jueves 28 marzo 2024

Nuestra realidad alterna

por Armando Reyes Vigueras

Las evidencias de que estamos en medio de varias crisis –seguridad, sanitaria, económica–, no ha motivado tantas protestas ciudadanas, a excepción de algunos grupos, pero sí que en las encuestas se muestre que la preferencia electoral para Morena se mantiene. ¿Esta es la realidad de nuestro país, en serio los ciudadanos no se dan cuenta de lo que enfrentamos?

Realidad alterna

Hay algunas cuestiones que hacen dudar de nuestra ciudadanía, en el sentido de que realmente se dé cuenta de lo que está pasando en el país, quejándose de esto como sucedió el sexenio pasado.

Que uno de los investigadores mexicanos más reconocidos en el ámbito internacional, como lo es Antonio Lazcano, diga que le preocupa la tendencia de López Obrador por violar el Estado laico y la Constitución, al incluir expresiones religiosas o, como sucedió en Tijuana, haciendo participar a un pastor protestante y un sacerdote católico en sus eventos, debería ser parte también de las preocupaciones de la ciudadanía, pero no, lo que vemos es que a muchos les tiene sin cuidado esta situación.

Que el mismo investigador pida pruebas contundentes de los supuestos actos de corrupción denunciados –casi todos los días desde Palacio Nacional–, en el caso de los fideicomisos dedicados a la ciencia, sin que éstas se presenten, debería ser un asunto que impulsará protestas ciudadanas, pero lo que vemos es que muchos trabajan horas extras en redes sociales para defender la desaparición de los fideicomisos.

Que el presidente desestime el uso de cubrebocas, según él porque no está demostrada su utilidad científica –a pesar de las evidencias en este sentido–, y que presuma estampitas religiosas como los detente, nos debería preocupar, pero lo que vemos es que en el Mercado de Sonora, en la capital del país, aumentó la compra de detentes y amuletos.

Que haya 100 mil muertos por el Covid-19 y que el encargado del manejo de la emergencia sanitaria diga que no hay que hablar de esta cifra, por respeto a los fallecidos, en tanto el presidente se queja de esa estadística –al igual que de la que muestra el número de homicidios–, debería ser motivo de indignación ciudadana, pero lo que vemos es el relajamiento social y una despreocupación y aumento de los contagios.

Que el presidente mencione constantemente su lucha contra la corrupción, siendo hasta tres veces que ha dicho que ésta ya se terminó, pero calle ante las denuncias en contra de varios integrantes de su gabinete, incluso las que se dieron a conocer en la contienda interna por la presidencia de Morena, debería ser algo que muestre una reacción de indignación similar a la que hubo durante el gobierno de Peña Nieto, pero ahora vemos cómo sólo se justifica que se trata de denuncias que buscan dañar al proyecto del lopezobradorismo.

CIUDAD DE MÉXICO, 03SEPTIEMBRE2020.- Padres de familia con hijos de padecen cáncer bloquearon Circuito Interior a la altura del Hospital La Raza del IMSS donde reclaman se otorguen los medicamentos que necesitan sus hijos para poder tratarlos. FOTO: DANIEL AUGUSTO/CUARTOSCURO. COM

Que en las mañaneras buena parte del tiempo sea destinado en atacar a medios críticos, bajo el argumento de que si no lo hace quedaría en la indefensión –a pesar de ser el jefe de Estado–, sin comunicar las obras de gobierno –que brillan por su ausencia–, debería generar la exigencia ciudadana para pedir que cambie la dinámica de las conferencias, dejando de lado la propaganda, en lugar de defender este espacio que ha demostrado que sólo sirve para sostener la popularidad de López Obrador.

Que los despidos en el sector público, la pérdida de empleos en medios por el recorte en la publicidad oficial, la creciente informalidad por la falta de apoyos fiscales a empresas no motiven protestas ciudadanas, pero sí que una legión en medios repita sin cesar que es un honor estar con el presidente, nos da una idea de cómo hemos devaluado la conversación pública.

Que legisladores canten en la Cámara de Diputados las mañanitas al presidente, a la vez que en redes sociales funcionarios públicos expresan felicitaciones al gran líder con el que, según ellos, es un privilegio trabajar, pero no se hable de los riesgos de implantar el culto a la personalidad, nos da idea a dónde nos ha llevado la 4T como país.

Que haya desabasto de medicinas y de vacunas, que dañan más que nada a los niños –algo que no preocupa a la no primera dama, porque no son el suyo–, debería generar rechazo ciudadano, pero lo que vemos es la justificación con el argumento de una supuesta lucha contra las corrupción que no muestra resultados.

Que una diputada –más famosa por sus fotos en redes sociales, en especial en las que se aparece con el presidente, que por sus iniciativas–, presuma que logró un presupuesto histórico para su estado, en el marco de las protestas de gobernadores por los recortes a las aportaciones federales, nos habla de las prioridades de la 4T, algo que para muchos ciudadanos no interesa.

Este es el México que se ha transformado bajo el gobierno de López Obrador, uno en el cual buena parte del pueblo prefiere ignorar la realidad, al igual que el presidente, en tanto los propagandistas trabajan horas extras en justificar lo injustificable.

Cuando despertemos de esta borrachera, la reconstrucción será complicada, pero por eso votaron quienes no buscan a los más capaces, sino a los que les pintaban un mundo ideal, que no se podrá hacer realidad.

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