Detrás de la imagen construida desde que el líder era jefe de gobierno de la capital del país, se encuentra un movimiento que siempre ha buscado esconder sus contradicciones y apoyarse en una propaganda que intenta ocultar su parecido con los demás partidos. Pero la terca realidad además de encargarse de mostrarlos tal cual son, también nos ofrece la oportunidad de cuestionarlos y conocer hasta donde son capaces de llegar con tal de sostenerse en ese intento de aparentar ser diferentes. Así, van unas preguntas incomodas para la 4T.

Mis dudas

1. Considerando los orígenes de muchos de sus miembros, como los panistas Manuel Espino, Gabriela Cuevas, entre otros que ocupan alguna posición ya sea en el gobierno o en las bancadas legislativas, así como de priístas y empresarios –ahí tenemos a Alfonso Romo, Carlos Lomelí o Jaime Bonilla–, ¿seguirán sosteniendo que son un movimiento de izquierda?

2. Dadas las declaraciones del presidente, en el sentido de que ya estamos en el posneoliberalismo, además de las múltiples condenas que el neoliberalismo como sistema ha sufrido al ser señalado como causante de todos los males que atraviesa el país, ¿cuándo se presentará una nueva opción que no se base en el equilibrio macroeconómico, inflación baja y cuidar la deuda, es decir, en principios neoliberales?

3. Si al arribar al poder, apoyaron la idea de que la Fórmula Uno era un espectáculo clasista, haciendo todo un alegato en contra de la picmentocracia y asegurando que el gobierno no pagaría dicha actividad deportiva, ¿por qué el pasado 27 de octubre se dieron cita como asistentes muchos de sus más conspicuos voceros, incluso permitiendo que la jefa de gobierno de la CDMX hasta se tomara selfies y promoviera el evento?

4. Hablando de voceros –gratuitos y pagados–, y de toda la actividad que despliegan cada día a través de sus distintas plataformas, ¿cómo lograron disciplinarlos al grado de que no se fijan en las contradicciones que apoyan o los sin sentido que difunden? Porque lo que son otros partidos y movimientos, nomás no alcanzan a contar con elementos tan disciplinados y que no cuestionen los mensajes a difundir, ahí tienen al PAN como ejemplo de esto.

5. Viendo la manera en cómo atacan a Felipe Calderón y la forma en que mantienen las versiones de su alcoholismo, algo que Federico Arreola ya ha desmentido en más de una ocasión, y las acusaciones aunque sin decir directamente su nombre de parte del presidente actual, ¿nos podrían decir, del uno al diez, que tan mal les cae el michoacano?

6. Luego de los últimos desplantes de Gerardo Fernández Noroña y sus escasas iniciativas, pero sus muchas declaraciones y groserías que difunde diariamente, ¿neta, no les da tantita pena tenerlo entre sus filas o la instrucción es que hay que aguantarlo a pesar de todo?

7. Cuando lleguemos a fin de año, o a principios del 2020, y se den a conocer los datos de crecimiento económico del PIB y se ubiquen en 0.0% –o cerca de 0.5%–, y pese a la declaración del presidente de que este año creceríamos 2%, ¿ya tienen preparada la estrategia para que esta discusión no los exhiba en su incompetencia, van a apresar a un pez gordo del sexenio pasado o será otra sorpresa?

8. En materia de seguridad pública, y viendo como ha fracasado eso de “abrazos y no balazos”, el “fuchi, guacala”, la idea de acusar a los delincuentes con sus mamás y otras iniciativas que se han dado a conocer en las mañaneras, además de que para el presidente la justicia –sea lo que sea que entiende por este concepto– está por encima de la ley, ¿qué van a hacer, ahora sí en serio, para reducir la criminalidad en el corto plazo, sin tener que esperar que sus programas sociales para atacar las raíces –algunos con problemas de diseño– den resultado?

9. Tanto han luchado por presentarse como diferentes al resto de los partidos, incluso el propio López Obrador se enciende cuando declara que “no somos iguales” por señalamientos de que están repitiendo prácticas cuestionadas por los ciudadanos, pero luego de ver como se han peleado miembros del gabinete o de las bancadas legislativas –ahí tienen la bronca entre Batrés y Monreal o la de Yeidckol contra Alejandro Rojas Díaz Duran–, recordando los problemas suscitados en las asambleas de Morena o los pleitos en el grupo en el Congreso de la CDMX, ¿no creen que ya se están pareciendo demasiado a los otros partidos, en especial al PRD de donde provienen muchos de sus integrantes?

10. Para finalizar, en el tema del combate a la corrupción, con lo sucedido con Barttlet, Lomelí, la siempre cuestionada presencia de Bejarano, las acusaciones de manejos irregulares en varios programas de apoyo social o la numerosa entrega de contratos sin pasar por una licitación, ¿no cree que son necesarias otras medidas y no sólo declarar que se acabó la corrupción y ya?
En este sentido, ¿cómo para cuándo van por Enrique Peña Nieto y no sólo por chivos expiatorios, López Obrador dixit, como Rosario Robles?