viernes 29 marzo 2024

El PIB, la lenta recuperación del empleo y los saldos negativos de la 4T

por Gerardo Flores Ramírez

Puede afirmarse sin lugar a dudas que la conferencia mañanera de hoy 30 de octubre del presidente López Obrador es ejemplo preciso de la distorsionada visión de la realidad que aqueja a la actual administración. El titular del Ejecutivo inició con los datos sobre el crecimiento de la economía al cierre del tercer trimestre de este 2020, que resaltó como una buena noticia, lo que en efecto es, no se lo podemos negar. Es una buena noticia porque nos permite ver que afortunadamente la economía mexicana empezó a reaccionar favorablemente durante el período julio-septiembre. Es verdad que en esos tres meses, el PIB habría crecido 12% respecto al período abril-junio, pero también es verdad que el PIB se encuentra prácticamente 9.0% por debajo del valor del PIB al cierre de 2018, cuando inició la famosa 4T.

Después, el presidente se refirió a los datos sobre el empleo formal, que corresponde al número de asegurados registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En ese momento, después de hacer un breve repaso de las caídas en el número de empleos en abril, mayo, junio y julio, procedió a destacar los datos de nuevos asegurados en el IMSS reportados para agosto, septiembre y octubre. El presidente no podía esconder su gesto de satisfacción, con el pecho henchido nos señalaba la gráfica de barras que mostraba el número de empleos creados o perdidos por mes durante 2020. Ahí señaló: “Ya tenemos los datos, porque ese es un seguimiento que hacemos diario, de octubre, en empleo, y hasta ayer 211 mil empleos. Si esto se mantiene así, va a significar el número de empleos creados, producidos, generados, más elevado en todos los octubres desde que se tiene registro”.

FOTO: MARTÍN ZETINA/CUARTOSCURO.COM

Resulta no solo sorprendente sino hasta paradójico que el presidente nos quiera presumir el dato de empleo de octubre como el mejor dato desde que se tienen registros. Lo comento porque unos instantes antes de mencionar ese dato, había hablado del número de empleos que se perdieron en abril, que es por mucho el mes con el peor dato de empleos perdidos del que se tenga registro. La recuperación de octubre en condiciones normales podría calificarse como sobresaliente, pero dada la caída entre abril y julio, en realidad es lo mínimo que deberíamos esperar.

Después de ese truco metodológico, mencionó que si la tendencia observada entre agosto y octubre continúa, “para finales del primer trimestre del año próximo, vamos a estar como antes, de la pandemia, con 20 millones 500 mil empleos. Ya vamos a regresar a el sitio que estábamos, en cuanto a empleos”. Y aquí también resulta oportuno atajar la manera en que el presidente maneja los escenarios. En primer lugar, porque de acuerdo con la información que la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, expuso el 8 de abril pasado, también en la mañanera, frente al presidente, a partir del 13 de marzo se empezó a registrar pérdida de empleos. El número de empleos formales registrados en el IMSS en esa fecha era de 20 millones 680 mil 976, no 20 millones 500 mil.

Tomando como punto de partida esa fecha precisa que proporcionó Luisa María Alcalde, el número de mexicanos que perdieron su empleo formal como consecuencia de la pandemia, fue de 1 millón 185 mil 024 personas, no 1 millón como quiere manejar el presidente. Con los datos de empleos recuperados al 28 de octubre, aún faltan por recuperarse 767 mil empleos formales. Eso es en el caso que pensemos de manera mediocre en regresar al punto en el que estábamos cuando la economía mexicana empezó a resentir los efectos de la pandemia. Pero, ¿dónde deberíamos estar hoy en realidad?

Si utilizamos el ritmo de crecimiento mensual de los empleos formales de los últimos 5 años, hoy estaríamos observando en México casi 21 millones 100 mil empleos. Entonces, también debemos medir cuál es la diferencia entre lo que se observa hoy y lo que se observaría de acuerdo a la tendencia que traía México, al hacer este ejercicio nos daremos cuenta que en realidad, la actual administración trae una brecha negativa de cerca de 1 millón 186 mil empleos formales, aún tomando en cuenta los casi 418 mil empleos recuperados hasta el 28 de octubre pasado.

Si hacemos un ejercicio similar respecto al PIB, es decir, de no solo comparar el valor del PIB ahora contra el valor del PIB al cierre de 2019, o el valor de este indicador cuando el presidente asumió el cargo, sino de revisar también dónde debería ubicarse ese valor de haberse registrado una tasa de crecimiento de la economía de 2.0% durante 2019 y 2020. Bueno, haciendo ese ejercicio, aún con el crecimiento de 12% con relación al segundo trimestre de este año, el valor del PIB de nuestro país se ubica casi 13% por debajo del valor que debería tener si México hubiéramos crecido al ritmo que hasta 2018 podría considerarse como el ritmo natural de la economía mexicana.

Además, no debe perderse de vista que la recuperación en el ritmo de crecimiento del PIB proviene de la demanda externa, que se observa en una recuperación de las exportaciones, mientras que el consumo interno, tanto de familias, como empresas y gobierno, sigue en niveles rezagados, lo que se refleja en una recuperación mucho más lenta de las importaciones, por lo cual el que la economía se esté recuperando no es resultado de que las medidas adoptadas por la 4T hayan resultado exitosas.

Así que, no permitamos que nos doren la píldora con que vamos bien porque ahí la llevamos poco a poco para regresar a un punto, que ni siquiera corresponde al punto en el que verdaderamente estábamos antes de la pandemia. Con lo visto hasta ahora, con esa terca convicción de que no se deben tomar otras medidas de apoyo distintas a las de adelantar los apoyos directos que su gobierno otorga al amparo de diversos programas, es altamente probable que ni siquiera le alcance para regresar al punto en el que estábamos.

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