jueves 28 marzo 2024

¿Qué deben hacer los partidos para tener futuro?

por Armando Reyes Vigueras

El mensaje que la ciudadanía envió con su voto en 2018 y 2021 parece que aún no es descifrado por los partidos, los cuales continúan con las mismas prácticas que se han criticado en distintos espacios. Aunque en cámara lenta, pero asistimos a una reconfiguración del sistema de partidos. La gran pregunta no es qué partidos sobrevivirán a este proceso, sino qué es lo que deben hacer para mantenerse si no quieren que el sufragio termine por desaparecerlos.

Partidos en fuga

El rechazo que los ciudadanos han mostrado –con sus votos o abstenciones– hacia los partidos políticos debería ser motivo de cambio al interior de dichos institutos luego de una profunda reflexión y autocrítica, sin embargo lo que vemos es que se sigue postulando a los mismos cuadros que se dedican a pasar de una posición a otra.

El desinterés, el desprestigio y la reducción de la militancia –como explicamos en colaboraciones anteriores–, son sólo parte de lo que el electorado refleja con relación a las distintas fuerzas políticas que tenemos.

Pero lejos de ver cambios, lo que se aprecia es la continuación de las mismas prácticas que han generado el alejamiento ciudadano, con un PRI que postuló a lo familiares de dirigentes nacionales, a un PRD que sigue atado a la suerte de una tribu, a un PAN que no sale de lo que ordenan sus caciques azules y hasta a Morena que enfrenta las contradicciones de haber aglutinado desde viejos comunistas, expriistas, experredistas, hasta expanistas y otros políticos con tal de ganar.

De continuar la tendencia, no sólo la militancia se reducirá sino también la votación de cada partido hasta que pasen a formar parte de los libros de historia.

Los resultados electorales del PRI o del PRD, son un ejemplo de cómo un instituto político puede pasar de ser ganador de amplios espacios legislativos y de gobierno, a estar a punto de quedar reducido a simple comparsa en el concierto político nacional.

Quizá la oportunidad se presenta para que el PAN muestre un cambio de imagen y modernice su ideario para alejarse de las posiciones que lo encasillan como partido conservador. Ya su dirigente en la CDMX, Andrés Atayde, ha señalado que el blanquiazul debe acercarse a los grupos LGBT, lo que haría que gane nuevos electores, siempre y cuando logre configurar una propuesta más acorde a lo que muchos ciudadanos esperan de un partido distinto a los que nos han gobernado, pues querer que el elector se adapte a lo que el partido ha propuesto durante 80 años es, simplemente, ingenuo.

Morena también enfrenta una coyuntura interesante, en especial de cara a 2024, pues una vez sin López Obrador en la presidencia deberá empezar a trabajar como un verdadero partido político y no como un grupo de apoyo a una candidatura. En dicho instituto político ya se aprecian indicios de una depuración que podría alejar a muchos de los oportunistas que se metieron al partido al ver que ofrecía oportunidades de ganar, lo que sin duda debe generar una nueva propuesta programática.

Para el PRI, el PRD y MC también es oportunidad de cambiar y demostrar cuál es su verdadera propuesta, pues en teoría los tres se han ubicado a la izquierda del espectro político –el tricolor está afiliado a la Internacional Socialista, como los otros dos–, aunque sus acciones los han llevado a ser considerados como de otra tendencia.

Del Verde y del PT, así como de los nuevos intentos de crear partidos, poco se puede esperar, pues se trata de formaciones que se alían con quien les ofrezca mejores dividendos.

Pero quizá el primer paso que todos los partidos deberían dar es ofrecer disculpas por los errores cometidos al ser gobierno, y hablamos de todos los partidos.

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