viernes 29 marzo 2024

Singapur y el coronavirus

por María Cristina Rosas

Singapur es una ciudad-Estado localizada en el sureste de Asia que destaca por su desarrollo científico y tecnológico. Cuenta con una población de 5 638 700 habitantes. Con un producto interno bruto (PIB) de 600 mil millones (billones) de dólares, es la 38ª economía a nivel mundial y posee un ingreso per cápita de 102 742 dólares -medido en términos del poder adquisitivo. Singapur ocupa la 11ª posición en los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con un desarrollo muy alto. Figura en el 1° lugar -en un listado de 141 países- en el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial correspondiente a 2019.[1] En el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, también se encuentra en la 1ª posición.[2] En el índice de percepción de la corrupción de Transparency International, el país asiático se ubicó en el tercer lugar, empatado con Finlandia, Suecia y Suiza entre 198 naciones en 2020[3] -ojo, estar en las primeras posiciones significa que el país tiene las mejores calificaciones y que la percepción de corrupción es muy baja. En el índice de paz global de 2020, Singapur está en el 18° lugar en un listado de 163 países.[4] En el índice de seguridad en salud global está en el 24° lugar entre 195 países.[5] En el índice de felicidad ocupa el 32° lugar a escala planetaria.[6] En el índice de poder suave de 2021 se encuentra en el 20° lugar entre 100 países analizados.[7] En el índice Henley de pasaportes más aceptados en el mundo, Singapur figura en la primera posición empatado con Japón con 192 países donde el documento de identidad singapurense es aceptado.[8]

La palabra Singapur proviene del sánscrito o malayo y significa “ciudad del león.” El país es una isla que se localiza a 137 kilómetros al norte del ecuador en Asia suroccidental. Se integra por una isla principal y 64 islotes. Limita al norte con Malasia, al suroeste con Indonesia y al sur con las islas de Sumatra y Java. Tiene 193 kilómetros de línea costera y sus costas son bajas y arenosas. La ciudad-Estado es vulnerable al calentamiento global y se estima que, si aumentara el nivel del mar, las partes más bajas de la isla podrían inundarse. De ahí que las autoridades hayan puesto en marcha, entre otras medidas, inversiones para mejorar los sistemas de desagüe; plantación intensiva de árboles; construcción de nuevas plantas de agua potable; introducción de un impuesto al carbón que se espera se duplique o triplique hacia 2030; financiamiento de proyectos para analizar y estudiar el aumento del nivel de mar; inversión en energías limpias incluyendo instalación de paneles solares y tratamiento de aguas y basura para 2025; y la construcción de la terminal 5 del aeropuerto Changi en plataformas más elevadas respecto al nivel del mar. Cabe destacar que, a diferencia de 1960, cuando la temperatura media en la isla era de 27°C, en la actualidad es de 34° C, lo que llevó a que, en 2016, la reserva de agua de Johor, que provee de agua al país, llegara a mínimos del 20 por ciento de su capacidad en la época de sequía.[9] El país es 100 por ciento urbano.

Singapur es proactivo en materia ambiental. Tras haber sido considerado un desastre ecológico en los años 70 del siglo pasado, ha desarrollado una transformación que las autoridades reconocen es un tema de supervivencia. Las áreas verdes equivalen a la mitad del país y se espera que, en 2030, cada hogar tenga un parque a menos de 400 metros de distancia. La limpieza de la bahía se desarrolló a partir de 1977 y se reubicó a empresas y comerciantes ambulantes. Se le ganaron 101 hectáreas al mar para edificar los famoso jardines de la bahía y el río posee unas 200 especies que no es posible pescar. Hoy el país presume de su desarrollo tecnológico y sus políticas ambientales y es un referente estudiado por organismos internacionales y la comunidad de especialistas en temas ecológicos.[10]

El territorio es un enclave de enorme relevancia geopolítica dada su ubicación y por ello, las potencias europeas buscaron su control en distintos momentos. Los holandeses, que dominaban buena parte de los puertos del área fueron desafiados por los ingleses a través de Sir Stamford Raffles, a quien se encomendó garantizar las rutas comerciales de China e India para la Compañía Británica de las Indias Orientales. Raffles gobernaba Bencoolen, en el occidente de Sumatra desde 1818. Llegó a Singapur el 29 de enero de 1819 y aprovechando disputas familiares logró que se estableciera un enclave comercial en el lugar, si bien los holandeses no estaban conformes con ello y no sería sino hasta 1824, con la firma del Tratado de Londres también conocido como Tratado Anglo-Neerlandés que se delimitarían las esferas de influencia británica y neerlandesa en la zona, de manera que Malaya -hoy Malasia- quedaría bajo la tutela británica y las Indias Orientales Neerlandesas -hoy Indonesia- serían administradas por los Países Bajos. Singapur se convirtió así en un enclave de equilibrio y un garante de la primacía comercial británica en la región. En Londres consideraban a Singapur “la Gibraltar de Oriente.”[11]

La demografía de Singapur, que al arribo de Raffles era de unas 1 000 personas, pronto comenzó a crecer. Diversas empresas europeas establecieron sus operaciones en el territorio lo que a su vez atrajo a mercaderes judíos, chinos, armenios, árabes, indios, etcétera. La apertura del Canal de Suez abonó a la bonanza de Singapur en la segunda mitad del siglo XIX.[12]

Hacia 1912 Singapur era ya la base naval más importante de los británicos, junto con Gibraltar y el Canal de Suez.[13] Con el siglo XX también sobrevino el declive paulatino del Imperio Británico, mismo que se concretó a lo largo de la segunda guerra mundial. Entre 1941 y 1942, Japón ocupó la región dada su enorme relevancia como puente entre el Océano Pacífico y el Océano Índico. La Gran Bretaña, concentrada en repeler a la maquinaria del Eje en Europa, poco pudo hacer para impedir la caída de Singapur, la cual se produjo el 15 de febrero de 1942.[14]

El militarismo japonés, sin embargo, tuvo una duración breve en Singapur debido a las acciones emprendidas por Estados Unidos en el Pacífico. La rendición de Japón ante los aliados se produjo el 15 de agosto de 1945 y Lord Louis Mountbatten, comandante de las fuerzas británicas, australianas e indias volvió a Singapur para aceptar la rendición de las fuerzas japonesas el 12 de septiembre. La incapacidad mostrada en la contienda por parte de Londres para defender Singapur en la conflagración generó un rechazo a la gestión británica en el enclave. La situación social y política fue caótica, aderezada con huelgas, guerra de guerrillas y la búsqueda del autogobierno, algo que se logró en 1956. En 1961 el Primer Ministro de la vecina Malaya propuso crear la Federación de Malasia, de manera que los territorios de Malaya, Singapur, Brunéi, Borneo del Norte y Sarawak quedarían integrados en una sola soberanía. El Reino Unido vio con buenos ojos esta iniciativa buscando contrarrestar la influencia de los comunistas en Singapur. Indonesia rechazó la creación de la federación, debido a sus reclamos soberanos sobre Borneo. Singapur logró un alto grado de autonomía en la recién creada Federación de Malasia en 1963. Sin embargo, subsistieron diferencias entre Singapur y Malasia las cuáles probaron ser irresolubles por lo que en 1965 el Parlamento malasio votó por la expulsión de Singapur de la federación.[15]

La República de Singapur nació a la vida independiente en un contexto de enorme efervescencia política en la región y optó por un modelo capitalista de crecimiento hacia afuera. Aprovechando su atractivo geográfico atrajo a poderosas multinacionales y creó otras tantas. Su sistema político, de corte autoritario, tiene en el Partido de Acción Popular (PAP), de orientación de centro-derecha a su bastión, el cual, se cree, permanecerá en el poder por largo tiempo. Existen dos partidos de oposición, el Partido de los Trabajadores y el Partido Progresista de Singapur, con representación en el parlamento. Singapur, una pequeña ciudad-Estado que ha sido considerada como sampan -que en malayo significa barco pequeño- ha logrado navegar por las aguas de la guerra fría y del siglo XXI, pese a los desafíos que encara.

Situación demográfica y epidemiológica

Singapur tiene una población de 5 638 700 habitantes en un territorio de escasos 728. 6 kilómetros cuadrados. La densidad demográfica es de 7 804 personas por kilómetro cuadrado. La población dominante es de origen chino, si bien, como se observa en el gráfico 2, las poblaciones de origen malayo e indio representan el 9. 65 y el 6. 29 por ciento de los habitantes del país, respectivamente. La convivencia entre las etnias es difícil y se observa una distribución desigual de ellas en el territorio. Así, en Bedok y Tampines hay una enorme concentración de malayos; en las partes centrales del país como Marymount y Bishan oriental predominan los chinos; y en Kampong Java dominan los indios. La integración y convivencia entre los distintos grupos étnicos, sigue siendo una tarea pendiente. El 20 por ciento de la población vive en viviendas privadas y la inmensa mayoría son chinos.[16]

La pirámide demográfica es estrecha en la base y se ensancha sobre todo en los rangos de edades de 40 a 69 años. La esperanza de vida al nacer es de las más altas del mundo con 83. 49 años, siendo la edad promedio de ellas de 85. 7 y de ellos de 81. 4 años. La tasa de fertilidad pasó de 5. 76 hijos por mujer en 1960 a 1. 14 en 2019. En 2020 la tasa llegó a su nivel más bajo: 1. 1, pero desde la década de los 50 del siglo pasado, el número de nacimientos ha caído de manera sostenida y estrepitosa. Entre las razones que explican esta reducida tasa de natalidad en el país figuran las limitaciones en el ingreso: el costo de vida es alto y tener hijos es considerado como una carga económica que puede impactar negativamente en la calidad de vida de las familias. Se sabe también que a mayor nivel educativo menor propensión a tener hijos en tanto las familias más numerosas suelen ser aquellas donde la tasa de escolaridad es menor.[17]

 

Es menester señalar que, en los años 60 del siglo pasado, las autoridades temían una explosión demográfica y un crecimiento de la fertilidad descontrolado por lo que el Estado desarrolló políticas de control natal incentivando a los ciudadanos a reducir la tasa de nacimientos. En 1973 fueron aprobadas leyes acompañadas de una agresiva campaña denominada “detente cuando tengas dos hijos.” Estas acciones fueron muy exitosas como se observa en el gráfico 4, cuando la tasa de fertilidad era de 3 hijos por mujer. Empero hoy la tasa de fertilidad está muy por debajo de la de reemplazo de 2. 1.[18]

Hoy las autoridades promueven un esquema de “bonos bebé” aunque beneficia en especial a las familias de altos ingresos. Asimismo, hay factores adicionales como la edad del matrimonio -28 años para ellas y 30 años para ellos en promedio- como un elemento que posterga los nacimientos. El declive de la cantidad de matrimonios al igual que el incremento de los divorcios también son factores a considerar.[19]

Singapur es un país que tradicionalmente importa una cantidad significativa de trabajadores para sus diversas actividades económicas. 1. 6 millones de personas en Singapur son no residentes -esto es, alrededor del 30 por ciento de la población.[20] En lo que se refiere a niñeras y cuidados infantiles, el país acepta el ingreso de cuidadoras de Indonesia y Filipinas, quienes laboran en hogares de ingresos medios y altos. Las autoridades ofrecen incentivos y apoyos económicos a las familias que contratan cuidadores, si bien las de bajos ingresos no tienen acceso a ellos.[21]

Hay también aspectos culturales a ponderar. Los singapurenses son personas acostumbradas a trabajar extensas jornadas laborales por lo que la flexibilidad en los centros de trabajo para madres de familia es limitada. Relacionado con lo anterior es que el cuidado de los hijos es llevado a cabo por las mujeres, así como también el cuidado de los adultos mayores. Cierto, hay muchas mujeres sin hijos que no tienen la carga doble de cuidar de los infantes y también de los adultos mayores. Sin embargo, los roles de los géneros, por más que se reconoce que los hombres pueden y deberían ser más proactivos en estas tareas, reposan de manera desproporcionada en las mujeres en el país.[22]

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó en 2020 un estudio en el que analiza las expectativas demográficas de Singapur y sugiere extraer lecciones para atender este desafío en el mundo, dado que el envejecimiento de la población es un desafío global. Entre otros aspectos, el FMI sugiere abordar la edad cada vez mayor en que las mujeres dan a luz; reconocer que las tecnologías reproductivas no son la panacea; entender que el costo de oportunidad de procrear es muy alto y por lo tanto, el respaldo institucional debe ser mayor; y la calificación del capital humano, donde Singapur tiene excelente puntaje, se produce a costa de formar una familia, debido a la competencia tan grande que prevalece en los mercados laborales.[23]

En Singapur hay normas que prohíben y castigan por mascar chicle, fumar en áreas verdes y a la entrada de los edificios, tirar colillas de cigarro al pavimento, escupir, comer o beber alimentos en el transporte público, dormir al aire libre, alimentar a los pájaros, no jalar la cadena del WC tras usarlo, etcétera.[24]

El sistema de salud en Singapur

En general existen principalmente cuatro sistemas de salud en el mundo, a saber:

  • El mutualista o bismarckiano, basado en cotizaciones como fuente principal de financiamiento, que se basa en las aportaciones obligatorias del trabajador y de la empresa en la que labora para su solvencia. Este sistema prevalece actualmente en Alemania y también en Austria, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Japón.[25] Al modelo bismarckiano también se le conoce como modelo de los seguros sociales.[26]
  • El modelo Beveridge. Este sistema nació en 1942, en plena segunda guerra mundial de la mano de Lord William Beveridge, en el cual el Estado se hace cargo del financiamiento del sistema de salud unificando el sistema de seguridad social bajo su égida, a través de impuestos. Este modelo también se aplica en Francia -donde Pierre Laroque encabezó los esfuerzos para brindar protección social a la población, de manera que en 1946 se creó el sistema nacional de seguridad social-,[27] Suecia, Dinamarca, España e Italia, entre otros.
  • El liberal, cuyo principal representante es Estados Unidos. Conforme a sus premisas, la salud es un bien de consumo donde son las libres fuerzas del mercado las que distribuyen los recursos sanitarios a la sociedad. El Estado no tiene la responsabilidad de promover la salud y su participación es marginal, dirigiendo su atención sobre todo a grupos desfavorecidos o carentes de recursos. El usuario paga directamente al proveedor o bien, lo hace a través de compañías privadas de seguros. Si bien el modelo favorece la competitividad entre los proveedores y da libertad a la sociedad de elegir al de su preferencia, cubre de manera imperfecta el aprovisionamiento de servicios de salud, dejando fuera numerosos padecimientos y también a diversos sectores de la población, incluso a aquellos que cuentan con un seguro privado.
  • El socialista, del que subsisten ya muy pocos ejemplos, siendo Corea del Norte y sobre todo Cuba, sus máximos exponentes. En este modelo el financiamiento corre por cuenta del Estado e incluye a la totalidad de la población. Por lo tanto, tiene cobertura universal y gratuita. Las ventajas son evidentes: se apuesta por la medicina preventiva y la educación y alfabetización sanitarias para elevar la salud de la población. Con todo es un sistema rígido y burocrático.[28]

 

El sistema de salud de Singapur es de corte liberal. En 2017, el sistema fue reorganizado en el país y actualmente consta de tres clústeres regionales -el National University Health System (NUHS), el National Healthcare Group (NHG) y el Singapore Health Services (SHS). Estos tres clústeres compiten entre ellos y con el sector privado en calidad y precio. El Ministerio de Salud del país es el responsable de administrar la salud pública de manera que la población tenga acceso a servicios básicos y a precios accesibles. Los servicios médicos reciben un subsidio, pero se alienta a la población asumir responsabilidades respecto a los costos de los servicios médicos.[29]

 

El sistema de salud pública en Singapur consta de tres elementos principales: Medisave, Medishield y Medifund. El primero de ellos, Medisave, es el que tienen los empleados en el país. De su salario ellos aportan a una cuenta de ahorro médico entre el 6 y el 9 por ciento de sus ingresos con la que pueden financiar su gasto en salud. Las contribuciones de los trabajadores se determinan en función de la edad y el importe se puede guardar en un fondo fijo. Si el titular de la cuenta de ahorro médico falleciera, esos fondos son transferibles en beneficio de sus herederos. El Medishield opera de manera similar al anterior, pero se le utiliza para enfermedades graves, cirugías mayores o tratamientos prolongados que Medisave no cubre. Medisihield es costoso, pero se le puede pagar con la cuenta de ahorro médico de Medisave. Existe un Medishield Plus con coberturas más amplias. En el caso de Medifund se trata de un fondo gubernamental para cubrir los gastos médicos de los singapurenses de bajos recursos. Cabe destacar que no hay cobertura de salud para los expatriados, por lo que es importante en esos casos, la contratación de un seguro privado para poder hacer frente a cualquier requerimiento médico en Singapur.[30]

Si el ciudadano no tuvo gastos médicos en algún año, esos recursos se quedan en la cuenta y se acumulan. En Singapur todos los precios relacionados con el aprovisionamiento de servicios médicos, tratamientos, medicinas, etcétera, son de acceso público. El sistema de facturación es muy sencillo y el paciente fácilmente puede discernir sobre lo que se le está cobrando. Los médicos quedan libres de la faena de llenar formularios, exponiéndose al desgaste burocrático que es tan frecuente en Estados Unidos. La calidad de los servicios es buena tanto en hospitales públicos como privados y queda a discreción del usuario si desea recibir una cirugía en un hospital público, con menos privacidad, o en un hospital privado. Sin importar dónde sea atendido, el usuario recibirá la misma calidad.

La principal diferencia entre el sistema de salud de Singapur y el de Estados Unidos es que en este último todos los servicios son tercerizados. Esto significa que son los intermediarios los que llevan a un incremento de los gastos médicos, incluyendo honorarios, medicamentos, etcétera.

 

Como se puede observar en el gráfico 9, el gasto en salud como porcentaje del PIB pasó, en el año 2000 del 3. 34 por ciento, al 4. 46 por ciento en 2018. Es bajo a comparación de los países capitalistas más avanzados. Con todo, la cantidad de recursos que los singapurenses erogan como gasto de bolsillo ha bajado considerando que, mientras que en el 2001 el 55. 59 por ciento del desembolso recaía en la población, para 2018 se había reducido a un 31. 08 por ciento.

En Singapur, la aprobación de medicamentos y/o dispositivos no enfrenta problema alguno toda vez que, si el procedimiento ya fue autorizado por la Agencia Europea de Medicamentos, la Food and Drug Administration de Estados Unidos, la Administración de Productos Terapéuticos de Australia, la Agencia de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos de Japón o Health Canada, puede ingresar sin mayores requerimientos al país. Singapur da prioridad a la inocuidad, no a la eficacia de las medicinas.[31]

Hacia 2016, Singapur contaba con 2. 29 médicos por cada 1 000 habitantes. En el caso del personal de enfermería, en 2017 había 6. 24 por cada 1 000 habitantes. Asimismo, entre 1960 y 2017 el número de camas de hospital se ha reducido a casi la mitad, toda vez que pasó de 4. 39 a 2. 49 por cada 1 000 habitantes.

Como es sabido, la región de Asia-Pacífico es un hub para el turismo médico. En el caso de Singapur, cada año recibe medio millón de personas que buscan tratamientos y cirugías de diverso tipo. Singapur es el país más costoso del mundo, lo que significa que compite por calidad, toda vez que mientras que una cirugía de reemplazo de rodilla se cotiza aproximadamente en 22 mil dólares, en Malasia cuesta 10 mil. Con todo, Singapur es competitivo respecto a los costos de esta cirugía -y otras más- en Estados Unidos, donde se podría cotizar hasta en 35 mil dólares.[32]

El tipo de tratamientos que los turistas buscan en Singapur incluye cirugías cosméticas, odontológicos, cirugía de corazón, los relacionados con medicina deportiva, cánceres avanzados o terminales, reproducción y reducción de peso. Los principales pacientes extranjeros proceden de Indonesia -que genera más de la mitad de todos los visitantes que llegan al país con fines de recibir tratamientos-, además de países como la RP China, India, Malasia, Australia, Japón, Filipinas, Estados Unidos, Corea del Sur y Vietnam. Cabe destacar que en los últimos años Singapur enfrenta la competencia de India, Malasia y Tailandia quienes ofrecen servicios médicos de calidad para los extranjeros y a costos muy competitivos e inferiores a los de la ciudad-Estado.[33]

En Singapur las principales causas de defunción son el cáncer, que se ha mantenido en el primer lugar en los últimos años -una tercera parte de las muertes que se han producido entre 2017 y 2019 en el país son por esa causa-, seguido de la neumonía, las enfermedades isquémicas del corazón, las cerebrovasculares, las enfermedades renales, la hipertensión, las infecciones del tracto urinario y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Como se explicaba líneas arriba, hay penalizaciones por tirar colillas al pavimento que pueden ser de hasta 245 euros. Además, el país tiene leyes antitabaco que son consideradas por muchos como draconianas, si bien ello busca reducir el tabaquismo en especial entre los jóvenes y consumir productos de tabaco en lugares prohibidos, también acarrea fuertes multas. La importación de tabaco está prohibida en el país y está tipificada como delito. Los precios de los cigarrillos son muy altos, en la línea de desincentivar su consumo.[34]

La situación de la infancia merece una anotación especial. Si bien tiene un sistema educativo de gran calidad y un capital humano muy calificado, la niñez en Singapur, lo pasa mal, sea porque subsiste el trabajo infantil, especialmente entre las familias más pobres; sea porque si las familias viven en pobreza, será difícil que los pequeños con el tiempo accedan a la educación superior. Asimismo, la exigencia y competencia imperantes hacen que los estudiantes padezcan estrés y ello hace que se produzcan suicidios. La edad de responsabilidad penal es de 7 años, de manera que, si los pequeños cometen alguna infracción, pueden ser sometidos a castigos corporales. A propósito de este tema, se sabe que, en las escuelas, sobre todo los chicos son expuestos a golpes y sanciones físicas. La discriminación hacia las niñas y los pequeños con discapacidades se sigue presentando, amen de que la libertad de expresión en lo que respecta a las opiniones de los pequeños a menudo es coartada. Por si fuera poco, en las familias más desfavorecidas, los pequeños son enviados a trabajar con familias de altos ingresos sin que se les consulte.[35]

Respecto a los adultos mayores hay una problemática similar. En Singapur se espera que los cuidados de los ancianos sean realizados en el hogar. El Estado y el sector privado confían en que los jóvenes se hagan cargo del cuidado de sus ancianos como un acto piadoso y como una señal de respeto. Las autoridades no alientan la contratación de personal de apoyo para tareas de enfermería u otros cuidados de los ancianos, pero reconociendo la problemática del envejecimiento demográfico, proveen apoyos para hogares que tiene personas de 65 o más años. Según las estadísticas, el 55 por ciento de los adultos mayores es cuidado por algún miembro de la familia. Es también importante señalar la sobre carga de las tareas de cuidado de los ancianos para las mujeres, quienes además de trabajar y cuidar de los hijos, deben hacerse cargo de sus familiares ancianos. Existe la tendencia en hogares con mayores ingresos, a contratar cuidadores extranjeros.[36]

EL SARSCoV de 2003 y su impacto en Singapur

La ubicación geográfica de Singapur expone a su población a una rápida propagación de enfermedades. De ahí que cuando el síndrome respiratorio agudo severo (SARSCoV) apareció -surgió en el sur de la República Popular China (RP China), en la provincia de Guang Dong en 2002- muy pronto se propagara en la región. El primer caso confirmado en Singapur en febrero de 2003 fue el de una mujer de 23 años que había regresado al país tras vacacionar en Hong Kong. El 1 de marzo fue ingresada al Hospital Tan Tock Seng para recibir tratamiento por neumonía atípica. Más adelante se corroboró que padecía SARSCoV. Durante su admisión al hospital, infectó a otras 25 personas. Una de ellas fue trasladada a la Unidad de Cuidados Coronarios a efecto de monitorear su condición cardiovascular. En ese lugar infectó a otras 27 personas. Más tarde el brote se extendió a otros dos nosocomios: el Hospital General de Singapur y el Hospital de la Universidad Nacional.[37]

A mediados de marzo, el Centro de Ciencias Biomédicas del Instituto de Investigación Ambiental y Médica de la Defensa -que es un laboratorio administrado por las fuerzas armadas y que se encarga del estudio de enfermedades infecciosas-comenzó a apoyar a la Unidad de Virología del Hospital General de Singapur. El 15 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una red internacional de laboratorios, muy en sintonía con la ya existente red para la influenza, a efecto de identificar la etiología del SARSCoV. La Unidad de Virología es parte de esa red.[38]

Hacia abril de 2003, la epidemia provocó una crisis ante la escasez de pruebas para el diagnóstico de la enfermedad. Así, el 26 de abril se creó el Consorcio Clínico del SARSCoV de Singapur (CCSS) con la aprobación del Ministerio de Salud. Este consorcio posibilitaría reunir todas las capacidades diagnósticas y recursos de investigación médica existentes en el país para coordinar las acciones a emprender frente a la epidemia. Los miembros principales del CCSS incluían a laboratorios y hospitales. El consorcio fue clave para estandarizar protocolos y procedimientos ante la ausencia de directrices internacionales y generar diagnósticos con prontitud para poder brindar tratamientos y atención a los pacientes.

El SARSCoV, en total, infectó a 238 personas, en tanto 33 fallecieron en el país.[39] La enfermedad, sin embargo, ayudó a que las autoridades singapurenses privilegiaran el desarrollo de capacidades diagnósticas poniendo énfasis en la comunicación entre los diversos miembros del staff; la evaluación del desempeño en los diagnósticos; y la protección de las personas involucradas. En todos los centros de trabajo se implantó la toma de temperatura corporal cuatro veces al día a fin de coadyuvar a la detección de casos potenciales. Es de destacar que cuando la epidemia fue superada, todo el staff médico y de investigación fue vacunado contra el virus de la influenza A, esto para poder diferenciar casos de SARSCoV o de otras enfermedades cuando las personas desarrollaran síntomas.[40]

Afortunadamente la cadena global de contagios del SARSCoV se rompió el 3 de julio de 2003. Con todo, el impacto político, económico y social en la población fue considerable. Por ello, en 2019 fue inaugurado el Centro Nacional para Enfermedades Infecciosas (CNEI) que tiene 330 camas para hospitalización que permitan atender a pacientes que lo requieran. Su personal médico fue entrenado en la OMS y en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, para contar con la mejor calificación e información actualizada a fin de responder a emergencias sanitarias. El CNEI incluye servicios clínicos, salud pública, educación y capacitación y vinculación con la comunidad. La CNEI también tiene una Unidad Nacional de Epidemiología y Salud Pública, el Laboratorio Nacional de Salud Pública, la Oficina de Capacitación e Investigación sobre Enfermedades Infecciosas y los programas de salud pública nacional para el VIH/SIDA y la tuberculosis.[41]

Singapur y el coronavirus

El primer caso de una persona con SARSCoV2 fue confirmado el 23 de enero de 2020. A la fecha -13 de enero de 2022 a las 20: 21 hrs- el país cuenta con 249 610 casos confirmados y 3 889 defunciones. En los pasados 28 días se han producido 10 442 contagios y 72 defunciones. Se reporta en la presente ola una media de 817 nuevos contagios por día.[42] El proceso de inmunización ha avanzado de manera notable con el 83 por ciento de los habitantes con esquema completo de vacunación y el 45 por ciento con dosis de refuerzo.[43] Las vacunas autorizadas en Singapur para la inmunización contra el COVID-19 al 24 de diciembre de 2021 son Moderna, Pfizer/BioNTech y Coronavac.[44]

En general se considera que el país ha tenido una propuesta apropiada al SARSCoV2, en parte como resultado de las lecciones aprendidas ante el SARSCoV en 2003. Ciertamente la pandemia llegó a Singapur en un contexto de desaceleración económica -en 2019 la economía apenas creció un 1. 34 por ciento y en 2020 el PIB se contrajo a – 5. 39 por ciento. Tras el arribo de la enfermedad al país en enero de 2020, el gobierno instrumentó en abril de ese año medidas para romper la cadena de contagios -el llamado Circuit Breaker-, incluyendo restricciones a los viajes internacionales, cierre de actividades económicas no esenciales, el desempeño laboral de manera remota, educación en línea, el uso de mascarillas en lugares públicos, monitoreo de la temperatura corporal, un escrupuloso rastreo de casos y asilamiento de personas infectadas y contactadas por ellas. Sin embargo, la reducción de los viajes de negocios, del turismo -incluido el médico- y de las actividades económicas no esenciales, le ha pasado factura a la economía, además de que los impactos en los distintos grupos étnicos, grupos de edad y en las mujeres fueron diferenciados.

Consideraciones finales

La posición geográfica de Singapur, su cercanía con la RP China y su vecindad y/o cercanía con países donde la pandemia del SARSCoV2 ha progresado de manera geométrica, constituyen desafíos enormes para la pequeña ciudad-Estado, si bien, pese a ello, ha gestionado la crisis con solvencia.

La experiencia del SARSCoV de 2003, sin duda ha sido valiosa dado que, tras ella, mejoró el trabajo de las instituciones responsables de efectuar pruebas diagnósticas, al igual que el desarrollo de protocolos y mecanismos que homologaron las acciones emprendidas por autoridades, comunidad médica y científicos e investigadores.

La inauguración del CNEI en 2019 fue prácticamente un suceso “justo a tiempo” que ha ayudado a enfrentar la crisis sanitaria actual a partir de los importantes servicios que provee y al incrementar la infraestructura, por ejemplo, en términos de camas de hospital para atender los casos más críticos de pacientes afectados por diversas dolencias y enfermedades.

Los retos para el sistema de salud de Singapur son evidentes: el envejecimiento de su población; la baja tasa de fertilidad; la sensibilización de las autoridades y del sistema educativo en materia de género; mejorar la atención y los cuidados a la infancia y los adultos mayores; coadyuvar a una distribución del ingreso menos desigual y generar apoyos a las personas y familias de escasos recursos; y estimular la visibilización de los impactos del calentamiento global en los territorios insulares. Asimismo, diversas encuestas han documentado los impactos diferenciados de la pandemia en diversas comunidades étnicas: así, se ha registrado que entre los malayos los impactos negativos han sido más profundos que entre los chinos y los indios y se teme que ello exacerbe las desigualdades ya existentes antes de la crisis epidemiológica actual.[45] Singapur es un caso de éxito en materia empresarial, comercial y de innovación tecnológica, pero ello debería traducirse en justicia y progreso social para el conjunto de sus habitantes.


[1] Klaus Schwab (2019), World Competitiveness Report 2019, Geneva, World Economic Forum, p. xiii, disponible en http://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf

[2] The Heritage Foundation (2020), 2020 Index of Economic Freedom, Washington D. C. The Heritage Foundation, disponible en https://www.heritage.org/index/country/singapore

[3] Transparency International (2020), Corruption perception Index 2020, Berlin, Transparency International, disponible en https://www.transparency.org/en/cpi/2020/index/fin

[4] Institute for Economics and Peace (2020), Global Peace Index 2020. Measuring Peace in a Complex World, Sydney, Institute for Economics and Peace, disponible en http://visionofhumanity.org/indexes/global-peace-index/

[5] John Hopkins (October 2019), Global Health Security Index. Building  Collective Action and Accountability, disponible en https://www.ghsindex.org/wp-content/uploads/2020/04/2019-Global-Health-Security-Index.pdf

[6] Helliwell, John F., Richard Layard, Jeffrey Sachs, and Jan-Emmanuel De Neve (editors) (2021), World Happiness Report 2021, New York, Sustainable Development Solutions Network, disponible en https://happiness-report.s3.amazonaws.com/2021/WHR+21.pdf

[7] Brand Finance (2021), Global Soft Power Index 2021, disponible en https://brandirectory.com/globalsoftpower/download/brand-finance-global-soft-power-index-2021.pdf

[8] Milenio (12.01.2022), “¿Para viajar a todos lados? Estos son los pasaportes más poderosos del mundo en 2022”, disponible en https://www.milenio.com/internacional/pasaportes-mas-poderosos-del-mundo-en-2022

[9] Gobierno de España (julio 2019), Efectos y medidas contra el cambio climático en Singapur, Madrid, Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, disponible en https://www.icex.es/icex/es/navegacion-principal/todos-nuestros-servicios/informacion-de-mercados/paises/navegacion-principal/noticias/NEW2019827285.html?idPais=SG#:~:text=El%20Centro%20de%20Investigaci%C3%B3n%20Clim%C3%A1tica,media%20actual%20en%20el%20nivel

[10] Lucia Carzoglio y Salvador Marinaro (29/04/2018), “El “milagro” de Singapur: de desastre ambiental a ciudad verde”, en Clarin, disponible en https://www.clarin.com/viva/milagro-singapur-desastre-ambiental-ciudad-verde_0_HkyX-U0nz.html

[11] Guía de Singapur (s/f), “Un poco de historia de Singapur”, disponible en https://www.guiadesingapur.com/singapur/un-poco-de-historia/

[12] Ibid.

[13] Eurasia 1945 (s/f), “Caída de Singapur”, disponible en https://www.eurasia1945.com/batallas/contienda/caida-de-singapur/

[14] Ibid.

[15] Jeremy Lim (s/f), “Singapore’s experience of COVID-19: The first wave”, en Resilient Cities Network, disponible en https://resilientcitiesnetwork.org/urban_resiliences/singapore-s-experience-covid-19-first-wave/

[16] Global is Asian (August 22, 2019), “Multiracial Singapore: Ensuring inclusivity and integration”, disponible en https://lkyspp.nus.edu.sg/gia/article/multiracial-singapore-ensuring-inclusivity-and-integration

[17] Lindsay Larson Call, Rachel Sheffield, Elisaneth Trail, Keitaro Yoshida y E. Jeffrey Hill (Spring 2008), “Singapore’s falling fertility: exploring the influence of the work-family interface”, en International Journal of Sociology of the Family, Vol. 34, no. 1, disponible en https://scholarsarchive.byu.edu/facpub/2281/  

[18] Aliya Hamid Rao (August-September 2019), “Work-life Experiences, Policies, and Challenges in

Singapore”, en Japan Labor Issues, Vol. 3, no. 17, pp. 56-57, disponible en https://www.jil.go.jp/english/jli/documents/2019/017-07.pdf

[19] Alya Hamid Rao, Op. cit.: 57.

[20] Global is Asian, Ibid.

[21] Ibid.

[22] Ibid.

[23] Poh Lin Tan (marzo de 2020), Dar marcha atrás al declive demográfico, Washington D. C., Fondo Monetario Internacional, disponible en https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2020/03/pdf/ensenanzas-de-singapur-incremento-tasas-fecundidad-tan.pdf

[24] Lucila Carzoglio y Salvador Marinaro, Ibid.

[25] MAPFRE (2018), Sistemas de salud: un análisis global. Comparación internacional de sistemas sanitarios seleccionados, Madrid, Fundación MAPFRE, pp. 12-23, disponible en https://www.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/i18n/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1097443

[26] I. Vera (24 de septiembre 2018), “Bismarck vs Beveridge: el cara a cara de los sistemas de salud en la Unión Europea”, en Planta Doce, disponible en https://www.plantadoce.com/entorno/bismarck-vs-beveridge-el-cara-a-cara-de-los-sistemas-sanitarios-en-la-union-europea.html

[27] Organización Internacional del Trabajo (1 de diciembre 2009), De Bismarck a Beveridge: seguridad social para todos, Ginebra, OIT, disponible en https://www.ilo.org/global/publications/world-of-work-magazine/articles/ilo-in-history/WCMS_122242/lang–es/index.htm

[28] Universidad Autónoma de Madrid (2011), Introducción a los sistemas sanitarios. El sistema sanitario español, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid-Unidad de Medicina de Familia y Atención Primaria-Facultad de Medicina, disponible en https://formacion.uam.es/pluginfile.php/122653/mod_resource/content/1/Tema_7.pdf

[29] ICEX (2020), Salud digital (e-Health) en Singapur, Oficina Económica y Comercial de España en Singapur, disponible en https://www.icex.es/icex/GetDocumento?dDocName=DOC2020865213&urlNoAcceso=/icex/es/registro/iniciar-sesion/index.html?urlDestino=https://www.icex.es:443/icex/es/navegacion-principal/todos-nuestros-servicios/informacion-de-mercados/paises/navegacion-principal/el-mercado/estudios-informes/DOC2020865213.html?idPais=SG&site=icexES

[30] Expat (2017-11-29), Asistencia sanitaria en Singapur, disponible en https://www.expat.com/es/guia/asia/singapur/16673-asistencia-sanitaria-en-singapur.html

[31] Ibid.

[32] Budget Direct Insurance (January 2022), Medical Tourism in Singapore, disponible en https://www.budgetdirect.com.sg/travel-insurance/research/medical-tourism-singapore?__cf_chl_captcha_tk__=WTT5GDk_R.vJzh1NebYWBYj9cUltpER78OB31pTDD0E-1642044665-0-gaNycGzNCKU

[33] Ibid.

[34] El Mundo (20/08/2009), “Singapur, la pesadilla de los fumadores en Asia”, disponible en https://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/08/20/tabaco/1250763731.html

[35] Humanium (s/f), Descubriendo los derechos de los niños en Singapur, disponible en https://www.humanium.org/es/singapur/

[36] Aliya Hamid Rao (August-September 2019), “Work-life Experiences, Policies, and Challenges in

Singapore”, en Japan Labor Issues, vol. 3, no. 17, p. 61, disponible en https://www.jil.go.jp/english/jli/documents/2019/017-07.pdf

[37] Ministry of Health (2003), “Special Feature: Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS)”, en Communicable Diseases Surveillance in Singapore 2003, Singapore, MOH, disponible en https://www.moh.gov.sg/docs/librariesprovider5/resources-statistics/reports/special_feature_sars.pdf

[38] B. H. Tan et al (2004), “Strategies adopted and lessons learnt during the severe acute respiratory syndrome crisis in Singapore”, en Reviews in medical Virology, disponible en https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/rmv.458

[39] M. Deurenberg-Yap, L. L. Foo, Y. Y. Low, S. P. Chan, K. Vijaya y M. Lee (17 June 2005), “The ingaporean response to the SARS outbreak: knowledge sufficiency versus public trust”, en Health Prpmotion International, Vol. 20, Núm. 4, disponible en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15964886/ Véase también Centre for Biomedical Sciences, Defence Medical and Environmental Research Institute, DSO NationalLaboratories, Singapore (25 November 2004), “Strategies adopted and lessons learnt during the severe acute respiratory syndrome crisis in Singapore”, en Reviews in Medical Virology, vol. 15, pp. 57-70, disponible en https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/rmv.458

[40] Ibid.

[41] National Center for Infectious Diseases (s/f), About NCID, disponible en https://www.ncid.sg/About-NCID/Pages/default.aspx

[42] Retuers (13 de enero de 2021), Singapur. COVID-19 Tracker, disponible en https://graphics.reuters.com/world-coronavirus-tracker-and-maps/es/countries-and-territories/singapore/

[43] Josh Holder (January 13, 2021), “Tracking Coronavirus Vaccinations Around the World”, en The New York Times, disponible en https://www.nytimes.com/interactive/2021/world/covid-vaccinations-tracker.html

[44] COVID19 Vaccine Tracker (24 December 20219), Singapore, disponible en https://covid19.trackvaccines.org/country/singapore/

[45] Patrick Daly et al (August 2021), “The Social and Economic Impacts of COVID-19 Mitigation Measures on Citizens and Permanent Residents During the Circuit Breaker Period in Singapore”, en NTS Insight, Nanyang technological University, Singapore, disponible en https://www.rsis.edu.sg/wp-content/uploads/2021/08/NTS-IN21-02-Impact-of-Mitigation-Measure-August-2021.pdf

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