jueves 28 marzo 2024

Plan migratorio, obras hidráulicas y otras promesas de AMLO con el avión presidencial

por Angélica Recillas

La primera vez que Andrés Manuel López Obrador comprometió un destino específico para los recursos que obtuviera por la venta del avión presidencial, después de las elecciones del 1 de julio de 2018, fue el 14 de septiembre de ese año en su calidad de presidente electo.

Tras asistir al Segundo Diálogo por la Paz que su equipo de transición en materia de seguridad organizó con diversos colectivos de víctimas de la violencia, López Obrador se comprometió a que el dinero que se recaudara con la flotilla de aeronaves, incluyendo el avión presidencial, se destinaría a para atender sus demandas y dar seguimiento a sus casos.

“Atenderemos todas las demandas de justicia con el dinero que se ganará con la venta de la flotilla de aviones, esos recursos serán usados para la justicia. La Segob atenderá sus demandas, estará exclusivamente para que haya justicia en estos casos”, expresó entonces.

Como presidente constitucional, en 2019 formuló tres promesas diferentes para utilizar lo que se obtenga con la venta del TP-01 que este 14 de enero regresara a territorio mexicano, luego de un año de estar guardado en Estados Unidos sin que se pudiera concretar su venta.

24 de abril. Al anunciar la exhibición de aviones y helicópteros que se llevó a cabo ese mismo día en la base de Santa Lucía, el mandatario reiteró que una parte fundamental de su política de austeridad incluye la venta del avión presidencial y otros vehículos aéreos que, según él, se adquirieron sin necesidad.

En la conferencia de prensa de esa fecha, se proyectó un video en el que se menciona que los recursos obtenidos por la venta de estas aeronaves se destinarán a “proyectos prioritarios en beneficio de los mexicanos”, aunque no se especificó cuáles.

12 de junio. En medio de la polémica por el plan migratorio que se acordó con Estados Unidos y los costos que éste tendría para el gobierno mexicano, López Obrador dijo en su rueda prensa que el dinero para este objetivo saldría de la venta del avión presidencial.

“Nada más les voy a dar un dato, por los que están preocupados, interesados en saber de dónde va a salir el presupuesto. Ayer recibí el avalúo de Naciones Unidas para la venta del avión presidencial. Mínimo 150 millones de dólares y de ahí para arriba. El piso, 150 millones de dólares. Me quedó la duda si es 130, 150, pero hoy les doy a conocer los datos. Dos avalúos de Naciones Unidas, porque nos están acompañando en la venta de este avión y de 70 aviones y helicópteros. Entonces, para contestar: ¿de dónde va a salir el dinero? Pues saldría de lo que vamos a recibir por la venta del lujoso avión presidencial, de nombre, como burla, José María Morelos y Pavón, el apóstol de la igualdad, el que buscaba que se moderara la indigencia y la opulencia. Así se llamaba el avión presidencial. Entonces, sí tenemos presupuesto”, declaró.

17 de septiembre. Durante en el discurso que pronunció en un evento en Zacualtipán, Hidalgo, reprochó a los gobiernos anteriores por la adquisición del avión presidencial y ofreció a los pobladores de esa localidad que cuando éste se venda, destinará los recursos a las obras que se requieren para el abastecimiento de agua en esa zona.

“¿Saben cuánto iba a terminar costando ese avión? Siete mil millones de pesos. ¿Cuánto tiene Zacualtipán de presupuesto? Veinte millones. Para siete mil millones del avión, ¿cuánto es?, siglos de presupuesto de Zacualtipán. Imagínense un avión así de lujo ¿cómo me iba yo a subir a ese avión?, no iba yo a ofender al pueblo de México. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Ahora que se venda el avión puede ser que… ya algo, vamos a ayudar para lo del agua a Zacualtipán como homenaje a Felipe Ángeles….Una vez que sepan que ya se vendió el avión presidencial, empiecen a pensar que pronto va a llegar el apoyo para que no padezcan por el agua”, manifestó.

Cabe mencionar que alrededor del avión presidencial, además de promesas, también se generaron versiones encontradas entre el presidente y sus colaboradores cercanos.

El 18 de julio de 2019, durante su comparecencia ante senadores, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, admitió que con lo que se obtuviera por la venta del avión presidencial, únicamente se dejará de pagar el costo del arrendamiento financiero para su adquisición, o sea, que no habrá ninguna recuperación de recursos ni ahorros adicionales.

Cinco días después, el 23 de julio, el mandatario contradijo lo expresado por Jiménez Espriú. En la conferencia de prensa aseguró que se obtendría una cantidad “importante” por la venta del avión, de acuerdo a los avalúos que se hicieron con el apoyo de la ONU. Negó que esta operación representara pérdidas para su gobierno.

“La ONU hizo avalúos para que sirvieran de referencia y se aceptaran propuestas. Entonces, ya se tienen los avalúos y ya están las propuestas, falta decidir. Todo esto, una vez que se pueda dar a conocer de conformidad con el procedimiento, lo vamos a informar al pueblo de México. Acerca de lo que se va a obtener. Pues sí es una cantidad importante y sobre todo se liquida un crédito, porque fue un financiamiento y había que estar pagando y pagando año con año por ese avión y por otros… No puede haber pérdida porque es pérdida estar pagando esos créditos y toda la operación de ese avión, que ya no tenemos esos gastos, ya es otra cosa, es lo que podamos pagar en los boletos de avión en viajes comerciales o la gasolina de las camionetas en las giras, o lo que gaste de gasolina el Jetta”, expresó.

Hoy, lo único cierto es que el avión presidencial ya está de regreso en México, sin una propuesta para ser adquirido. Los proyectos prioritarios y el plan migratorio ya fueron financiados con otras fuentes y por lo que respecta a las víctimas de la violencia y los habitantes de Zacualtipán, Hidalgo, tendrán que esperar.

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