manipular.

Incitación a la violencia

Cuando se piensa en incitar violencia se puede considerar un amplio repertorio de recursos que llevan a grupos a actuar de manera irracional y violenta. Hay un riesgo sutil pero igualmente efectivo. Se puede causar violencia a partir de inducir una emoción muy efectiva y poderosa, el miedo. Aunque por sí mismo el miedo es una emoción que tiende a desmovilizar, cuando el miedo es inducido mediante narrativas y estímulos que convocan combatir el motivo del miedo se ponen los elementos necesarios para pasar a la ira.

¿Parece ajeno? Entonces tal vez basta recordar los mensajes intimidatorios compartidos como supuesta precaución donde se invitaba a los padres a tener cuidado con sus hijos por la constante presencia de secuestradores. El resultado es que aún hoy se presentan situaciones basadas en esos mensajes, sin fundamento, pero donde se lincha gente hasta morir. En casos extremos esta misma dinámica ha servido de sustento para auténticos genocidios, limpiezas étnicas, como en la región de Myanmar.

Bots y troles

Bots, los viejos conocidos y muchas veces mal referenciados al confundirlos, o no distinguirlos, de los troles. Dinámicas infaltables cuando se habla acerca del uso malicioso de las redes sociales, son la parte más tangible y menos fácil de entender a lo que se refiere en cuanto a manipular sesgos cognitivos y prejuicios de la audiencia objetivo.

Basta construir narrativas afines, antagonizar a los elementos que convenga, y amplificar ambas dinámicas. Dependiendo de la postura en la escala de simpatía y el objetivo que se quiere cumplir, invariablemente una misma narrativa resultara concordante con uno de los extremos y discordante con el otro. Así, los troles “defenderán” la postura concordante o antagonizarán la postura discordante, según convenga. Los bots su mayor función es de ser amplificadores según corresponda al objetivo.

No hace falta que algo sea entendido, finalmente un logro mayor puede ser simplemente impulsar confusión en la audiencia, desviar el tren de ideas o definitivamente romperlo, o bien cambiar el ciclo noticioso y de flujo de información.

Las redes sociales se han convertido en el espacio público donde los temas de relevancia se discuten, donde cada vez más gente recurre en búsqueda de información y opiniones para entender la situación actual y su entorno próximo. Las técnicas anteriores no se excluyen, más bien se complementan y refuerzan, pero siempre tienen un saldo, al usuario real. La manipulación dentro de las redes sociales está siendo dañina para los asuntos a debate en temas sociales y políticos, pero además, dañando la confianza en las instituciones, las figuras de autoridad, las fuentes de información, y hasta en el mismo prójimo.

Hagamos red, sigamos conectados.

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