viernes 19 abril 2024

Museo Casa Milà

por Rubén Aguilar Valenzuela

Barcelona, España

Museo Casa Milà

– Historia

Se le conoce también como La Pedrera (cantera, en catalán), La construcción va de 1906 a 1909. Es un encargo del matrimonio Pere Milà i Camps y Roser Segimon i Artells a Antonio Gaudí. El arquitecto contó con la colaboración de Josep Maria Jujol, Domènec Sugrañes, Francesc Quintana, Jaume Bayó i Font, Joan Rubió y Josep Canaleta. El constructor fue Josep Bayó i Font, que ya había trabajado en la Casa Batlló. El edificio tuvo después diversos propietarios, y en 1986 lo adquiere la Caixa de Catalunya, que se ha encargado de su conservación y restauración. Unos pisos se pueden visitar y otros están ocupados por oficinas o viviendas.

– El edificio

Tiene seis plantas articuladas alrededor de dos patios interiores, uno circular y otro oval, más un sótano, un desván y la azotea. Esta estructura acoge dos edificios adosados e independientes, cada uno con su propia puerta de acceso y su propio patio de luces, que están comunicados únicamente en la planta baja. Sin embargo, la fachada presenta una estructura unitaria y común a ambos edificios.

Exterior

  • Fachada

La fachada tiene tres lados. La altura es de 30 metros. Forma parte de un todo que presenta una forma ondulada que se asemeja a una roca modelada por el mar. El conjunto, con sus entradas y salientes, da la sensación de estar en movimiento. Se crea un permanente juego de luces y sombras según sea la hora del día. Tiene 33 balcones de hierro forjado, obra de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau. Cuenta con 150 ventanas con diferentes soluciones estructurales y formales. Hay una cuarta fachada, que es la posterior, que da al patio interno de la manzana formada por el Paseo de Gracia y las calles Provenza, Rosellón y Pau Claris. No es visible para el público, ya que sólo tienen acceso los vecinos.

Museo Casa Milà

  • Azotea

El edificio remata en una azotea donde Gaudí sitúa las salidas de escalera (6), las chimeneas (30) y las torres de ventilación (2), que por sus formas crean un jardín de esculturas al aire libre. La terraza está compuesta de varias secciones de diferentes niveles. Los desfases están comunicados por tramos de escaleras que crean un espacio al mismo tiempo funcional y estético. Dos premisas claves en las obras de Gaudí. Los desniveles de la azotea se deben a las distintas alturas de los arcos del desván que generan una terraza de formas sinuosas que, junto al diseño de corte fantástico de los elementos verticales que allí surgen, genera un espacio escultórico original.

Museo Casa Milà

  • Chimeneas

Presentan un cuerpo que gira sobre sí mismo en forma helicoidal, y rematan con una pequeña cúpula que, en la mayoría de casos tiene una forma parecida a un casco de guerrero, pero hay otras que parecen la copa de un árbol, elaboradas con trozos de botellas de cava de color verde.

  • Las torres de ventilación

Son las salidas de los conductos de ventilación que parten del sótano. Una tiene 5.40 y la otra 5.60 metros de altura. Las formas abstractas. Salvador Dalí era un gran admirador de estas torres, con las que se fotografió en 1951.

  • Las salidas de la escalera

Rematan en una cruz gaudiniana de cuatro brazos.

Interior

La decoración interior es obra de Josep Maria Jujol y de los pintores Aleix Clapés, Iu Pascual, Xavier Nogués y Teresa Lostau. En las esculturas trabajaron Carles Mani y Joan Matamala.

  • Puerta de entrada:

Museo Casa Milà

Son de hierro forjado y vidrio. Su diseño es orgánico, con una serie de estructuras de diversas formas que pueden recordar diversos diseños elaborados por la naturaleza, como caparazones de tortuga, alas de mariposa o tejidos celulares.

  • Viviendas

Fueron diseñadas por Gaudí de tal forma que pudieran amoldarse a las necesidades de los inquilinos, ya que al no tener muros de carga los espacios son intercambiables.

  • Vivienda principal

La decoración, la más lujosa del conjunto, estuvo a cargo de Josep Maria Jujol, quien diseña el mobiliario y otros elementos decorativos, así como algunos detalles en relieve en columnas y techos, siempre bajo la supervisión de Gaudí.

Museo Casa Milà

  • El desván

Museo Casa Milà

Gaudí concibió la última planta del edificio en forma independiente al resto. Tiene de 800 m2 y albergaba los lavaderos y otras zonas de servicios. Actúa también como regulador térmico al aislar el edificio de las temperaturas extremas, tanto de invierno como de verano. Está construido con 270 arcos de ladrillo y crean una estructura que no necesita columnas ni muros de carga. En 1996 se restaura y recupera el diseño original de Gaudí.

  • El sótano

Está destinado a garaje y trastero. Se accede desde los vestíbulos de entrada por unas rampas de forma helicoidal.  La estructura son 90 columnas de piedra, hierro y ladrillo, que sostienen el edificio. Contenía la sala de máquinas para la calefacción y diversas zonas de servicios comunes. Tras una rehabilitación efectuada en 1994, el sótano se convirtió en un auditorio y sala polivalente. Entre el sótano y la planta baja se sitúa un semisótano originalmente destinado a carboneras, pero que posteriormente fue ocupado por las tiendas, para lo cual se retiraron las rejas de hierro instaladas según el proyecto de Gaudí.

– Comentario

A principios del siglo XX existe en Barcelona una burguesía industrial exitosa, es el caso del matrimonio Pere Milà y Roser Segimon, que quieren su éxito se note. La arquitectura de sus casas es una de las manifestaciones de su nueva realidad. Para eso se contrata a Gaudí arquitecto original e innovador. El auge de la nueva burguesía catalana coincide con una revolución en el arte mundial dentro de la cual se encuentra el modernismo catalán.

El conjunto impresiona por su belleza estética y por las soluciones técnicas que se proponen. Cada detalle está cuidado. El diseño es integral y no hay nada que se deje de lado. Es la dialéctica entre la belleza y la utilidad. Se trata de que el diseño ofrezca confort y el uso de todos los medios que hasta ese momento ofrece la modernidad, pero que al tiempo las soluciones utilitarias sean bellas. La obra es una síntesis muy bien lograda de esa dialéctica. Es un gran proyecto. Es un edificio que en la medida que pasen los años seguirá siendo paradigmático de un momento del arte y la arquitectura.

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