viernes 19 abril 2024

Ok: hablemos de sus consultas

por Rubén Cortés

Ahora que el presidente hará un consulta para ratificarse ante su nicho electoral, hay que recordar que canceló el aeropuerto de Texcoco con otra consulta al 0.1 del padrón, y marcando el dedo de los votantes con colorante para hongos de los pies, para ahorrar.

Sí: ahorró al no usar tinta indeleble, y no cumplir trámites organizativos, legales y constitucionales, pero tiró una obra que estaba avanzada en un 30 por ciento, y por la cual ahora paga 331 mil 966 millones en indemnizaciones.

Y, ahora, le quitó al INE cinco mil millones de pesos que éste tenía hacerle su consulta de revocación de mandato. Pero se los quitó para que en realidad no pueda hacérsela y, entonces, se la haga Morena, como Morena le hizo la que tiró el aeropuerto.

Recordamos que Morena realizó aquella consulta como le dio la gana, sin participación de instituciones del Estado ni organizaciones ciudadanas y, muchos menos, de los órganos electorales que habían supervisado su triunfo electoral sólo tres meses antes.

Morena instaló las casillas, contó los votos y dio los resultados. En la consulta participó únicamente el 0.1 por ciento de los 193. 93 millones 528 mil 473 ciudadanas y ciudadanos que integran la Lista Nominal de Electores en el territorio nacional.

El entonces presidente electo tomó una decisión que afectará a generaciones de mexicanos en los próximos 50 años, consultando sólo al 0.1 por ciento del padrón electoral, siendo que había ganado la elección presidencial con el 41 por ciento del padrón electoral.

Además, él mismo seleccionó los 538 municipios para instalar las casillas, cuidando que fueran lo más alejado posible de Texcoco, en el Estado de México, que era donde se estaba construyendo el aeropuerto y que era la zona que más se beneficiaría de la obra.

No instaló ninguna casilla en el Estado de México, donde está Texcoco, pero instaló 42 casillas en Chiapas, a casi mil kilómetros de distancia. Además, instaló nueve de Campeche, dos en Baja California Sur, cinco en Baja California y dos en Aguascalientes.

Únicamente instaló 16 casillas en zonas geográficas cercanas a la CDMX para decidir la cancelación de un aeropuerto que se construía a 20 kilómetros de la CDMX, y para sustituirlo por otro situado a 38 kilómetros de la CDMX: sólo que, éste, es suyo.

Pero no juguemos con las palabras: el objetivo de estas consultas es desmantelar el sistema democrático de voto secreto, libre y directo, organizado por instituciones nacionales ajenas a los gobiernos de turno, y vigilado por organizaciones internacionales.

Cuba, Venezuela y Nicaragua no tienen voto secreto, libre ni directo. No hacen elecciones libres. Sólo hacen consultas controladas. Son dictaduras.

Y son los principales aliados del actual gobierno mexicano.

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