A unas horas de que arranquen las campañas para el proceso electoral de este año, que será uno de los más complejos dada la cantidad de cargos que se disputan, los partidos políticos estamos listos para pedir el voto, pero preocupados por la embestida que hay contra la autoridad electoral.
El tema no es menor, pues la creación de órganos autónomos y del árbitro electoral ha sido una de las batallas más largas y profundas que se han tenido en la construcción de la democracia del país y la Ciudad.
El 6 de junio se disputan 9 mil 915 cargos incluyendo gubernaturas, presidencias municipales, diputaciones locales y federales, sindicaturas, regidurías, juntas municipales y concejalías.
Por eso cuando ahora escuchamos como los militantes del partido en el poder un día sí, y al otro también quieren desaparecer al Instituto Nacional Electoral y enjuiciar políticamente a sus integrantes, con cualquier pretexto, nos preocupamos profundamente.
La elección de este año es fundamental porque venimos de un periodo complejo en el que el presidencialismo ha reaparecido, vulnerando la autonomía de otros poderes, pero fundamentalmente del Legislativo.
En casi tres años hemos visto a una mayoría parlamentaria carente de crítica, que sólo está al servicio del titular del Ejecutivo federal para avalar sus ocurrencias y el proceso de desmantelamiento de instituciones.
Por eso hoy necesitamos recomponer el camino, para acotar ese presidencialismo, para que existan contrapesos y respeto al poder Legislativo. Debemos frenar la desaparición de organismos autónomos, debemos evitar un cambio constitucional que avale las reformas que en materia energética se hicieron recientemente para complacer al presidente y debemos velar por la verdadera separación de poderes.
Necesitamos proteger lo que se construyó con la lucha de años, con el esfuerzo y compromiso de muchos militantes de los partidos de oposición: no podemos permitir que de un plumazo se pretenda borrar la historia y el trabajo democrático hecho por hombres y mujeres durante décadas.
El futuro de la nación se juega en el proceso electoral del 6 de junio, por eso el voto y la participación ciudadana son fundamentales, juntos podemos rescatar al país.
