viernes 19 abril 2024

Seguridad nacional y el Tren Maya

por Javier Solórzano

El gobierno acabó por pegar en la mesa sin importar que mediaran disputas legales que deben ser atendidas, cumplidas y respondidas en el tramo 5 y 6 del Tren Maya.

No se trataba de entrar en un debate interminable. Lo que sucede es que de plano no se quisieron discutir las razones de quienes se oponen a la construcción de los tramos referidos.

A lo largo de meses hemos visto cómo ante los intentos de diálogo se ha contestado con adjetivos desacreditando a quienes han puesto en la mesa motivos y razones para buscar alternativas a los tramos. Recordemos que originalmente el Tren Maya iba a pasar sobre la carretera que va de Cancún a Tulum, pasando por Puerto Morelos y Playa del Carmen, y por diversas razones se tomó la decisión de cambiar el tramo, es muy probable que detrás de esto haya estado la presión de los hoteleros, entre otros factores.

Se optó por meter el tren en zonas en donde investigadores, académicos y científicos han dado evidencias de la importancia que tiene respetar y no alterar estos espacios que son fundamentales para el medio ambiente y la orografía de la zona.

El gobierno optó por imponer, más que por dialogar y debatir, en algún sentido reiteramos pegó en la mesa. Hace algunos meses el Presidente convocó a quienes se oponían a la obra a dialogar, incluso dijo que tendría a sus especialistas para convencerlos.

Sin embargo, la noche anterior la reunión fue cancelada. Algunos de los ambientalistas habían tomado vuelos desde Quintana Roo para venir a dialogar, de alguna manera una suerte de presagio, pero qué pasaría meses después.

La declaratoria del Consejo de Seguridad Nacional de que la obra del Tren Maya es un tema de seguridad nacional termina con cualquier posibilidad de dialogar, reduciendo todo a una imposición en donde jamás fueron escuchados quienes con razones e investigaciones científicas presentaron su inconformidad ofreciendo alternativas.

El gobierno está corriendo un gran riesgo con esta decisión. Podrían presentarse incidentes serios, porque la zona donde se está construyendo el tramo 5 no está lo suficientemente fuerte en su infraestructura que pueda permitir y aguantar el sistemático paso del tren.

No sólo es eso, lo que hay debajo de donde van a colocarse las vías son cuevas de una riqueza incomparable que no tienen que ver únicamente con lo que podría ser un atractivo turístico.

Las críticas a los jueces por parte del Presidente por lo regular se dan cuando las y los magistrados determinan en contra de lo que quisiera el Presidente lo que lleva a fustigarlos, criticarlos y desacreditarlos al extremo, cuando las decisiones le son favorables lo que se plantea es como una prueba de que hay un cambio en los aparatos de justicia.

En diversas ocasiones conversamos con especialistas que se oponen a la construcción de este tramo. Nos plantearon que no estaban de acuerdo con la planeación del Tren Maya, han sido críticos en la forma y no en el fondo.

Rodrigo Medellín, destacado arqueólogo y ambientalista, nos dijo que en varias ocasiones solicitó el Plan Ejecutivo de la obra y que estaría dispuesto a colaborar, nunca lo hicieron.

Sin Plan Ejecutivo y Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) no se puede desarrollar la obra, porque son la base de los criterios para la construcción. En la conferencia de prensa en que se presentó la MIA todo fue un caos y muchas preguntas quedaron sin responderse.

No es el mejor camino partir de que las cosas se hacen porque se hacen y porque se usan las atribuciones que se tienen para hacerlo. Lo que resuelven hoy será el problema de mañana.

RESQUICIOS.

Las y los pasantes de medicina no piden un régimen especial para desarrollar sus prácticas profesionales. Lo que quieren es garantía de seguridad por la violencia que han padecido sus colegas. El país es otro del que vivieron las autoridades de salud cuando hicieron sus prácticas profesionales que tanto ponderan, parece que no se dan cuenta de ello.


Este artículo fue publicado en La Razón el 19 de julio de 2022. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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