jueves 28 marzo 2024

Trump presiona a México con 25% a vehículos, igual que acero y aluminio

por José Yuste

Los negociadores mexicanos del TLCAN ya pueden esperar cualquier cosa del equipo estadunidense. Trump y Lighthizer negocian presionando, y tratan de intimidar al máximo. De por sí ya se tenía la amenaza, de si no sale la negociación del acuerdo comercial como EU quería, entonces la administración Trump impondrá aranceles al acero y al aluminio para este 31 de mayo.

Y ahora viene una nueva amenaza: EU analiza imponer aranceles de 25% a los vehículos importados, desde luego también a los provenientes de México y Canadá, países con los que está enfrascado en una intensa negociación del sector automotriz.

25% A VEHÍCULOS Y ACERO QUIERE TRUMP

Donald Trump desde la mañana de ayer levantaba expectativa: Vendrán noticias buenas para los trabajadores de la industria automotriz de EU, decía en Twitter. Y vinieron las versiones periodísticas, primero la de The Wall Street Journal, después la del Washington Post. Ambas coincidían: la administración Trump quiere imponer aranceles del 25% a vehículos importados, como presión para que México y Canadá saquen adelante el TLCAN con las condiciones que EU busca imponer. También habría aranceles del 25% para el acero y 10% al aluminio.

SORRY TRUMP, SERÍA DEL 2.5%, DICEN ILDEFONSO Y SOLÍS

Otra vez vienen las aclaraciones comerciales de México, pues Ildefonso Guajardo, secretario de Economía y Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), han dicho que EU no puede aplicar estos aranceles.

EU sólo podría aplicar los aranceles de la Organización Mundial de Comercio. Y como México estaría clasificado bajo el estatus de Nación Más Favorecida, entonces los aranceles que nos pueden aplicar sólo son de 2.5%. No más.

Pero usted ya conoce cómo es Trump: se pasa todo por alto, no le importan las reglas internacionales ni la diplomacia. Él negocia presionando e intimidando, y México no puede permitirlo.

NEGOCIACIÓN POR EQUILIBRIO

México va por un equilibrio en las negociaciones. Para nuestro país son inaceptables las condiciones exigidas por EU. Las condiciones que quiere EU, dichas una y otra vez por el negociador comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, son inaceptables: una regla de origen para la industria automotriz donde EU gane con candados de hasta 75% de contenido regional de la producción; una Cláusula Sunset para liquidar el acuerdo cada 5 años que ningún inversionista en su sano juicio seguiría; temporalidad para que sólo les exportemos productos agropecuarios frescos cuando ellos no tengan producción; y no tener defensa para las inversiones, por lo que desaparecería parte de los capítulos de Solución de Controversias.

Guajardo lo ha dicho bien: México quiere un equilibrio donde se negocie, y claro que EU podría asegurar un poco más del pastel de inversiones que venga, sobre todo en el sector automotriz. Y como dice Eduardo Solís, lo que no se puede hacer es entregarles las llaves de una industria regional muy competitiva.

PARA AMLO. DE COPPEL, SINDICATO DE TELMEX Y AEROMÉXICO

López Obrador tiene su propio estilo, y en lugar de sentarse con los empresarios prefiere denunciar rumores sobre ellos. Esta semana, abrió otra batalla contra grandes empresarios, a quienes les pidió una aclaración, dijo: “Hoy me informaron que algunos empresarios, los de mero arriba, porque no quiero generalizar, ya les están mandando cartas y les están pidiendo a sus trabajadores que voten por Anaya. Me dijeron de Coppel, de Aeroméxico y de Telmex”. Claro que siendo el candidato puntero, a las empresas les importa su denuncia. De inmediato respondieron. Con un comunicado formal, Coppel enfatizó que respetaba el derecho de elegir y decidir de cada uno de sus colaboradores, clientes y los invitaba a ejercer libremente su derecho al voto.

Telmex, la empresa de Carlos Slim, no contestó directamente, sino que fue el Sindicato de Trabajadores, a cargo de Francisco Hernández que a través de Twitter respondió: “Respecto al rumor que López Obrador mencionó que los dueños de Telmex nos pidieron a los telefonistas votar por Anaya, no es así, los trabajadores sindicalizados no hacemos voto corporativo y somos libres de ejercer nuestro derecho democrático”.

Aeroméxico también rechazó la denuncia. La aerolínea tiene como su principal accionista a Eduardo Tricio, a quien AMLO acusó de estar junto con otros empresarios en su contra y apoyando a Anaya. Aeroméxico, vía Twitter, dijo: “Aeroméxico respeta las leyes electorales y los derechos de sus trabajadores. Toda información distinta es falsa”.

Las aclaraciones empresariales le llegaron a AMLO que las había pedido bajo el sello de la casa: con discurso público utilizando el clásico ‘me informaron que los empresarios, los de mero arriba’. Ahí sigue la batalla con los grandes empresarios, aunque esta vez fue para pedir una aclaración.


Este artículo fue publicado en El Excélsior el 24 de mayo de 2018, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.

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