jueves 28 marzo 2024

No viene solo

por Javier Solórzano

El coronavirus trae efectos colaterales, que ya que haya pasado, pueden terminar por ser de riesgo para la sociedad.

El problema económico que está produciendo afecta a todos por igual; lo que veremos al final será quiénes son ganadores y perdedores en esta historia.

China ha hecho una serie de movimientos económicos que, tarde que temprano, le podrían redituar de manera favorable. Compró acciones de empresas extranjeras en su país que se fueron a la baja, las cuales empiezan a recuperarse, lo que le reditúa que con una inversión baja aparezcan más ganancias.

Desde el viernes se presumía que en el país cambiarían las cosas, ante la inminencia de la llamada fase dos. No quedó de otra que, desde el sábado, los partidos de futbol se jugaron a puerta cerrada y que a partir de la siguiente jornada sean suspendidos.

La SEP decidió limitar las actividades extraaula, además de adelantar las vacaciones; hay tiempo más adelante para recuperar los cursos. Lo que a lo largo del fin de semana fue un auténtico enigma fue el Vive Latino, pues las consecuencias podrían conocerse en los próximos días, independientemente que hayan detectado a 17 asistentes con temperatura alta; esperemos que no haya repercusiones.

Habría que insistirle al Presidente que tome distancia por unos días, o semanas, de la gente, porque después de lo que se vio el sábado, y ante las medidas que se empiezan a tomar, su actitud empieza correr un riesgo colectivo.

Como están las cosas, lo conveniente es hacerle caso a los especialistas e investigadores, a los que tanto ha apelado el Presidente estos días, lo que servirá de ejemplo para los ciudadanos. El beso-mordida a una niña, más que un acto de cariño, que lo pudo ser, terminó por ser una absurda acción retadora, la cual repitió al día siguiente.

Lo que hay que empezar a contemplar son los efectos económicos, sociales y psicológicos. Hay que poner en perspectiva el cierre de fronteras de EU, que nos va afectar; al tiempo que se convierte en elemento para Donald Trump en el tema migratorio.

Se debe hacer un gran esfuerzo de comunicación y explicación con los niños. No se trata sólo de cuidarlos y prevenirlos, sino también de hacerlos sentir seguros ante un panorama inédito.

Dos grandes retos ya enfrenta el Gobierno. Por un lado, está la salud, porque ante lo que está pasando, se requiere la atención de una gran cantidad de pacientes en medio de una transición del sistema de salud.

Por otra parte, está lo económico. Si de por sí, la situación del país es apremiante, la llegada del coronavirus obliga a invertir en investigación y atención ante el virus. Estamos bajo adversidades económicas que tienen que ver con el entorno, pero también con que el Gobierno no ha consolidado su proyecto, y en algunas áreas está trunco.

Desde la semana pasada ha cambiado nuestra vida cotidiana, la cual se pronostica entrará en escenarios cada vez más drásticos. Hay que asumir las medidas que se toman como un proceso que nos permita enfrentar al coronavirus de manera cohesionada, con información y con base al conocimiento; lo que viene, inevitablemente nos va a sacudir

Lo que queda claro es que requerimos de investigación científica y de especialistas para aprender, entender y atender lo que está pasando. Si a estas alturas no se han dado cuenta del valor de la ciencia, vendrán más virus y nos tomarán absurdamente por sorpresa; sin duda, es un llamado de atención.

Las escuelas, padres y madres de familia tendremos que hacer un gran esfuerzo para fortalecer la unidad, para no generar caos y, sobre todo no desinformar, al distinguir la opinión que pasa por el conocimiento, de la que se propaga indiscriminadamente en las redes.

RESQUICIOS.

Vienen días en los que todo será coronavirus; ya habrá tiempo para retomar muchos temas de primer orden en que estamos; lo primero es lo primero. En estos menesteres, el Presidente debe saber que no puede seguir actuando como lo viene haciendo; la pandemia no nos hace los mandados.


Este artículo fue publicado en La Razón el 16 de marzo de 2020, agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.

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