viernes 29 marzo 2024

El negocio apellidado López Obrador

por Leo García

Cada día entre semana, por la mañana, el micrófono en el atril de Palacio Nacional produce el buzz informativo que habrá de convertirse en el hilo conductor de la agenda informativa a nivel nacional por del resto del día. Por ese micrófono se oye el discurso emanado de las ideas de un solo hombre, aun en persona de los funcionarios y secretarios que presten su voz como comparsa.

López Obrador ha sustentado su discurso, entre otros muchos elementos, en la estigmatización del dinero como causa esencial de los problemas sociales del país y las motivaciones para generarlo como una acción culposa. Así, bajo ese tono ha puesto a la crítica -a él y su gobierno- como un ejercicio de ataque personal en su contra. De ahí su insistente discurso de asedio a los periodistas, analistas, expertos, pero también a los medios y plataformas, apenas se asoma la mínima expresión que le resulte, ya ni siquiera adversa, simplemente incomoda.

Reza la anécdota que, durante el mandato de Gustavo Díaz Ordaz, mientras daba un discurso, gente de su equipo invitaba a los periodistas que cubrían el evento a que se dieran “una vuelta por el árbol de chayote, porque le estaban echando agua”. Fue la manera en que se nombró a las dádivas que se ofrecían a cambio de la buena nota y cobertura favorable de la fuente.

Desde entonces se empezó a gestar la acepción popular que asocia la “buena prensa” de la fuente de gobierno a una compensación económica. Pero el concepto ha degenerado a partir de la incesante politización y la feroz lucha ideológica.

Así, en tiempos más recientes se ha inducido la idea que el dinero que ingresa a un medio, en el formato que sea, es equivalente a que sus plumas, sus opiniones, sus críticas, sean compradas. No se distingue de publicidad comercial, porque se asoció a la idea que los empresarios contratan esa publicidad a manera de compensación económica, motivada por intereses oscuros y siniestros. Y se vuelve un tema por demás denso, complejo, cuando se habla de publicidad oficial, porque se tiene la idea que es la forma del gobierno para obtener los favores de los medios donde se contrata.

Esto hoy día se ha convertido en un exceso y abuso cuando entonces, sin importar qué ni quién, se trata del ingreso que legítimamente merece el ejercicio de una profesión y se estigmatiza para deslegitimar su validez, en la misma proporción que merezca el denuesto del micrófono más importante e influyente del país.

Con la recodificación que han sufrido los contenidos y los medios para alcanzar a las nuevas audiencias en el entorno digital, se ha conseguido libertad de espacios y vías diferentes por las cuales generar ingresos. Es también aquí donde encontraron su nicho los medios alternativos independientes.

Existen medios que, aunque alternativos, también obedecen a intereses personales y económicos, que responden según su afinidad y simpatía política. Se aprovechan del vuelco que dio la confianza de la audiencia, para ofrecerles lo que quieren leer, ver u oír, y que solo confirme sus aversiones, filias, y fobias, aunque al hacerlo recurra a información sin sustento. O incluso abierta propaganda. Y YouTube es la plataforma perfecta para esto.

A nivel audiencia, por alcance de su contenido, para México en temática de Noticias y Política, los 4 primeros lugares en visualizaciones promedio mensuales, los ocupan Imagen Noticias, con 68.6 millones de visualizaciones, Televisa con 63.8 millones de visualizaciones, Milenio con 62.9 millones de visualizaciones y El Universal con 49.6 millones de visualizaciones.

El mismo López Obrador es una de las 10 figuras más influyentes y con mayor alcance en YouTube para México, en el sexto lugar, con 2.1 millones de suscriptores a su canal y 27.7 millones de visualizaciones en promedio mensual.

En el top 15, continuando por la medición de consumo de contenido, por visualizaciones promedio mensuales de sus videos, se encuentra también el canal Campechaneando con 28.8 millones, La Octava con 25.5 millones, Iber Alejandro con 16.4 millones, “El Chapucero” con 15.7 millones, UnoTV con 15.6 millones, el canal “Benditas Redes Sociales” con 15.3 millones, teleSUR tv con 12.87 millones, y entrando con fuerza, Latinus_us en el lugar 15 con 12.81 millones.

¿Cuánto dinero ganan estos canales de YouTube? Es irresponsable mencionar cifras. Algunos sitios ofrecen herramientas que formulan estimaciones de ingresos según las variables que se sabe públicamente que valora Google. Los que principalmente se conocen son los obvios, el número de visualizaciones y se potencializa en proporción por el número de suscriptores. ¿Por qué? Porque eso da precisión en la segmentación de la publicidad candidata a ser mostrada en esos videos, permitiendo mayor impacto en la audiencia al conocer el origen geográfico y otros datos demográficos.

Sin embargo, no es posible aceptar estos cálculos más allá de un ejercicio de estimación, porque finalmente el ingreso que esa audiencia genera depende de muchos factores adicionales que Google evalúa internamente. Temática del video. Duración. Sí el video fue visto en su totalidad. Comentarios positivos y comentarios negativos. Además de los posibles reportes que los usuarios puedan haber generado.

Lo que sí se puede afirmar sin lugar a dudas que ese alcance genera un ingreso importante.

Para un youtuber promedio, que se ofrezca como medio alternativo, el negocio es más que perfecto. No requieren prácticamente producción más que plecas y títulos puestos sobre la imagen tomada de la fuente de presidencia, y su propia imagen y voz, a manera de presentador, analista, crítico y validador, de sus propios dichos.

Las vistas a ese contenido producen por cada peso invertido una ganancia considerable, generada tan solo con ser amplificador conveniente de algo que terminará convertido en un dogma: elegir creer tan solo por quién lo dijo, sin importar sí fue verdad o no, preciso o no. Real o no.

López Obrador en su cotidiana perorata presta la materia prima esencial para un sistema que se sustenta  a sí mismo económicamente. Cada mañana el mensaje que emite, incluyendo denuestos, ataques y “verdades no confirmables”, son replicados en automático en los medios tradicionales, pero ahora aún más en las redes sociales. No pasa mucho tiempo cuando los youtubers han generado el correspondiente contenido a manera de confirmación y validación del buzz inicial.

El algoritmo de sugerencia de YouTube entonces se vuelve el gran aliado, llevando tráfico a esos canales iniciando el ciclo de monetización.

El mensaje emitido temprano en la mañana, convertido en propaganda monetizable, llega a dogma de fe en la tarde, en una industria por demás lucrativa. La aparente lealtad, idealismo, simpatía y apoyo, sustentan una manera muy atractiva de generar dinero. Hoy ya no le echan agua a los chayotes, hoy el buzz mañanero alimenta un algoritmo que paga, y paga muy bien.

Hagamos red, sigamos conectados.

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