jueves 18 abril 2024

Sobre el “¡Ya basta!” de la violencia contra los periodistas

por Marco Levario Turcott

Más de una treintena de medios, nacionales e internacionales, dicen ¡Basta! mediante un desplegado que alude a "la ofensiva asesina" contra profesionales de la información en nuestro país. Vale la pena acotar que la "ofensiva" no es de este año sino desde comienzos del siglo, sin exagerar. Para aludir a datos recientes, en 2015 fueron asesinados ocho periodistas y once en 2016, cuatro más en lo que va de este año. Es decir, los medios reaccionaron apenas hasta ahora aunque ya había antecedentes inmediatos de un fenómeno al que desde entonces debimos decir ¡Basta!



El antecedente inmediato de este manifiesto es el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia firmado por casi 70 medios de comunicación en marzo de 2011. El desplegado de hoy no hace referencia a este documento que, entonces, aludió a las responsabilidades éticas y profesionales de los medios para la cobertura de la violencia, en particular la perpetrada por el crimen organizado porque entonces también se veía que, en no pocas ocasiones, los medios hacían apología de la violencia. En aquel entonces diversos analistas sostuvimos que parte de esa apología de la violencia era no señalar al crimen organizado como el adversario principal del Estado de derecho e incluso, en no pocas ocasiones algunos medios se convertían en conducto para la transmisión de los mensajes del narcotráfico. El acuerdo actual no recoge esa experiencia previa.



Entonces, el fenómeno de la violencia contra los periodistas no es nuevo sino parte de una tendencia que, además, no incorpora solo, y creo que ni principalmente, a los profesionales de la comunicación. Más aún, buena parte de los medios que firman el desplegado de hoy, al principio de este sexenio se hicieron eco de la petición del gobierno federal para inhibir, en sus partes informativos, los reportes de la violencia. Al comienzo de este sexenio, por ejemplo, Milenio dejo de informar sobre el reporte de personas fallecidas por la violencia en el país y buena parte de los medios dejaron de difundir la violencia extendida en Guerrero, Michoacán y Tamaulipas.



Como sea, esos poco más de treinta medios dicen ya basta de la ofensiva contra los periodistas, y eso es relevante: la libertad de expresión es un elemento clave de la democracia aunque, insisto, los niveles de violencia rebasan con mucho las preocupaciones de un sector. El "¡Ya basta!" desde mi punto de vista debiera dar cobertura a todos los ciudadanos que somos víctimas permanentes de la violencia.



No obstante los aspectos antedichos, el despegado de hoy es un avance, primero porque al fin los medios descubrieron un fenómeno de larga data y, segundo, porque esto les implica un compromiso para recuperar la violencia en sus partes informativos y, aunque sea de manera tangencial, también les implica una autocrítica -a la que son tan poco proclives- sobre los lineamientos éticos y profesionales para cubrir la violencia y, en particular, la perpetrada por el crimen organizado.

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