El 27 de agosto de 2013 fue despedido Jorge Armando Rocha de MVS Radio. A través de su cuenta de Twitter, el periodista expresó “MVS de @JoaquinVargasG y @avargasmvs me despidió para poner ´programa musical´, esa es la ´razón oficial´…” “Agradezco su solidaridad tras mi despido fulminante de MVS, reitero, los periodistas nos debemos a la audiencia”. Los mensajes generaron especulación entre los radioescuchas sobre un posible acto de censura.
Este hecho coincidió con la conclusión de la gestión de Gerardo Albarrán de Alba como Ombudsman y el posterior nombramiento de Gabriel Sosa Plata, por lo que la Defensoría de las Audiencias tardó casi un mes en emitir un pronunciamiento. En el documento, con fecha del 23 de septiembre, se exponen las versiones sobre el asunto.
Según MVS, el despido de Jorge Armando Rocha obedeció únicamente a razones “de empresa”, al ya no estar considerado en los proyectos radiofónicos de la compañía. Negó haber ejercido cualquier tipo de censura y sostuvo que durante los tres años que duró la relación contractual, el informador gozó de absoluta libertad de expresión.
Por su parte, Rocha afirmó que su cese fue tajante y no se le permitió despedirse del auditorio Agregó que entre las razones que se le expusieron posteriormente, se encontraban la falta de recursos financieros, los bajos niveles de audiencia y la decisión empresarial de apostar por la programación musical. El periodista puso en duda estos argumentos, toda vez que apenas tres meses antes de su despido le incrementaron el salario por su buen desempeño. Asimismo, acusa diferendos editoriales con la empresa por la cobertura de algunos temas como el movimiento #YoSoy132, la desaparición de personas en Veracruz y el caso de “Lady Profeco”; éstos se dieron cuando sustituía a Carmen Aristegui en su espacio radiofónico por encontrarse de vacaciones.
La Defensoría, ya a cargo de Gabriel Sosa Plata, estableció que el caso de Jorge Armando Rocha no es aislado en los medios de comunicación, y lo atribuye a un problema estructural que persiste en México en donde las empresas despiden a los periodistas sin sentirse obligados a dar explicaciones y los informadores tampoco exponen su versión por temor a no ser contratados en otros medios.
También sentencia que la falta de información sobre el despido de un periodista, vulnera el derecho a saber de las audiencias y fomentan la especulación sobre probables actos de censura.
Cabe mencionar que en un monitoreo realizado por etcétera, del 27 de agosto al 24 de septiembre, en la primera emisión de Noticias MVS con Carmen Aristegui, no se encontraron comentarios de la conductora sobre el despido de su compañero. El tema fue abordado por única ocasión el 24 de septiembre, fecha en que se dio lectura a algunos fragmentos del comunicado del Ombudsman de MVS, pues “por razones de tiempo” no podía leerse completo. Posteriormente se entrevistó al recién designado, Gabriel Sosa Plata, quien ofreció dar seguimiento al caso puesto que apenas había tomado conocimiento del mismo. Cabe apuntar que ni Aristegui ni Sosa Plata, tampoco abundaron sobre el proceso de relevo en la Defensoría de las Audiencias.
En conclusión, el silencio de Aristegui sobre el despido de su compañero Jorge Armando Rocha, confirma que la periodista no vio en él un acto de censura ni un atentado a la libertad de expresión. De igual manera, la informadora siempre pugnando por el derecho a saber, esta vez no quiso ejercerlo, como tampoco lo hizo para transparentar el cambio de ombudsman. La primera emisión de Noticias MVS negó a su audiencia el derecho a la información sobre ambos casos.
