jueves 18 abril 2024

PRI, PAN Y PRD, en su semana del adiós

por Javier Solórzano

Estamos en una semana con tintes históricos. No tiene referente porque nunca se había dado una transición como la que hemos visto y vivido, y porque nunca se había dado un triunfo con la contundencia y transparencia con la que lo hizo López Obrador.

Para saber de dónde venimos recordemos las condiciones bajo las que ganaron Luis Echeverría y José López Portillo, las cuales eran, por mucho, diferentes de las que hoy existen. Candidatos casi únicos, con toda la aplanadora y visiones uniformes de país.

Eran los tiempos en que no había duda de que iba a ganar el candidato del partidazo. La oposición, particularmente el PAN, sabía bien lo que iba a pasar. Lo que trataron de hacer fue construir el futuro, el que ahora hemos visto que se han encargado de destruir.

Las elecciones, desde 1988, adquirieron otra dimensión. La oposición se convirtió en un auténtico protagonista. ¿Le robaron el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas? Por la información que se tiene, todo indica que Carlos Salinas no ganó por la buena. Esa elección tiene rasgos comunes con la de este año. La diferencia estuvo en que hoy somos una sociedad diferente, a lo que se suma que no había manera de frenar el triunfo del tabasqueño; fue inobjetable e inevitable.

Lo vivido en pasadas elecciones nos hizo ver con plena claridad que desde el poder, en el amplio sentido de la palabra, se manipulaban, como todos lo sabíamos, las elecciones; 2006, como experiencia, es grosero, por decir lo menos.

El triunfo de López Obrador nos va a llevar a la construcción de una nueva realidad. En el camino todos vamos a comer sapos, entre quienes hay que incluir al propio tabasqueño.

El gran problema está en las dudas, por cierto, no nuevas, que existen respecto a que López Obrador no se distingue por saber escuchar. El tema es importante, porque una sociedad como la nuestra está ansiosa por hacerse ver y sentir como lo hizo en las elecciones.

Los primeros movimientos de López Obrador han provocado entre inquietudes y dudas. La consultas siguen siendo un enigma. La que está en curso y la del aeropuerto fueron, con razón, cuestionadas. Existe la idea de que las hizo con el propósito de justificar lo que quería hacer y que en estos casos hubiera sido mejor que, acorde con sus atribuciones, lo hubiera hecho.

No se escatima por ningún motivo su convicción de escuchar al “pueblo”. Lo que deja dudas es que las dos consultas no cumplieron con las reglas básicas propias de estos ejercicios.

En la del aeropuerto aseguró que era objetivo, después de que durante dos años fue un feroz crítico de Texcoco, llenándolo de todo tipo de adjetivos, los cuales calaron en sus innumerables seguidores. Sin embargo, es de atender que también se han dado respuestas a demandas; el caso de los medios públicos es para reconocerse.

López Obrador es el nuevo referente y eje del país. No hay donde no se hable de él. Se ha convertido en un personaje que es, al mismo tiempo, la esperanza y, en algún sentido, da miedo; el tabasqueño lo sabe mejor que nadie. No fue casual su presencia ayer ante las Fuerzas Armadas, en donde dio un discurso que vale la pena revisar.

El mayor riesgo que vamos a enfrentar es el de la concentración del poder. La importancia de los organismos autónomos, que el Congreso sea un espacio de análisis y no andar de levantadedos en automático, es lo que puede crear contrapesos necesarios para la gobernabilidad. Los partidos de oposición no lo son, ni se ve que en el corto plazo lo vayan a ser.

Desde este sábado empieza una nueva etapa y, quizá, una era de país; es la semana del adiós a priistas y panistas.

Estamos ante un reto formidable; quien lleva mano en todo es “ya saben quién”.

RESQUICIOS.

No es fácil de entender la desbocada pasión por el futbol en Argentina. Lo del fin de semana se agudiza con la situación económica del país, a lo que se suma el vandalismo que se ampara en un partido que frena la vida, por lo menos, de Buenos Aires; era previsible.


Este artículo fue publicado en La Razón el 26 de noviembre de 2018, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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