jueves 25 abril 2024

¿Por qué amamos los memes?

por Ingrid Motta

La fascinación de poder comunicar justo lo que sentimos a través de imágenes, que además resultan ser lugares comunes de muchos, tiene desde hace años un nombre: meme.

Sus orígenes datan de finales de la década de los años 70 cuando Richard Dawkins, estudioso de las características de conducta de grupos sociales en sus medios naturales (aka etólogo), presentó su teoría de la evolución de las especies desde el punto de vista del gen, como una unidad evolutiva fundamental.

Para Dawkins el meme podría haberse llamado gene, pero por cumplir con su función como herramienta de difusión cultural que se transmite de persona a persona, y que logra afinidad por similitud de memorias, puso al meme como centro del campo conceptual de la Memética, como un modelo de transferencia de información cultural.

El meme es un mecanismo de imitación, comunicación y transmisión de un concepto que, al ser compartido de persona a persona, va creando variaciones en el mensaje tanto de forma como de fondo, sin perder su objetivo primario de información.

Autores elaboraron posteriormente diferentes definiciones del meme como una unidad cultural de un sistema de interconexión complejo. Sin embargo, todos giraron en relación con la evolución cultural humana en analogía con los genes como una replicación que ocurre también en el ámbito cultural.

Casualidad o causalidad del meme

Los memes no sustituyen a las caricaturas políticas como un testigo social de hechos políticos e informativos, por el contrario, se suman para su propagación e impacto en una sociedad, hoy muy mercadológicamente hipersegmentada de acuerdo con los medios de comunicación que consume.

En internet, los memes encontraron su medio natural de difusión como fuente de humor sobre información relevante en momentos sociales determinados, que además son muy socorridos por marcas de consumo que quieren ser parte de la ola comunicativa informal para promover a discreción sus productos servicios.

Los usuarios de redes sociales e internet solemos pensar que los memes son de lo más creativos y divertidos, producto de la cultura de cada país, sin embargo, tienen similitudes entre todos: letras anchas blancas que resaltan describiendo una imagen que narra lo que todos sentimos, pero no sabemos cómo comunicar.

¿De dónde vienen? ¿quién los hace?

Quienes están detrás de todo esto son cabezas creativas con amplia cultura general, que están inmersas en los medios digitales y que tienen la capacidad de entender y conocer el sentir de un consumidor que tiene el poder de decidir qué es lo que quiere consumir.

Quien manda es el consumidor y no las marcas. Por eso es fundamental ponerse creativos a la hora de diseñar los mensajes con los que han de persuadirlo a que su producto es diferente a los de su competencia.

Las marcas de consumo tienen muy claro lo que quieren comunicar y saben que en las redes sociales e internet tienen un público ya no sólo cautivo, sino también adicto a los contenidos digitales, siendo la publicidad en línea muchísimo más atractiva que en cualquier otro tipo de medios.

  

Además, a través de las cookies (paquetes de datos que son utilizados para dar seguimiento a la actividad de un usuario en la red), seguirán sin obstáculos a su público objetivo hasta convencerlo que, aunque no necesite un producto, lo tiene que comprar.

Los memes cumplen en nuestro entorno digital y social la misma función que cualquier medio de comunicación, pero de una forma inmediata, sin lugar y tiempo establecido para su creación, y lo más interesante de todos es que aún no existe una forma de nombrar a estos genios creadores de memes, así que nuestro oscuro objeto del deseo no tiene como llamarse.

Querido lector ¿qué nombre propones?

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