miércoles 17 abril 2024

Sí, contra la pobreza, la cultura

por Carlos Urdiales

A partir del 1 de enero tendremos una nueva Secretaría de Estado, la de la Cultura. Lo siguiente es trabajar en su Ley general, reglas de operación, la letra chiquita.


Sumar otra dependencia al entramado institucional del Poder Ejecutivo federal genera dudas razonables. Hay quienes afirman que así saldamos una deuda de por lo menos 20 años entre el ser y el deber ser, otros opinan que por fin se da a la cultura el lugar que merece.


Si a deudas de larga data y lugares merecidos en la arquitectura jurídica vamos, hay pendientes para dar y repartir. La pobreza, el crecimiento, el acceso a la salud, a la educación, a la vivienda, al desarrollo, al bienestar en general, para más de 53 millones de mexicanos en situación de pobreza, pero la cultura como insumo social ayuda, suma y constituye una ruta válida para ir solventando nuestros muchos pendientes sociales.


La cultura nos hace seres racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos valores y efectuamos opciones. A través de la cultura nos expresamos, tomamos conciencia, nos reconocemos como seres en construcción permanente, cuestionamos nuestras realizaciones, buscamos nuevas significaciones y creamos obras que nos trascienden.


La cultura en su diversidad le da valor y sentido al desarrollo, fortalece la cohesión social y la paz. Es una fuerza motriz del desarrollo, en el crecimiento económico y como un medio más para tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. La cultura es indispensable para reducir la pobreza y alcanzar metas del desarrollo sostenible.


El Senado aprobó al cierre del periodo ordinario la iniciativa del Ejecutivo, el Presidente Peña Nieto promulgó ayer la reforma correspondiente. La nueva Secretaría de la Cultura sustituiría al Consejo Nacional para las Cultura y las Artes (Conaculta), concentrará y coordinará los trabajos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de los organismos desconcentrados, Radio Educación y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).


México puede relanzarse con la cultura a niveles nacional e internacional, para ello necesitará liderazgo esta nueva secretaría. Su creación eleva la cultura a un nivel importante en el cual los presupuestos, para creadores, fluyan de manera más sencilla a las organizaciones que trabajan promocionando la cultura nacional. La transparencia será fundamental.


La nueva dependencia no tendrá impacto en el presupuesto federal 2016, ya que toma y distribuye los existentes en los órganos que concentrará. Opiniones de legisladores que celebran la aprobación de la iniciativa presidencial. Albricias tempranas que falta hacerlas realidad.


Pendiente legislativo que libró el laberinto de trueques entre partidos. También lo hizo la Reforma Política de DF. El discurso celebratorio por el nacimiento de la Ciudad de México habrá que revisarlo, cuestionarlo.



Este artículo fue publicado en La Razón el 17 de Diciembre de 2015, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página

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