viernes 19 abril 2024

TLCAN: El equilibrio de Ildefonso; próximo Senado lo revisará

por José Yuste

Trump y su negociador, Lighthizer, quieren que las nuevas inversiones del sector automotriz también lleguen a Estados Unidos, en una visión del modelo de economía manufacturera de los años setenta. Por eso el sector automotriz se ha convertido en “el tema” para ellos. Y ahí el negociador mexicano, Ildefonso Guajardo, ha planteado un equilibrio. Sí un equilibrio, donde las plantas actuales permanezcan en México, y entonces las nuevas inversiones se puedan distribuir en la región norteamericana, donde México gane, pero también EU y Canadá.

LO IMPOSIBLE DE ACEPTAR: SUNSET, ACERO Y ALUMINIO

EU, en su visión mercantilista, pone sobre la mesa de negociación cuestiones imposibles de aceptar. Cuando quiere imponer aranceles al aluminio y acero para comprar más de esos productos provenientes de EU, en caso de que la industria mexicana aceptara comprarles más acero y aluminio y realizar un esfuerzo muy importante de reconversión de proveeduría y costos, ahora imagínese que viniera la otra cláusula que quieren los estadunidenses, la Sunset. Y que cada cinco años te pudieran cambiar las reglas del juego.

Estas dos condiciones que quiere imponer EU, la de comprarles acero y aluminio, y desaparecer el acuerdo cada cinco años son imposibles de llevar adelante.

En la idea de Trump y Lighthizer de querer hacer menos atractivo a México para invertir, no se dan cuenta de que no están negociando, sino poniendo sobre la mesa condiciones imposibles de realizar.

MÉXICO: REGLA DE ORIGEN AL 70% E INVERSIONES

De ahí que Guajardo hable de un equilibrio en la industria automotriz, donde México ha logrado crear buenas cadenas de valor, proveeduría, traer tecnología e inversiones, y que siga teniendo auge en nuestro país, pero también en EU.

México ha planteado una regla de origen que pueda subirse regionalmente, del 62.5 al 70 por ciento. Estados Unidos se ha mantenido en su postura de 75% en prácticamente todos los componentes, además de que se les compre el acero y aluminio. Ahí es donde México no puede ceder, pues no sólo es regla de origen a favor de los estadunidenses. Es también que una parte de la producción se realice donde se tengan salarios de 16 dólares la hora, que sólo los hay en EU.

Es que la solución de disputas no tenga poder vinculante, por lo que una empresa no tendría defensas del acuerdo. Es que el acuerdo comercial pueda romperse cada cinco años, lo que no deja ninguna certidumbre para invertir en el largo plazo. Por eso México habla de equilibrios productivos.

SERÁ EL PRÓXIMO SENADO EN MÉXICO EL REVISOR DEL TLCAN

El otro punto es si las negociaciones pueden acelerarse. Claro que sí: Podrían salir en cualquier momento si hay voluntad política de EU, y quita de la mesa las condiciones que a todas luces son inaceptables para una región competitiva.

Incluso, el mismo Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, ya dijo que todavía se puede ampliar el plazo para que el acuerdo sea aprobado por el congreso republicano. Sabemos que su ley comercial establece un plazo de 105 días, pero podrían ser flexibles.

Aquí más bien el problema puede ser México. Nuestro Senado sí necesita 90 días para revisar el acuerdo comercial. Y aunque se tuviera listo el acuerdo el 26 de mayo, el Senado mexicano tendría que estarlo aprobando el 29 de agosto, en un periodo extraordinario, lo cual suena muy cuesta arriba. Es prácticamente un hecho: El nuevo Senado de México, con sus nuevos personajes, unos sin conocimiento y otros con experiencia, serán los que revisen lo acordado en el TLCAN.

SE NEGOCIA CON PUNTOS CLAVE

Como vemos, Ildefonso Guajardo mantiene la calma. Sabe perfectamente los puntos a negociar.

No cederemos ni en el sector automotriz ni tampoco en la temporalidad agropecuaria donde hay un equilibrio: Les compramos granos y fructosa, y les vendemos con éxito productos frescos. Tampoco cederemos en la cláusula Sunset ni en la flexibilidad textil. Tenemos otros sectores que siguen exportando como el de dispositivos médicos o industria aeroespacial. Ahí están los puntos de México, que los tiene muy claros. Vamos a ver si hay voluntad política de Trump y su equipo para sacar adelante el TLCAN.


Este artículo fue publicado en El Excélsior el 21 de mayo de 2018, agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.

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