Ranking arbitrario, enunciativo, no limitativo de algunos de los momentos que marcaron el año que termina con el común denominador de la gravedad y pendientes que cada estampa plantea.
Jugamos como nunca, perdimos como siempre. 2015 nos deja clara la insuficiencia de las políticas económicas instrumentadas, abre un espacio necesario para la reflexión pública de cara al futuro, estabilidad en lo macro y altas calificaciones ante la volatilidad global y, sin embargo, no alcanzan para resolver nuestros graves problemas sociales estructurales asociados a lo de siempre, a la pobreza que toca a 53 millones de mexicanos.
Mano firme que se agradece. La llegada de Aurelio Nuño a la SEP imprimió grilla a su tarea, pero precisamente esos cálculos políticos a futuro permitieron que el nuevo secretario actuara, que a los discursos siguieran los hechos. Las evaluaciones docentes fueron, por fin, aplicadas en los feudos de la CNTE. Tarea inacabada y perfectible, criticada sectariamente por el acompañamiento de la fuerza del Estado, y con un nuevo modelo educativo por venir en los primeros días del año nuevo para que, antes de que termine el sexenio, sea posible que al salir de primaria los graduados comprendan qué leen, hablan y escriben.
De parte de la SCJN I. Una resolución del tribunal constitucional permitió que en el Distrito Federal volvieran a circular diariamente 400 mil automóviles al reemplazarse el concepto de “año-modelo” como norma para restringir su tránsito y pasar al del “desempeño-ambiental”. La liberalización le ocasionó al GDF problemas mayores, uno porque le regresó a los verificentros la facultad, dudosamente desempeñada con rectitud, de permitir o restringir y , dos, porque ahora será la autoridad capitalina la que a golpe de nuevos criterios vuelva a estacionar a parte de esos 400 mil autos en una ciudad en obra permanente, expansiva y abrumadora.
De parte de la SCJN II. Un amparo a favor de 4 personas para consumir mariguana con fines lúdicos abrió un debate sin retorno, la legalización del enervante. Problema de salud pública con alta dosis de seguridad y combate al crimen organizado acompañada por mucha política, que compara peras con manzanas, que evoca experiencias europeas como si acá fuésemos de allá. El Presidente Enrique Peña fijó su postura en contra y eso hay que agradecerlo si se está contra la simulación política, para éste y otros temas. Por lo pronto el uso medicinal huele como el más certero y próximo.
Buenos deseos para el futuro. La ética en la vida pública y acotar la corrupción social son pendientes para 2016 y los siguientes 50 años. Sólo con mejores desempeños económicos, sin dispendios ni robos desde los gobiernos, construyendo juntos un modelo educativo sin yugos políticos o gremiales, podremos aspirar a felices y justas celebraciones, tarea de famosos y anónimos, de gobernantes y de ciudadanos.
Este artículo fue publicado en La Razón el 29 de Diciembre de 2015, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página
