viernes 19 abril 2024

Rifa, avión, Infonavit y faltan tres mil millones

por Rubén Cortés

En esta algazara de los dos mil millones de pesos del Infonavit, que aparecieron para apuntalar la rifa infinita del avión, no se puede perder de vista que ese dinero algún día deberá de ser devuelto a los trabajadores que lo cotizaron.

Pero, mientras, ¿cuál es la trama de ese monto que, exactamente, se trata de cinco mil 88 millones pesos? Pues la historia viene desde la ultima dirección del Infonavit, en el sexenio pasado, por el pago de una indemnización no pactada en los contratos que se firmaban.

En todo caso, las indemnizaciones no están establecidas en la página www.infonavit.org.mx, aunque si las hizo la administración de David Penchyna a la empresa Telra Realty, sin ninguna orden judicial que lo indicara.

Esa administración planteó la estrategia de no contar con la participación del sector privado en el programa de movilidad hipotecaria, a diferencia de la anterior, en la dinámica de poner su sello al Instituto.

El tema es que pagó esos cinco mil 88 millones de pesos a Telra Realty sin que haya explicado aún los motivos, pues no existen registros de litigios, o alguna orden judicial, que obligara al Infonavit a desembolsar ese dinero.

A saber, Telra Reality invertiría en la operación y la promoción del programa de movilidad hipotecaria, con exclusividad para hacerlo por cinco años, previa realización de 100 mil operaciones. Era un buen negocio, pues el Infonavit no invertiría nada.

Son esos mecanismos del capitalismo que hoy no gustan, pero, al final, el Infonavit se quedaba con la plataforma tecnológica y el posicionamiento del programa. La zona extraviada se ubica en que la dirección de Penchyna indemnizó a Telra Realty sólo porque quiso.

Además de que no se sabe nada de los tres mil 88 millones de pesos que faltan de la indemnización. Los famosos dos mil millones sí fueron entregados al gobierno por los dueños de la empresa, sin mediación judicial alguna.

Aunque lo más seguro es que aprovechen la disposición al espectáculo, y hagan otro cheque (ahora por ese dinero restante) y lo vuelvan a entregar al gobierno, al cual le cayó como del cielo el cheque anterior, pues lo sacó del atorón de la rifa del avión.

Sin embargo, hay que volver al principio: no se puede perder de vista que ese dinero algún día deberá de ser devuelto a los trabajadores que lo cotizaron, y no al gobierno, pues el Infonavit es un organismo de servicio social con patrimonio propio.

Y su dinero se tiene que usar exclusivamente en el crédito de viviendas para los trabajadores, que son los dueños reales de ese dinero que, primero, se fue a Telra Realty. Y ahora se va…

En un avión.

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