viernes 19 abril 2024

Se nos escapa el avión…del desarrollo

por Gerardo Flores Ramírez

Mientras el país avanza inexorablemente hacia los primeros lugares en términos de contagios y fallecimientos provocados por el Covid19, al mismo tiempo que sufre por el paso del primer huracán de la temporada, el huracán Hanna que ocasionó importantes daños en Tamaulipas y Nuevo León, y que el presidente López Obrador insiste en enfocar la atención a temas como el avión presidencial, la confusa rifa de éste o incluso el nombre con el que piensa se debió haber bautizado a esta ya emblemática aeronave, el Inegi, Coneval o el Banco de México continuan con su tarea de generar información relevante que nos permiten conocer qué es lo que ha ocurrido en la economía mexicana en los meses recientes.

En la útima semana, INEGI nos confirmó vía la publicación del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) que la economía mexicana siguió deteriorándose, con una caída anualizada en mayo de 21.65%, que se suma a la caída de abril, que se ubicó en 19.62% frente a lo observado en abril de 2019. Estos dos datos, junto con el comportamiento de otros indicadores desde luego, refuerzan la expectativa de que pasado mañana cuando Inegi de a conocer el dato preliminar del PIB para el segundo trimestre, nos enteremos de una caída que los especialistas ya ubican en alrededor de 20% frente al segundo trimestre de 2019, un descalabro no antes visto en la historia económica de nuestro país.

El dato que divulgó ayer 27 de julio, sobre el desempeño del intercambio comercial con el exterior, nos indica que la demanda externa está recuperándose, de ahí que las exportaciones hayan tenido un incremento notable del muy deprimido nivel de mayo, pero aún 21% abajo del valor máximo de nuestras exportaciones que se registró en mayo de 2019. Por el lado de las importaciones, se observa una recuperación mucho más lenta, crecieron a un tercio de lo que lo hicieron las exportaciones, lo que indica que la demanda interna aún está deprimida. La lenta recuperación de las importaciones de bienes de capital, en niveles observados en 2010, nos anticipa que la actividad económica en nuestro país seguirá una ruta de lenta recuperación también.

Y bueno, el análisis que difundió ayer 27 de julio, Coneval sobre la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) realizada y publicada por Inegi, arroja información muy útil, a la vez que preocupante. El porcentaje de personas en situación de pobreza laboral es de 54.9 por ciento. Aún cuando el dato del primer trimestre se obtuvo mediante una encuesta levantada en campo y que Inegi advierte que estrictamente hablando no se pueden hacer comparaciones, no podemos perder de vista que en ese momento el porcentaje de personas en pobreza laboral era de 35.7 por ciento. Igual de preocupante es la caída de 6.2% en el ingreso laboral, tan solo de abril a mayo. Por el lado del empleo, los jóvenes perdieron el 25% de los empleos entre marzo y mayo, mientras que los mayores de 65 años, sufrieron una pérdida de empleos de 30.2 por ciento.

Por otra parte, ya sea porque tienen menos confianza en el gobierno de México o porque perciben menor riesgo en otros países, los residentes extranjeros han disminuido su tenencia de bonos gubernamentales en 18,600 millones de dólares, desde su máximo observado el 21 de febrero, según reporta Banco de México.

Eso pasa en México mientras hablamos del avión.


Este artículo fue publicado en El Economista el 28 de julio de 2020, agradecemos a Gerardo Flores Ramírez su autorización para publicarlo en nuestra página.

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