Arturo Herrera iba a ser el próximo gobernador del Banco de México hasta que, en Palacio Nacional, el presidente López Obrador le preguntó sobre las partidas presupuestales a los gobiernos estatales. ¿Cómo habían sido esas partidas presupuestales previas a las elecciones intermedias?
En el gobierno obradorista, donde la característica principal ha sido la austeridad, es prácticamente un pecado que otros gobiernos estatales, aunque no pertenezcan a Morena, puedan gastar, máxime antes de las elecciones intermedias.
Ese manejo presupuestal le costó la gubernatura del Banco de México a Herrera. Que cumplió con la ley, desde luego, pero no con la estrategia política del Presidente ni con la austeridad dictada.
RAMÍREZ DE LA O CON BUENROSTRO, DIFERENCIAS CON HERRERA
El Presidente, en los últimos meses, más bien escuchó a Rogelio Ramírez de la O, el nuevo secretario de Hacienda, quien le habría enseñado el hallazgo presupuestal “generoso” hacia determinados gobiernos estatales.
Arturo Herrera y Rogelio Ramírez de la O han mantenido diferencias. No eran parte del mismo equipo. Siempre, detrás de la designación de Herrera, el Presidente había consultado a Ramírez de la O.
Esas diferencias fueron más notorias en la fricción entre Herrera con la jefa del SAT, Raquel Buenrostro.
Ramírez de la O, inmediatamente, se puso del lado de la jefa del SAT
La mancuerna Ramírez de la O-Buenrostro se ha mantenido fuerte, al grado de que la reforma fiscal terminó siendo como Buenrostro la planteó: una simplificación en el pago de impuestos.
Así, Ramírez de la O, quien ha mantenido un perfil bajo en lo que lleva como secretario de Hacienda, vuelve a mostrar que tiene cercanía con el presidente López Obrador.
Ramírez de la O convenció al Presidente de usar los 12 mil millones de dólares que llegaban del FMI al Banxico para reducir deuda.
Ahora, Ramírez de la O le indica al Presidente lo sucedido con el gasto público de Herrera, en particular con gobiernos estatales de oposición.
HERRERA NO LOGRÓ LO DE ORTIZ Y CARSTENS; SE SUMA A URZÚA
Parece que el nuevo secretario de Hacienda sabe las batallas que puede ganar. Y otras, como la designación de Pablo Gómez al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera, simplemente las deja pasar.
Arturo Herrera se suma a Carlos Urzúa como el segundo secretario de Hacienda en concluir con diferencias en su gestión con el presidente López Obrador, y hacerlo no de la mejor manera.
La mejor para Herrera habría sido seguir los pasos de Guillermo Ortiz y Agustín Carstens, quienes fueron secretarios de Hacienda y después banqueros centrales. Ahora, Herrera se quedó a medio camino. Supuestamente sale de Hacienda para ser gobernador del Banxico y lo bajaron del caballo cuando, incluso como secretario de Hacienda, mantuvo una posición internacional importante con el FMI y el Banco Mundial.
¿Herrera se convertirá igual de crítico que Urzúa con la gestión obradorista o dejará pasar la reconsideración del Presidente, lo que le costó un desgaste público?
Este artículo fue publicado en Excélsior el 24 de noviembre de 2021. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
